Sevilla

Los huevos duros del comedor del Colegio Turina «saben a plástico» y son «incomibles»

Los padres del centro sevillano se quejan de que sus hijos se quedan con hambre e invitan a la viceconsejera de Educación a comer

Un niño en un comedor escolar ABC

Mercedes Benítez

Vuelven las quejas contra los menús de los comedores escolares . En los últimos días se han repetido numerosas protestas que han llegado a Fampa cuestionando lo que comen los niños en los centros de educación infantil y primaria.

Las últimas protestas están relacionadas con el menú del comedor del Colegio Turina en el barrio del Porvenir. Las quejas, además de colgadas en Twitter han llegado a Fampa . Según fuentes de la federación, el nivel de satisfacción con Aramark, la empresa que tiene la concesión del catering de ese y otros muchos comedores, es «muy deficitario».

Según lo que cuentan los padres, los menús «son escasos en cantidad, poco sabrosos, y nada apetecibles» . Es, según dicen, la tónica general de todas las empresas de catering con línea de frío, donde las comidas se elaboran en cocinas centrales alejadas de los centros escolares, se almacenan en frío durante más de siete días , y con posterioridad manteniendo esa línea de frío se llevan a a los colegios, donde son calentadas y servidas.

Por ello, según los padres, la mayoría de los niños y niñas de quejan de las comidas y salen con hambre del comedor, al punto de volver a comer a las cuatro o cinco de la tarde otra vez. «Los productos no son de muy alta calidad , no hay controles en cuanto a inspecciones in situ, y el empleo que generan es un empleo en precario con bajos sueldos, contratos por horas y descontento laboral», dicen desde Fampa.

Por ello insisten en su solicitud para que se elimine este sistema y se vuelva al modelo de cocinas en los centros gestionadas di rectamente por administración, o mediante convenio con las AMPA.

Los padres y madres invitan a la viceconsejera de Educación, Marta Escrivá a que acuda un día a comer al Joaquin Turina, y luego opine. Una madre escribía el siguiente mensaje: «De un tiempo a esta parte, mis hijos salen del colegio cada día contándome lo mismo: que la comida del comedor es cada vez peor. Cosas tan básicas como los huevos duros que les pusieron la semana pasada, dicen que «sabían a plástico» y estaban incomibles. La mayoría de los días, no se comen ni la mitad de la comida y por tanto pasan hambre».

Y eso que, según el relato de esta madre, sus hijos van al comedor desde que empezaron en Infantil y jamás se habían quejado y suelen comer de todo, por lo que le doy credibilidad a lo que me dicen.

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