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Cádiz - Racing

Garitano se revuelve contra las obligaciones que tiene la exigencia

El entrenador vasco refleja nerviosismo en una rueda de prensa en la que ironiza, tergiversa, exagera y casi que evita hablar de un objetivo impuesto por su presidente

Kovacevic, aún sin diagnóstico

Gaizka Garitano, en El Rosal. CCF
Alfonso Carbonell

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Cada vez que Gaizka Garitano se enfrenta a una rueda de prensa sabe que no puede decir ni la mitad de lo que piensa a sabiendas de que le acompañe la razón, su razón. El vasco entiende de qué va el juego y el tablero que le ha puesto encima de la mesa su presidente es que debe tener al equipo ahí ahí con los puestos de 'play off', sino dentro de ellos.

A saber para entenderle: el Cádiz CF no tiene equipo para ascender. ¿Se le compra eso? Se le puede comprar. Su Cádiz CF está séptimo a un punto del objetivo marcado por el presidente, o sea, ¿está cumpliendo? Está cumpliendo. Entonces, se preguntará él, ¿por qué tanta y tanta exigencia si está cumpliendo pese a no contar con una plantilla adecuada a lo que se le está pidiendo? Por todo ello, Garitano se revuelve y entra en bucle cada vez que se le cuestiona que su equipo no juega a nada y que, para colmo, llega al envite ante el Racing tras el ridículo en Copa. ¿Por qué entra en bucle?, se preguntará su afición. Pues muy fácil. Porque se tiene que morder la lengua seguramente ya que si dice lo que piensa, se cae con todo el equipo, su equipo.

Este viernes le ha tocado sentarse otra vez para hablar en la previa del Racing - Cádiz, que ya advierte que no será fácil porque juegan «contra uno de los mejores equipos de la categoría». Ahí va el primer dardito que tira para, se supone que recordar, que sus armas no son tan potentes como las que traen los cántabros, que son colíderes junto al Deportivo con ocho puntos más que los gaditanos.

A su vez, lamenta haber perdido «esa marcha que había sido muy buena en casa» puesto que ahora se llevan tres partidos sin ganar como local. «Últimamente nos está costando; tenemos que intentar recuperar esa fortaleza y sumar esa segunda victoria consecutiva en Liga», deseó.

Como no puede ser de otro modo fue preguntado por la debacle copera en Murcia, de la que sigue haciendo una lectura hasta cierto punto bondadosa con sus jugadores una vez visto lo visto. Porque a pesar de los «bastantes errores tácticos» que cometieron, «el equipo tuvo una buena actitud desde el principio pero muchas veces la actitud no es suficiente, se necesita aptitud con P», dijo para repetir que el club de Primera RFEF marcó cada vez que llegó. Algo muy discutible, por cierto.

No considera la eliminación como una anécdota puesto que se precia de ser un entrenador «que le da mucha importancia a la Copa», lo que le hizo -recuerda- diferenciarse con «muchos equipos que han dejado jugadores titulares en casa». Por contra, su Cádiz hizo «un montón de horas en autobús con todo el equipo, con todos los disponibles, para hacer todo lo posible por pasar la Copa; si no pasamos fue por incapacidad no por no preparar el partido», valoró desde la derrota.

por no afrontarlo con la máxima competitividad y la máxima importancia que para mí tenía como un partido de Liga ahora, como te digo, no nos dio tiempo a saborear el buen partido que hicimos en Córdoba y el otro día el fútbol no te da tiempo, más que para corregir tácticamente errores y armarte otra vez y plan de partido para pasado mañana, que es lo que nos toca ahora.

Pasada la Copa, vuelve la Liga y lo hace con el colíder, que ha marcado en todos sus partidos, un dato que empleó para maximizar al rival sin darse cuenta -o sí- de que también estaba minimizando a los suyos. Así habló del Racing. «Es un equipo con un talento increíble; increíble en ataque, con mucha facilidad para hacer gol, lleva un montón de goles a favor; tiene mucho potencial en ataque pero bueno, nosotros creo que somos un buen equipo también», visualizó con una óptica, cuanto menos, humilde.

Recordó el gran encuentro del curso pasado en El Sardinero, donde ganó el Cádiz «haciendo un gran partido». Pero como lo pasado, pasado está, ahora lo que cuenta es que «ellos tienen sus armas y nosotros las nuestras». Para él, «todo puede empezar por tratar de defender bien; de hacer un trabajo defensivo bueno ante un equipo que hace goles con muchísima facilidad por el talento que tiene», alertó antes de decir que lo que le preocupa, más que sistemas, es armarse bien en defensa y «competir bien».

