«Si no nos ponemos inyecciones perdemos visión»

La Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía (Fada) y la Asociación Mácula Retina han expresado su preocupación ante la situación que se puede crear este verano entre los afectados por enfermedades oculares que necesitan tratamiento con inyecciones intravítreas.

Al disminuir el número de enfermeras y médicos encargados de estos tratamientos —ya que no son sustituidos en el período vacacional—, se produce un déficit de la capacidad asistencial, puesto que no varía el número de pacientes que requieren dicho tratamiento.

Asimismo, y según el presidente de Mácula Retina, Jacinto Zulueta, hay que tener en cuenta que los plazos en los que se administran las inyecciones intravítreas son de vital importancia y deben cumplirse de manera estricta, sin demoras ni aplazamientos.

«En los hospitales grandes como el Hospital Universitario Virgen del Rocío, el Hospital Universitario Virgen Macarena y el Hospital Universitario de Valme, con servicios de Oftalmología que cuentan con más de treinta oftalmólogos, es posible compensar el déficit asistencial, en parte gracias al mayor esfuerzo de los profesionales y, en parte, por la flexibilidad del periodo vacacional.

Sin embargo, en los hospitales pequeños como Osuna, Écija y los chare (Centros Hospitalarios de Alta Resolución) de Utrera y Lebrija solo tienen quirófanos para cirugía inaplazable que pueden incluso llegar a cerrar tras derivar la cirugía a otros centros», señala el presidente de Mácula Retina.

Agrega que el problema al que se enfrentan es que en estos centros pequeños no tienen habilitada ninguna «sala limpia» para poner las inyecciones intravítreas y dependen de la disponibilidad de los quirófanos para llevar a cabo dichos tratamientos.

«Consecuentemente —apostilla—, durante los meses de julio y agosto, muchos pacientes no podrán recibir las inyecciones intravítreas prescritas».

Estas asociaciones consideran que esta situación, que es previsible y evitable, no se puede consentir de ninguna manera porque perjudica la salud de los pacientes ya que no pueden seguir el tratamiento en tiempo y forma.

Zulueta no puede precisar el número de personas afectadas por esta falta de medios a pesar de que ha pedido los datos desglosados por provincia a la Administración sanitaria pero afirma que al año se ponen en el Virgen del Rocío 4.200 inyecciones, en el Virgen Macarena una cantidad similar y «en Valme un poco menos». Lo que sí sabe a ciencia cierta es que estas inyecciones tienen una posología periódica en función del paciente y que tiene que seguir el tratamiento so pena de perder la visión más rápidamente.

Jacinto Zulueta declara que el año pasado ya sufrieron la situación que ahora ven avecinarse y le expusieron al SAS la necesidad de disponer de esas «salas limpias» para no tener que compartir quirófanos en dichos centros sanitarios de la provincia, como las tienen los tres grandes hospitales públicos de Sevilla capital antes mencionados, pero la solución aún no ha llegado y ahora vaticinan lo peor.

Insiste en que temen la llegada de los meses de julio y agosto por la falta de atención que sufrirán estos enfermos.

ABC ha querido conocer la opinión del SAS al respecto y si responderá a las demandas de estos usuarios poniendo los medios adecuados que solicitan desde hace meses pero los esfuerzos han sido vanos.