Sevilla en los extremos, una radiografía de la ciudad

Barrio rico, barrio pobre

Algo más de 38.000 euros de renta al año separan a los residentes en Santa Clara de los que viven en Los Pajaritos. El barrio más rico de Sevilla no es el más envejecido, ni tiene problemas de paro, tampoco de vivienda para los que se puedan permitir los 200.000 euros de media que vienen a salir los pisos en la zona. El más pobre tira con el salario mínimo interprofesional, corona la lista del desempleo en la capital andaluza y se encuentra entre los cinco con más inmigración. Buena parte de su oferta residencial son bloques sociales con más de medio siglo de antigüedad que necesitan una renovación urgente.

Así es la Sevilla de los extremos que describe el estudio Urban Audit del Instituto Nacional de Estadísticas y que ofrece una magnífica radiografía de las ciudades, mucho más amplia de la que se refleja en las decenas de reportajes que ilustran la miseria y el estancamiento.

Las zonas con mayor capacidad económica no se concentran en un único distrito. Se reparten por toda la ciudad como pequeños oasis de prosperidad. Esta primera lista la encabeza Santa Clara, donde la media de ingresos por hogar alcanza los 50.620 euros al año. En este selecto grupo se encuentran también Tabladilla-Porvenir (50.024 euros por núcleo familiar), Los Remedios (42.989 euros), San Bernardo-Buhaira (42.705) y La Palmera-Heliópolis (40.012).

Además de la saneada cuenta corriente que tienen en común los vecinos de estos núcleos, coinciden en que no encabezan la estadística de la tasa de natalidad, aunque tampoco están entre las cinco demarcaciones con más población en edad de trabajar. Eso sí, tienen un alto volumen de residentes que pasan de los 65 años, especialmente en Los Remedios, donde suman 6.104, un 24,5% del total de los que están allí empadronados.

En el otro extremo se encuentran las demarcaciones con más dificultades que han sido retratadas semanas atrás en todos los medios de comunicación cuando se ofrecieron los primeros datos de este estudio. La lista la encabeza Tres Barrios (Los Pajaritos, Madre de Dios y La Candelaria), donde apenas se superan los 12.300 euros por hogar. Le siguen el Polígono Sur (13.179 euros), Torreblanca (14.661 euros), La Oliva-Letanías (17.519 euros) y Barzola-Villegas (17.917 euros).

La edad de los residentes

El precio asequible de la vivienda, las grandes bolsas de pisos sociales o la misma incapacidad para salir del barrio perpetúa a familias completas en estos núcleos, en los que únicamente mantiene el vigor la tasa de natalidad. Tanto en el Polígono Sur como en Torreblanca alrededor del 20% de los residentes tienen menos de 14 años.

Sin embargo, ninguno de los dos podría presumir del título de ser la barriada más joven de la capital andaluza. Lo tienen Palmete y Padre Pío, donde el 22,9% de los empadronados aún no tiene la edad legal de trabajar. A este grupo se suma Los Bermejales, donde el 20% de sus vecinos son menores de quince años. Las grandes promociones de VPO atrajeron a decenas de parejas jóvenes a finales de los noventa a este enclave y la burbuja inmobiliaria hizo el resto dándole forma a un barrio en un tiempo récord.

Por el contrario, el mayor número de jubilados se concentran en Los Remedios, donde suman 6.104, un 24,5% del total de los que están allí empadronados. Le siguen Nervión (26% de su población con más de 5.000 empadronados y el Polígono San Pablo (4.889 residentes mayores de 65).

Tasa de inmigración

La población extranjera es otro de los indicadores que el estudio del INE tiene en cuenta a la hora de elaborar sus conclusiones. El número de empadronados foráneos cayó en picado en cuanto el paro se fue comiendo los puestos de trabajo que solían ocupar, sin embargo, eso no ha desplazado a las comunidades inmigrantes que siguen concentrándose en La Macarena y Cerro-Amate.

El precio asequible de la vivienda y su cercanía al Centro de la capital andaluza son los motivos por los que han elegido ambas zonas de forma masiva (hay casi 6.000 empadronados). Justo por lo contrario es difícil encontrar a familias extranjeras en Santa Clara, donde apenas hay 180 residentes extranjeros, El Porvenir (621) o San Diego y Los Carteros (310).

Tampoco son habituales en Pino Montano (648) ni el Polígono Aeropuerto (814), donde apenas superan el 2% de la población. Estos enclaves, que tienen una oferta residencial a precios económicos, se encuentran demasiado alejados y no resultan tan atractivos.

El paro

Los barrios con mayor número de parados son Los Pajaritos y Candelarias, el Cerro del Águila, Rochelambert y Juan XXIII, según los datos que recoge el Observatorio Argos, dependiente de la Consejería de Empleo de la Junta. En la oficina que corresponde a estas zonas el 56% de los 13.554 demandates totales lleva más de un año en situación de desempleo y el 90% asegura no tener experiencia en otros empleos que ocupaciones elementales o servicios de restauración y limpieza.

En el otro extremo se sitúan los residentes en Nervión, Santa Clara, Polígono San Pablo y San Bernardo y La Buhaira, donde hay registraron un total de 5.724 desempleados, de los que el 54% lleva más de un año en paro. Sólo la mitad de ellos dice tener experiencia en ocupaciones elementales o servicios. La otra mitad ha trabajado en empleos cualificados y técnicos.

Las demandas

La batería de planes e iniciativas puestas en marcha para reducir la brecha económica y sociocultural cayeron en saco roto durante los años duros de la crisis. El paro y el estancamiento administrativo ampliaron más estas diferencias, que se cronifican en la estadística.

Las medidas que han puesto en marcha las administraciones públicas apenas discriminan entre barrios y ese es precisamente el clamor de los portavoces vecinales de las demarcaciones con más problemas. Fernando de Armas, presidente de la Plataforma Cívica Tres Barrios, destaca la necesidad de un programa específico de empleo para dar otra oportunidad a los residentes, especialmente a los más jóvenes. Explica que «ellos son el futuro del barrio y si se marchan no habrá ninguna esperanza para salir de ese estancamiento». Las nuevas promociones de viviendas sociales es la única medida exclusiva que se ha planteado para Los Pajaritos. Los planes de empleo que han presentado tanto la Junta como el Ayuntamiento de Sevilla «son demasiado generales y tienen muy poca dotación para que pueda haber un impacto», considera.

Tampoco terminan de convencer a Rafael Pertegal, presidente de la Asociación de Vecinos Martínez Montañés, que pide propuestas puntuales para el Polígono Sur. Considera que los datos «hablan por sí solos» como para plantear iniciativas de calado en estas zonas. Proyectos que aporten algo más que un nuevo equipamiento cerrado como la Factoría Cultural levantada junto a las Tres Mil o un centro de negocio donde nadie se quiere instalar.