Volvió a la calidad del Racing para destacar las ausencias en su plantilla. «Hay jugadores que resuelven por sí solos los partidos y esos los puede tener el Racing de Santander pero nosotros no los tenemos, nosotros el trabajo que hacemos lo hacemos en colectivo. El Cádiz es un equipo que tiene que estar bien colectivamente y hacer un buen trabajo defensivo para explotar también las cualidades de la gente de arriba», insistió. Sin salirse de esa idea, subrayó que «ha quedado demostrado que a golpes no vamos a ser competitivos». Y es que para Garitano, «quitando el Racing y dos o tres más, el resto de los otros veinte equipos tenemos que empezar la casa por los cimientos y no por el tejado y en eso tiene que estar basado el éxito nuestro», repitió.

Choque de ideas

Fue a raíz de una pregunta en la que se le hacía ver que, tras tres encuentros sin ganar en casa, la afición, y al margen del rival, iba a ir al estadio con la idea de ver ganar a su equipo, algo así como una necesidad. Ante esto, el vasco respondió si no con sorna, sí con una ironía que refleja sus pensamientos claramente. «Vamos sextos, pero si lo que queremos es ir los primeros pues tenemos que ganar de seguido; esta semana, la siguiente, la siguiente y la siguiente. Para ir los primeros, y no los sextos, tendremos que ganar en la mayoría de las jornadas», se revolvió con exageración no disimulada. Y se repitió. «Es verdad que en casa llevamos ya unos partidos sin ganar, pero para ir los primeros necesitamos ganar todo el rato porque si ir los sextos no nos es suficiente entonces tenemos que intentar ganar todos los partidos».

Repreguntado tras sus infladas y no reales respuestas por si entiende que se le está pidiendo demasiado desde el entorno volvió a responder que entiende esa premura por ganar como local. «Por supuesto, nuestra fortaleza tiene que ser ganar en casa y tenemos que mejorar», coincidió, esta vez desde la sensatez, con el periodista. Dicho eso, volvió a revolverse con acritud. «Pero ya te digo que para ir los primeros, como estás hablando de una obligación como que es una obligación que tenemos que ganar pues sí o sea, si la exigencia es ir los primeros tenemos que ganar sí o sí o sea, es un partido a vida o muerte para quedar los primeros», dijo desde, nuevamente, la ironía.

Un poco más frío, entiende que «la obligación no es ganar, la obligación es intentar ganar, intentar estar lo más arriba posible. O sea, sí, exigencia sí pero es un partido más de la Liga y venimos de ganar en Córdoba; intentaremos conseguir la segunda victoria consecutiva que para nosotros es muy importante y sobre todo porque en casa hemos sido hemos dejado de ser fuertes en los últimos partidos. Es un partido importante para eso pero no es un partido decisivo», quiso zanjar el asunto entrando, por fin, en la deriva que se le cuestionaba aunque de mala gana cuando se le recordó que, además, la imagen de su equipo no está siendo nada buena.

Finalizó la rueda de prensa dándole vueltas a si Suso u Ontiveros no son esa clase de jugadores que pueden resolver esos encuentros que sí -dice- que tienen los de arriba. En esto volvió a recordar que el éxito de los suyos se deberá «a ser sólidos». Y remató con algo que también asombró. «Somos un buen equipo, de hecho estamos en 'play off', pero a golpes no podemos jugar ni contra el Murcia, tampoco ni contra el Murcia», recalcó dándole mucho sentido a la carencia que quiere destacar semana tras semana.

Por último, dice no estar interesado ahora en el mercado de invierno porque dice estar «centrado en sacar máximo rendimiento a los jugadores que tengo porque todavía se les puede sacar mucho más rendimiento; esa es mi tarea y mi obligación», manifiesta entendiendo que la dirección deportiva «estará trabajando en ello como todas».

La sensación de esta última rueda de prensa es que el entrenador del Cádiz, a pesar de venir de ganar en Córdoba, está nervioso. Tan nervioso que ve a su equipo en puestos de 'play off' cuando va séptimo a un punto del sexto. Más allá de que pueda tener razón en que no hay mucha más leña de la que arde, lo que no es menos cierto es que el personal comienza a aburrirse de un juego anodino al que, para colmo, no se le acompaña con los resultados que envolvieron la media verdad de las primeras jornadas.

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