Sevilla

Los negocios de hostelería y turismo desbancan al lujo en la Plaza Nueva de Sevilla

Empresas de estos sectores se hacen con los locales que han quedado libres en este enclave tan codiciado de la capital

La Plaza Nueva es uno de los enclaves más codiciados de la capital por su estratégica ubicación ABC

Elena Martos

Hace tiempo que la Plaza Nueva dejó de ser la referencia del lujo en Sevilla. La marcha de firmas destacadas como Victorio y Lucchino, Max Mara o El Caballo marcaron ese cambio de modelo. La crisis motivó esta transformación prematura y el elevado coste de la renta, unido a las enormes dimensiones de los locales, dificultaron su ocupación, quedando vacíos durante largas temporadas . Y ahora, buena parte de los emprendedores que se interesan por este enclave de primer nivel son los vinculados a la hostelería y el turismo. En los próximos meses una conocida empresa turística ocupará el establecimiento que en su día fue el gimnasio Plaza, situado junto al hotel Inglaterra.

El inmueble, que cuenta con un acceso propio desde la calle, ofrece una magnífica oportunidad para la multinacional sevillana, que tiene sus oficinas en la primera planta de uno de los edificios vecinos. En la misma acera otro negocio de hostelería tiene previsto abrir en la antigua tienda de Nespresso, que anteriormente había acogido un punto de venta de la marca norteamericana Tommy Hillfiger . El acuerdo también se acaba de cerrar y pronto comenzarán las obras para su adaptación.

Este nuevo restaurante convivirá con Seis, el negocio de la cadena «Tu hogar fuera de casa» que cuenta con otros establecimientos en la ciudad. También se integrará en el resto de la oferta que completa el bar de copas Capitol, que ocupó en su día la firma Agua de Sevilla, y el bar de tapas anexo, propiedad del mismo empresario.

Inmobiliarias

Sin cambiar de acera, apenas unos números más adelante, negocian el alquiler de la antigua sucursal de Bankia varias empresas de servicios a turistas, que no han pasado por alto la disponibilidad del local de la yogurtería, cerrada hace ya un año, como confirma a ABC Álvaro Rojas, socio director de la consultora Realtis, que comercializa varios activos en este enclave . Señala que «se está viendo un resurgir de la Plaza Nueva tras varios años sin demasiados movimientos». Y no sólo en los bajos comerciales , también en las oficinas de las plantas superiores. Como ejemplo pone la llegada de la inmobiliaria Sevilla 2000 o la financiera UCI del Banco Santander , ambos en la esquina más cercana a la calle Méndez Núñez. Este experto señala que «eso es una novedad, pues apenas había habido negocios de este tipo en la plaza». La primera en instalarse fue Sotherty , que ocupa desde hace tres años una esquina destacada en planta baja, junto a la capilla de San Onofre . Está orientada a propiedades de lujo y encaja con el modelo que había tenido hasta ahora este enclave. «Aquello abrió la puerta y otras quisieron tener presencia en esta ubicación», asegura.

El aumento de pernoctaciones en alojamientos de cinco estrellas es fundamental para el segmento del lujo

Sobre esa irrupción de las empresas vinculadas al turismo y la hostelería en tan señalada zona comercial considera que «es un movimiento natural, porque Sevilla está creciendo muchísimo en este ámbito y ofrece más rentabilidad a los negocios que prestan servicios a los viajeros que a los de comercio tradicional ». A modo de previsión dice que «seguramente se abran más negocios de este tipo» en vista de la demanda que genera cualquier inmueble que queda libre.

Fuentes de la consultora CBRE explican a ABC que «ese interés de empresas turísticas y hosteleras se extiende a todo el eje Constitución, Plaza Nueva, Sierpes, Tetuán y Campana». Señalan que, desde que comenzó a crecer el turismo, ha sido la tónica habitual y «no es de extrañar que empiecen a asentarse en zonas que tradicionalmente tenía el comercio o las entidades bancarias».

Momento de cambio

Como algo natural percibe ese desplazamiento Tomás González , presidente de Aprocom. Alude a los márgenes de rentabilidad en esta zona, que deben ser muy altos para poder asumir las costosas rentas. La experiencia le dice que «es muy difícil calcular el valor del metro cuadrado, porque cada inmueble es distinto y tiene unas características que influyen como la adaptabilidad, si es o no una obra nueva y las dimensiones». «Es muy difícil que un comercio pueda permitirse eso, muchas veces ni siquiera un gran distribuidor. Sin embargo en la hostelería o las empresas turísticas sí consiguen esos márgenes», recalca.

Una empresa de servicios turísticos y un restaurante serán los próximos inquilinos del enclave

González recuerda que en su día las marcas vinculadas a ese segmento del lujo se marcharon porque no podían vivir del cliente habitual, pero se muestra convencido de que volverán gracias a ese desarrollo turístico que vive la ciudad. Aclara que «el posicionamiento de estas firmas está vinculado en otras ciudades al aumento de las pernoctaciones y a la apertura de hoteles de cinco estrellas que suelen atraer a un visitante de alto poder adquisitivo». En este mismo entorno ya han abierto dos de ellos y otros dos de esa misma categoría están en obras, en las plazas de San Francisco y la Magdalena. «Todo eso va a atraer a un público que consume artículos de lujo», resalta.

El presidente de Aprocom todavía tiene fresco el recuerdo de la Plaza Nueva de hace quince años: «Entonces hubo un intento de crear un enclave de tiendas más selectas, pero la realidad puso las cosas en su sitio», considera. Y se esperan más cambios con operaciones que se cerraron en su día como la venta del edificio de Telefónica, que tendrá un desarrollo vinculado al turismo , bien como hotel o como apartamentos.

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