La ciudad del amor, como se le conoce, apenas necesita presentación. Es la envidia para muchas otras y el destino turístico más popular del mundo con 42 millones de visitantes extranjeros durante el año. París posee algunos de los monumentos más famosos y admirados: la Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame, los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo o la Ópera Garnier, entre otros, aportan una magia especial a la ciudad parisina, un lugar lleno de historia, cultura, arte y de una incalculable belleza arquitectónica. Una belleza transmitida a través de sus avenidas remodeladas por el Barón Haussmann en el siglo XIX.

Habitada por 2.3 millones de personas y consolidada como la capital francesa, se levanta como el centro de una red de transporte amplia y muy eficiente a la que es fácil acceder a través de todos los medios. Sus dos aeropuertos –Orly enlaza con 60 países y Charles De-Gaulle es el séptimo con más tráfico aéreo del mundo- son excelentes opciones para llegar a la Ciudad de la Luz, aunque no las únicas.

Quien parece haber llegado para quedarse en la élite del fútbol es el Paris Saint Germain, el club más grande de la ciudad, que toma su nombre de la unión en el año 1970 del Paris FC y el Stade Saint-Germain. Para ellos, los últimos años, desde que llegara la poderosa inversión asiática al poder, están siendo una auténtica bendición. El coqueto Parque de los Príncipes, uno de los estadios más antiguos en los que se vivirá la Eurocopa, vuelve a disfrutar. Su inauguración data de 1972 aunque, como en el caso de los demás, ha visto recientemente cómo era continuamente reformado con el objetivo de aumentar los servicios a los aficionados y realizar algunas mejoras. La casa del todopoderoso Paris Saint Germain cuenta con una capacidad superior a los 45.000 espectadores y acogerá cuatro citas de fase de grupos y unos octavos de final.

Partidos de altos vuelos, en todo caso, que aún se mantendrán lejos de los privilegiados 276 metros que se alcanzan en las zonas más altas del que sea convertido en el símbolo de la ciudad, la Torre Eiffel, un monumento creado en 1889 de cara a una Exposición Universal. En ella, con mucha diferencia, se obtienen las mejores vistas de París.