DÍA MUNDIAL DEL CORAZÓN

«¿Para qué abrir el tórax si podemos resolver graves problemas cardiacos con punciones en los brazos?»

Las técnicas mínimamente invasivas son el futuro de la cirugía cardiaca

Isidoro Rodríguez Tejero ABC

A.F.L.

Con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebra mañana sábado el doctor Isidoro Rodríguez Tejero , jefe del servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla ha destacado la generalización del uso de las técnicas mínimamente invasivas como el futuro de la cirugía cardiaca a corto y medio plazo.

Espera que el avance a la hora de utilizar técnicas menos invasivas venga de la mano de la sustitución tanto de la válvula mitral como de la tricúspide, ambas técnicamente más difíciles debido a la complejidad anatómica de las mismas.

Asimismo, el especialista destaca la progresiva mejoría en el material empleado, que permite simplificar el implante, empleando vasos de menor calibre y reduciendo la tasa de complicaciones en las cirugías cardiacas.

«Hace años sustituir una válvula cardiaca mientras conversamos con el paciente constituía una auténtica quimera. En la actualidad, sin embargo, esto se hace como una práctica habitual sustituyendo la válvula aórtica mediante una punción a la altura de la ingle», explica Rodríguez Tejero, que se pregunta «para qué abrir el tórax si se pueden resolver graves problemas cardiacos mediante simples punciones en brazos o piernas».

Hay diversas patologías que pueden ser resueltas de forma no invasiva o mínimamente invasiva , tales como válvulas cardiacas que no abren o no cierran adecuadamente, conexiones anómalas entre aurículas o ventrículos, exclusión de estructuras donde puede formarse coágulos y defectos de nacimiento, entre otras.

Actualmente, una gran variedad de estas patologías son tratadas habitualmente con excelentes resultados en el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa por cardiólogos especialistas en hemodinámica y/o cirujanos cardiacos.

Todas estas técnicas, cuando así lo requieren, cuentan con el apoyo de ecocardiografía transesofágica, que mediante la introducción de una sonda a través de la boca del paciente proporciona imágenes en tiempo real de todas las estructuras cardiacas.

Así, se consigue acortar los periodos de hospitalizaciones , que van desde las 24 horas, en el caso del cierre de conexiones entre aurículas o ventrículos y el cierre de la orejuela izquierda, hasta las 72 horas y 96 horas, en el caso de sustitución valvular aórtica percutánea (la denominada Tavi).

Del mismo modo, el especialista también resalta que, gracias a estas técnicas, hay una notable reducción de la tasa de infecciones quirúrgicas, con postprocedimientos y curas mucho menos dolorosas, así como menos tasa de anemización. En definitiva, recuperaciones más rápidas, con lo que, además, se evitan síndromes depresivos que con frecuencia aparecen en el postoperatorio de cirugía cardiaca.

La sustitución valvular aórtica mediante catéter se reserva hoy en día para pacientes mayores de 75 años o bien de menor edad con comorbilidades, otras patologías asociadas a situaciones de gran fragilidad. No obstante, debido a sus excelentes resultados, la tendencia en los próximos años parece ser ir reduciendo progresivamente el límite de edad. En el resto de técnicas mencionadas, no existe un límite inferior de edad.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación