El violador reincidente detenido en Sevilla se queda sin letrado de oficio
El abogado presenta un escrito de renuncia por falta de confianza y se suma a la lista de profesionales que se niegan a asumir esta tarea
El violador detenido la pasada semana en Sevilla tras atacar de manera salvaje a una mujer, a la que eligió al azar, se ha quedado sin letrado de oficio. El abogado que le asistió durante su única comparecencia ante el juzgado de Instrucción 9 de Sevilla presentaba este lunes un escrito de renuncia alegando falta de confianza con su representado. Este profesional asumió la tarea de representar a Fernando G. S., de 57 años, después de que el resto de compañeros del turno de guardia no aceptaran el caso. Al tratarse del abogado más antiguo en ese momento, se hizo cargo de la defensa.
Fernando G. S. no prestó declaración ante el juez. Sí lo hizo ante la Policía, a quien le aseguró que unas voces le conminaron a que cometiera la violación y guiado por ellas se trasladó desde Córdoba para ejecutar la agresión sexual. A la víctima la abordó cuando estaba entrando en su casa y tras amenazarla con un cuchillo, la metió en su domicilio y allí la retuvo durante tres horas para violarla. Poco después de que abandonara el piso, una patrulla de la Policía Local lo localizaba en las proximidades de la estación Plaza de Armas. A pesar de su versión, que encajaría con un enfermo mental, el forense que lo exploró en sede judicial confirmó que estaba en condiciones de afrontar un interrogatorio, pero no lo hizo.
El juez, en base a las diligencias policiales practicadas hasta el momento, decretó la semana pasada su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza y le atribuye la presunta autoría de los delitos de agresión sexual , detención ilegal, robo con violencia e intimidación y lesiones.
Otros casos de gran repercusión mediática también hubo movimientos de letrados
El caso ha tenido una gran repercusión mediática por la condición de reincidente del detenido. Fernando G. S., natural de Linares, fue condenado por una agresión sexual en el año 1998. Ingresó en la cárcel de León y allí permaneció durante 20 años. Volvió a pisar la calle en octubre de 2018, cuando regresó a Andalucía ya habiendo cumplido su pena.
No es la primera vez que hay reticencias desde la abogacía a representar a un delincuente investigado por delitos muy graves y de gran repercusión mediática. En la misma situación se vieron, por citar casos recientes, Bernardo Montoya , el asesino confeso de Laura Luelmo que en pocas semanas cambió hasta tres veces de letrado. Si bien, el último letrado, Miguel Rivera, tras anunciar públicamente que no se hacía cargo del caso, dio marcha atrás y siguió adelante en la causa.
También pasó por las directrices de más de medio centenar de letrados, todos ellos del turno de oficio, el exmilitar cubano condenado a 18 años de cárcel por matar a un hombre en una nave de Carmona . En este caso, según detallaron fuentes del Colegio de Abogados de Sevilla, las renuncia vinieron de los dos lados, tanto de los letrados como del propio reo.
Otros delincuentes de enorme repercusión como el asesino de Diana Quer, tuvieron que recurrir a un letrado de oficio después de que el profesional que había elegido para su defensa, renunciara. José Ramón Sierra justificó esta decisión en la falta de confianza en su cliente.
A pesar de estas dificultades, la justicia española siempre garantiza la asistencia letrada y en caso de que se acepte la renuncia que ha presentado el abogado de Fernando G. S., el Colegio de Abogados le facilitará otro profesional del turno de oficio.
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