Vecinos del Casco Antiguo estallan: «No puede ser que el Ayuntamiento no tenga una solución contra el orín»

La presidenta vecinal reprueba las declaraciones del concejal acerca de la imposibilidad de acabar con esta problemática

Modelo de botellas antiorín que Lipasam desarrolló exclusivamente para una feria de mascotas ABC

Jesús Bayort

La confirmación municipal del colapso ante la problemática de salubridad y suciedad provocada por el orín de los perros ha generado una nueva polémica entre los vecinos del Casco Antiguo , quienes denuncian que el hedor suscitado por estas necesidades fisiológicas de los animales, sumado al desinterés de sus propietarios a limpiarlos, les hacen imposible llevar a cabo una «s ana convivencia con los animales y sus amos».

Si ayer informaba el delegado de Bienestar Social, Juan Manuel Flores , que por el momento no hay modo de solucionar a ninguna escala este embrollo, hoy es la presidenta de las asociación de vecinos Estación de Córdoba, Lola Dávila , quien contraataca afirmando que se sienten « engañados » después de «haber estado trabajando durante meses desde la comisión de limpieza del Casco Antiguo en conjunción con Lipasam, la asociación de vecinos de San Lorenzo, de Santa Cruz, del Pumarejo, de las ampas de Altos Colegios y la asociación de comerciantes Alcentro».

Los vecinos del Casco Antiguo, quienes enarbolan la bandera de la lucha contra la insalubridad municipal , llevaron al pleno del Distrito en el mes de febrero una moción para que los propietarios de los canes estuvieran obligados a portar unas botellas diseñadas por Lipasam en las que se formaría una mezcla que diera fin a los olores de estos orines.

Juan Manuel Flores reconoció este lunes, durante la presentación de la nueva ordenanza municipal contra el maltrato animal, que el Consistorio por el momento sólo puede esperar a ver cómo actúan otras ciudades porque «la idea de las botellas generaría una nueva problemática: acudirían las aves a beber a los charcos que se formasen».

«Me parece perfecto que el Ayuntamiento promueva la convivencia entre ciudadanos, mascotas y propietarios, pero esa convivencia debe ser para ambos lados, no puede ser que los perjudicados siempre seamos los mismos », indica Lola Dávila.

«Lipasam ya desarrolló unas botellas que eran idóneas para repartirlas entre los propietarios, al igual que hay máquinas expendedoras de bolsas para la recogida de excrementos. No entiendo porque no han querido continuar con el proyecto por el que tanto luchamos para el bien de Sevilla», expone la representante vecinal.

Las botellas citadas anteriormente por Dávila, fueron desarrolladas por Lipasam y utilizadas exclusivamente para « Surmascotas », la feria de mascotas celebrada en Fibes.

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