TRANSPORTES
Volar de Sevilla a Madrid por cien pesetas
Cuenta atrás para la conmemoración, el 16 de abril de 2019, de los cien años del aterrizaje en Tablada del primer avión que transportó pasajeros civiles,desde Madrid a la capital hispalense
El próximo 16 de abril de 2019 se cumplirá un siglo del primer vuelo comercial en Sevilla . Aquel día aterrizó en la base de Tablada un avión procedente de Madrid. A los mandos estaban los pilotos De Havilland y el capitán de Ingenieros Sousa , que transportaron a la prensa nacional después de un vuelo de más de dos horas de duración.
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El éxito de dicho vuelo de prueba empujó a la compañía inglesa Aviation Transport International a realizar en la primavera y verano de ese año varios vuelos desde Madrid para llevar la prensa de la mañana -ABC y Blanco y Negro- hasta Sevilla, aprovechando el excedente de aviones y pilotos de la Primera Guerra Mundial.
Sevilla ha sido una ciudad con un marcado protagonismo en la aeronáutica española. Su primer aeródromo, ubicado en la dehesa de Tablada, fue testigo de primigenios aterrizajes, como el protagonizado por Emilio Herrera y Ortiz Echagüe , provenientes de Marruecos; los despegues del Cuatro Vientos y el Jesús del Gran Poder o la llegada de los tripulantes del Plus Ultra procedentes de Recife (Brasil), todos ellos hitos importantísimos en la historia de la aviación.
En 1923, el Rey Alfonso XIII inauguraba la base militar de Tablada. La vinculación del Ejército del Aire con Tablada ha sido constante desde sus comienzos. En Tablada se estableció, además, la primera línea aérea regular con el servicio aeropostal entre Sevilla y Larache (en el Protectorado español de Marruecos). El Ayuntamiento lo declaró aeropuerto municipal en 1926, y en 1929, coincidiendo con la celebración de la Exposición Iberoamericana, fue el aeródromo con más tráfico aéreo de España, con 592 llegadas de vuelos regulares y 18 de aeronaves turísticas, en tanto que el de Getafe totalizaba 471 entradas y Barcelona se quedaba en 342 vuelos, a los que se añadían 29 hidroaviones y 25 avionetas de turismo.
El primer vuelo que realizó la empresa aérea Classa (Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas) fue desde Madrid a Sevilla el 27 de mayo de 1929, con un Junkers G.24, que regresó a la capital de España el día siguiente. El precio del billete era cien pesetas. Esta línea tuvo al año siguiente su prolongación hasta las Islas Canarias con servicios intermitentes. Los servicios de Classa fueron asumidos por la compañía Lape (Líneas Aéreas Postales Españolas). A partir del 1 de enero de 1933, los servicios de la línea Madrid-Sevilla pasaron a ser diarios, excepto domingos.
El sueño de los dirigibles
Pero no sólo los aviones han formado parte de la historia aeronáutica de Sevilla, conocidas son también las imágenes del Graf Zeppelin en los cielos de la ciudad, que despertó las pasiones de los sevillanos, especialmente cuando llegó a los aeropuertos de Hernán Cebolla y del cortijo de San Pablo . El aerostato encarnaba el viejo sueño de establecer en Sevilla una línea de dirigibles que uniera Europa con Sudamérica. El 21 de julio de 1928 se inauguraron las obras del campo de Hernán Cebolla, cedido por la familia Sánchez Mejías . El primer vuelo del dirigible alemán sobre Sevilla el 24 de abril de 1929 constituyó un acontecimiento sin precedentes, pero no aterrizó, lo que sí hizo en 1930 en tres ocasiones y en posteriores años.
Con la proclamación de la II República se relanzó la idea de dotar a Sevilla del gran aeropuerto transoceánico que permitiera el uso de dirigibles, aviones e hidroaviones intercontinentales. Pero entre 1931 y 1935 no hubo acuerdos concretos, sino sólo buenas intenciones, que al final quedaron olvidadas durante la Guerra Civil y la posguerra. Es el caso de la propuesta fallida que realizó el Ayuntamiento de Sevilla en 1940 para construir en la ciudad el aeropuerto terminal de Europa. El helipuerto central de Sevilla , pensado para una veintena de plazas, fue otro de los proyectos que quedó sólo en el papel.
Durante un largo período de tiempo, el aeropuerto de San Pablo quedó relegado y no fue reconocido como internacional hasta 1945. Fue en septiembre de ese año cuando se declararon «de interés nacional» las obras del aeropuerto transoceánico de Sevilla. Al año siguiente, fue clasificado como aduanero. A medida que se realizaban obras de reformas y mejoras en el aeródromo sevillano compañías aéreas como Iberia o Aviaco incrementaban sus frecuencias de vuelos y destinos, como Málaga, Valencia, Madrid, Canarias o Lisboa.
Sin embargo, el poco tráfico del aeropuerto -apenas superó los 100.000 pasajeros en 1963- dejaron a Sevilla fuera del esfuerzo inversor y de mejoras emprendido en el Plan General de Aeropuertos 1964-1967 , ya que las instalaciones de San Pablo eran más que suficientes para atender las necesidades del transporte aéreo. A principios de los años 70 se remodeló el área terminal del aeropuerto con la ampliación del estacionamiento de aeronaves en dos ocasiones, en 1971 y 1975, y un nuevo edificio terminal.
De la mano de la Exposición Universal celebrada en el año 1992 , el aeropuerto se vio sometido a una de las remodelaciones más importantes de su historia. Las obras incluyeron la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves hasta los 200.000 metros cuadrados, la construcción de un nuevo acceso desde la carretera Nacional IV, la remodelación de la terminal de pasajeros existente y la construcción de una nueva. Este conjunto de obras, que comenzaron en la primavera de 1989, supuso una inversión total de más de 12.000 millones de pesetas.
El proyecto terminal -según proyecto de Intecsa, elaborado por el ingeniero aeronáutico Marcos García Cruzado , con arquitectura de Rafael Moneo - fue concebido en dos niveles, a fin de poder segregar los tráficos de llegadas y salidas. El 31 de julio de 1991 fueron inauguradas las nuevas instalaciones. El aeropuerto se completó con la construcción de una nueva torre de control frente al área terminal.
