MERCADO navidad

Los pescaderos de Cádiz aconsejan sobre el marisco para Navidad: «Se puede congelar un mes y medio antes, sigue igual de bueno»

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Los vendedores de la Plaza de Abastos gaditana ya están en plena actividad y advierten de una subida de precios que irá al alza. «La gente lleva viniendo desde noviembre a comprar para Nochebuena»

Los precios del maricos, al alza en los próximos días. NACHO FRADE
Esther Macías

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Menos de tres semanas para que las cenas vuelvan a casa por Navidad. Y ya se nota en el ambiente. Luces, prisas, muchas bolsas. Y alegría, porque pese a todo, son días alegres. La lluvia abre la mañana sobre el Mercado Central de Abastos de Cádiz con un leve tamborileo que parece marcar el compás del día, como si también se estuviese preparando para la fiesta.

A poco más de veinte días para la Nochebuena, el aire está impregnado de una prisa contenida. Esa sensación de diciembre que obliga a caminar más rápido, a mirar el reloj, a revisar la lista mental de comidas, encargos y celebraciones.

Los pasillos del mercado, que normalmente invitan a la calma, ya se van transformado en corredores llenos de vida. Las bolsas chocan, los carros se enredan y las voces -de vendedores y compradores- se mezclan para anticipar la banda sonora de las fiestas. Cádiz entra en la Navidad no solo por el encendido de luces, sino con el movimiento inquieto de la plaza.

En el primer puesto de pescados según se entra en la Plaza, Álex, pescadero de manos firmes y memoria experta, limpia piezas de atún y merluza sin perder de vista la oleada de gente. Con la amabilidad que le caracteriza desde el principio, explica que, por ahora, todo está tranquilo: «Ni el atún sufre grandes altibajos ni otros tipos de pescado sufren sobresaltos de precio. En mi caso, la subida la noto en verano», dice mientras retira una espina casi invisible. Las fiestas siempre alteran el mercado del marisco, pero aún faltan unos días para esa ola.

Imagen - «La subida de pescado se nota más en verano, es el precio del marisco el que sufre en Navidad»

CESTA DE NAVIDAD

«La subida de pescado se nota más en verano, es el precio del marisco el que sufre en Navidad»

Álex

Vendedor de pescado del Mercado Central de Abastos

En cambio, el rincón del marisco parece vivir en un calendario propio. Los langostinos brillan sobre el hielo como si supieran que su protagonista se acerca, y las gambas blancas ya empiezan a sufrir variaciones en su precio. El responsable del mostrador lo explicaba con la destreza de quien ha vivido muchos diciembres. «Cada vez más gente se adelanta, congela, planifica. Muchos hacen la compra de Navidad antes de que diciembre llegue a su ecuador, a principios de noviembre, como si prever fuera, también, una forma de celebración», explica Juan.

Cerca de allí, una madre y su hija recogen sus cajas bien envueltas con un kilos de langostinos «para dejarlos listos», comentan entre risas. Otros compradores, con menos tiempo que deseos, se llevan bandejas surtidas de marisco, preparadas para entrar directamente al congelador. La previsión se ha convertido en un hábito casi tan asentado como poner el árbol a principios de mes.

Precios y productos del marisco en Navidad

En estos días previos a la celebración de la Navidad, se vive la certeza de que los precios seguirán subiendo a medida que se acerquen las fiestas. Es una especie de fiebre tranquila, conocida por todos, que cada diciembre se apodera del mercado gaditano. Las miradas rápidas hacia los carteles, los cálculos mentales, los suspiros discretos… forman parte de la escena. La gamba blanca -reina incuestionable de muchas mesas- ronda ya los veinte euros el kilo, o tres cincuenta el cuarto, según el tamaño y la viveza del género.

Imagen - «Desde principios de noviembre la gente está haciendo la compra de la Navidad»

CESTA DE NAVIDAD

«Desde principios de noviembre la gente está haciendo la compra de la Navidad»

Juan

Vendedor de marisco en el Mercado Central de Abastos de Cádiz

Las cigalas, llenas de coral y deseadas por quienes buscan un bocado más festivo, se venden a seis euros el cuarto, brillando sobre el hielo con un rojo casi ceremonioso. Las bocas de cangrejo XL, firmes y generosas, alcanzan los veintiocho euros, mientras que en otros puestos las gambas frescas suben hasta los treinta y seis euros el kilo, dependiendo de su calidad.

Los carabineros -esos gigantes rojísimos que son joya y capricho a la vez- rondan precios altos, variables según la talla, pero siempre con ese aire de lujo que hace que el comprador se lo piense dos veces antes de señalar al vendedor. Y aun así, las bandejas no dejan de moverse porque en Cádiz, diciembre viene con mar, y la mesa de Nochebuena no se entiende sin ese gesto ancestral de traer al hogar un poco del Atlántico.

Imagen principal - El Mercado Central de Abastos de Cádiz comienza a prepararse para las compras de cara a la Nochebuena.
Imagen secundaria 1 - El Mercado Central de Abastos de Cádiz comienza a prepararse para las compras de cara a la Nochebuena.
Imagen secundaria 2 - El Mercado Central de Abastos de Cádiz comienza a prepararse para las compras de cara a la Nochebuena.
El Mercado Central de Abastos de Cádiz comienza a prepararse para las compras de cara a la Nochebuena. NACHO FRADE

La fruta, intacta

En la parte de frutas, el ambiente es más colorido y más pausado. Los montones de mandarinas desprenden un aroma dulce que se mezcla con el de las piñas recién abiertas. La uva, inevitable protagonista de fin de año, mostrará un pequeño repunte.

Pero si el marisco marca el pulso del 24, son las carnes y el jamón las que dibujan el paisaje culinario de los días grandes. En varios puestos, especialmente en Chicharrones Curro, los charcuteros comentan que noviembre había traído un goteo constante de encargos. Jamones de distintas procedencias, paquetes de loncheado fino para las familias que prefieren tenerlo todo listo, embutidos artesanos y quesos de la sierra.

Las carnes preparadas también viven su particular auge. Pechugas rellenas con frutos secos, corderos adobados, piezas trenzadas listas para entrar al horno sin más esfuerzo que encenderlo. Muchos compradores buscan justamente eso. Soluciones que ahorren tiempo en una época en la que cada minuto parece reservado para algo.

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