Festividad de todos los santos
Cádiz se rinde a su Virgen de la Palma en una jornada de fe, historia y gratitud
La Viña se llenó de emoción y fervor para acompañar a su Reina en el día del Milagro del Maremoto
Fotos: Procesión de la Virgen de la Palma
Cádiz
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Iniciar sesiónUn año más el 1 de noviembre ha vuelto a ser muy especial en el barrio de La Viña y en todo Cádiz. La ciudad recordaba el Milagro del Maremoto de 1755 cuando la Virgen de la Palma frenó las aguas que enfurecidas alcanzaban las murallas de la Caleta. Esta jornada, declarada desde 2023 Bien de Interés Cultural, se vivía desde muy temprano en el templo del barrio con una primera misa a la que le seguía el tradicional rosario cantado para proceder a la bendición de las aguas. Hermanos y miembros de la junta de gobierno de la corporación del Lunes Santo participaban en ese momento en el que el director espiritual y párroco de La Palma, Daniel Robledo, consagraba el mar recordando aquel gesto de fe que salvó a Cádiz hace 270 años.
Posteriormente regresaba la comitiva a la iglesia hasta que antes del mediodía salía la Virgen bajo su cúpula y se ubicaba sobre una plataforma dispuesta para esta jornada excepcional ya que, por ser el 270 aniversario del Milagro del Maremoto, la Función Votiva, al igual que hace veinte años, se celebraba en la calle de La Palma engalanada y repleta de fieles, devotos, hermanos, además de autoridades civiles, militares y religiosas.
En el altar, junto a la Virgen, el hermano mayor Pedro Bueno renovaba el voto de agradecimiento a Nuestra Señora de la Palma, un gesto que se ha producido de forma ininterrumpida desde 1755. El obispo de la diócesis, Rafael Zornoza Boy, volvía a presidir esta importante Eucaristía, solemne pero profundamente popular, cantada por el coro parroquial de La Palma, que interpretaba la Misa Típica Gaditana, de la que se han cumplido 50 años de su creación. La triple efeméride de La Palma se completa este 2025 con el 250 aniversario de la concesión del título de la Archicofradía.
Procesión de alabanza
Por la tarde la expectación iba en aumento. La calle estaba perfectamente engalanada dispuesta para recibir a la Reina de la Viña en este 1 de noviembre. Numerosas personas aguardaban el inicio de la procesión. La banda de Cornetas y Tambores de la Vera-Cruz de Utrera que acompaña al Cristo de la Misericordia el Lunes Santo marcaba el inicio del cortejo. A partir de ahí se abrían las puertas de la pequeña iglesia viñera y comenzaban a salir los hermanos y devotos además de representación de distintas hermandades y asociaciones que precedían a la Virgen. Repicaban las campanas y se veía ya el cuerpo de acólitos. En la presidencia, junto al hermano mayor, iban el padre Daniel Robledo y también Rafael Iglesias, recién nombrado director espiritual del Consejo Local de Cofradías de Cádiz.
Se aproximaba a la salida el paso de la Mística Palma exornado con flores en distintas tonalidades de rosa y nardos. Llevaba en esta ocasión los guardabrisas de la hermandad del Huerto. Sonaba el himno nacional interpretado por la banda de música Julián Cerdán de Sanlúcar que es la que acompañaba a la Virgen. Se remataban algunos detalles como la colocación de la parte superior de la cúpula y se preparaban los cargadores para iniciar la salida procesional.
La Reina de la Viña se mostraba radiante, vestida con su terno bordado en tisú de plata del siglo XIX. Además lucía su corona de oro de la Coronación Canónica y su cetro de oro y entre sus joyas llevaba corales y otras de su ajuar, regalos nacidos del corazón de los vecinos de la Viña, gaditanos y devotos que han querido de esa forma mostrar su fe por Ella. Sobre su pecho lucía con orgullo la Medalla de Oro de la Ciudad de Cádiz otorgada en 1987 como símbolo del amor y reconocimiento de todo un pueblo.
Sobre las seis de la tarde comenzaba el caminar de la Virgen con un mensaje claro del capataz Antonio Valero: «listos y al cielo con la Reina de la Viña». Se levantaba el paso y sonaba entonces la marcha 'Palma Coronada' de Abel Moreno a la vez que se escuchaban las campanas de la iglesia. Avanzaba por la calle con 'Como Tú ninguna' de David Hurtado entre los aplausos, las lágrimas y las miradas de fe y devoción de quienes la esperaban como cada año.
Era el estreno grandioso de una tarde intensa ya que posteriormente quedaban momentos muy especiales y emotivos como la entrada de la Virgen en la Facultad de Empresariales, antiguo hospital de Mora, recordando aquellos años en los que la Virgen de la Palma visitaba a los enfermos cada 1 de noviembre. Y más tarde, la visita a la parroquia de San Lorenzo y la hermandad de los Afligidos en su 300 aniversario. De ahí pondría regreso a su iglesia con la esperada interpretación de la Salve en forma de tango a cargo del coro parroquial de La Palma.
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