Sevilla se vuelca con la ayuda a Ucrania y abre sus puertas a los desplazados

Entre hoy y el domingo llegará medio centenar de personas en varios transportes para encontrar un hogar

Un frutero de Montequinto parte hoy a Polonia para traer a desplazados de la guerra

Las donaciones se acumulan ante la puerta de la iglesia ucraniana de Sevilla Vanessa Gómez
Elena Martos

Elena Martos

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Las muestras de solidaridad con el pueblo ucraniano se multiplican cada día en Sevilla. Con más o menos tino, colegios, cofradías, colectivos e instituciones han creado puntos de donaciones y colectas para contribuir. El nexo de todas las iniciativas es la iglesia ucraniana de la calle Santa Clara, que ha ampliado su horario de atención de nueve de la mañana a nueve de la noche sin pausa al mediodía como se hacía antes. Hasta allí se dirigen voluntarios para transportar todos esos productos y materiales sanitarios que recaudan hasta la frontera con Polonia, donde dispone de una nave desde la que distribuye la mercancía a las zonas donde hay más necesidad.

Hoy parten varios transportes que harán el camino de regreso con varios desplazados a bordo. Ese el principal motivo de una misión que cada vez cuenta con más manos. De aquí al domingo se espera la llegada de unas cincuenta personas, entre las que ya viajan en el autobús que ha fletado esta comunidad eclesiástica, que tiene al frente al padre Dmytro Savchuk , y los que traerán los conductores que harán el recorrido de casi 7.000 kilómetros entre la ida y la vuelta para llevar un poco de esperanza .

El Ayuntamiento de Sevilla se ha sumado a esa colaboración que presta la ciudad y organizó la semana pasada un equipo multidisciplinar de trabajo para facilitar la acogida, que es ahora el servicio más urgente. Para ello el alcalde, Antonio Muñoz , se ha puesto a disposición de la Delegación del Gobierno en Andalucía y ha mostrado su apoyo a la Embajada de Ucrania para articular todas las vías de colaboración posibles, entre ellas ofrecer pisos que están vacíos para hospedar a los refugiados.

La tención a los refugiados se llevará a cabo a través de la FEMP, del Gobierno central y de las principales ONG

En los últimos días se han mantenido contactos y reuniones con la Federación Española de Municipios y Provincias , con el Ministerio de Inclusión Social, con la Asociación Sevillana de ONGD (ASONGD), con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y con distintas entidades y colectivos que se están movilizando.

La atención a los refugiados se llevará a cabo a través de la FEMP, del Gobierno de España y de las principales ONG que trabajan con la población desplazada. Asimismo, se mantienen contactos con otras asociaciones y colectivos para colaborar en la resolución de situaciones específicas de familias que puedan llegar a Sevilla.

Sobre el terreno

La Fundación Alalá es una de las organizaciones que se han sumado a este llamamiento y está prestando asesoramiento a un grupo de estudiantes Erasmus que están en Cracovia y a la parroquia de Santa Clara la ayuda a fletar varios autobuses que llevarán alimentos, medicinas y productos de primera necesidad y se utilizarán para traer a decenas de familias hasta destinos seguros en Andalucía.

La empresa sevillana Rosabús también ha cedido dos vehículos para trasladar a los desplazados hasta la capital andaluza. Lo hacen a través de la ONG Infancia de Nad . Ayer salieron hacia la frontera polaca cargados con alimentos y productos de primera necesidad. El conductor no viaja solo, lo hace acompañado por un equipo de dos médicos y dos enfermeros voluntarios del hospital Viamed que prestarán atención sobre el terreno a los exiliados de la guerra que aguardan un transporte.

Su labor se une a la de la Fundación Samu que ha enviado a ocho personas entre las que hay enfermeros, médicos, técnicos de emergencias sanitarias y educadores sociales. Los coordina Borja González de Escalada , vicepresidente de esta entidad, quien explicó a través de las redes sociales que «ya se ha instalado el puesto médico». Se encuentran en el puerto de Tulcea al que llegan ferries con refugiados desde la frontera y allí se han hecho la primeras atenciones. «La colaboración con autoridades locales es total y el equipo está muy ilusionado, con ganas de trabajar y recibiendo mucho apoyo», dijo. Todo un reto para estos valientes.

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