Sesenta perros han mordido a personas este año en la ciudad de Sevilla

Una vez que se produce la agresión, el Ayuntamiento activa un protocolo para detectar si el animal tiene la rabia

Una niña fue mordida este año por un pit bull durante la celebración de su Primera Comunión en Los Palacios ABC
María Jesús Pereira

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Un total de 59 perros -6 de ellos de razas potencialmente peligrosas- han agredido este año a personas en la ciudad de Sevilla , lo que llevó al Ayuntamiento a activar inmediatamente el protocolo municipal para descartar la rabia en el animal. Esas agresiones no conllevan multa municipal alguna, aunque las víctimas pueden presentar denuncia ante los juzgados y reclamar una cantidad económica en caso de que haya habido daños y perjuicios.

Aunque en Sevilla hay algo 13.250 perros potencialmente peligrosos (pit bull terrier, rottweiler, doberman, american bully, dogo argentino, american staffordshire bull terrier, fila brasileño o akita-Inu), sólo 6 de los 50 perros que agredieron a personas este año entraban dentro de esa clasificación.

Cuando un perro agrede a una persona, e l Ayuntamiento puede multar al dueño de animal en caso de que el animal no esté idenfificado correctam ente, no tenga las vacunas obligatorias o no lleve correa o bozal cuando esté en lugares públicos, según informan fuentes del Ayuntamiento.

El número de agresiones de perros a personas a Sevilla ha descendido drásticamente en los últimos años. En 2017 fueron 100 los canes que atacaron a personas, un 27% menos que el año anterior y un 47% menos que en 2015.

Protocolo

Cuando un perro, sea de raza potencialmente peligrosa o no, muerde o agrede a una persona y se tiene conocimiento de esta circunstancia, el animal entra en el protocolo de vigilancia de la rabia, establecido a nivel autonómico y nacional. Los casos que llegan al Zoosanitario Municipal proceden derivados de los servicios sanitarios del SAS y denuncias policiales que presentan las personas agredidas.

Una vez que el Zoosanitario toma conocimiento de la agresión de un animal a una persona u otro animal, se notifica al propietario la obligación de personarse en el centro de trabajo con el animal agresor, salvo que las fuerzas de seguridad que hayan intervenido deciden el internamiento directo en el Zoosanitario.

En ese momento, se comprueba que el animal se encuentre identificado correctamente y tenga las vacunas obligatorias (rabia) y se inicia la observación sanitaria antirrábica del animal durante 14 días (desde que se produjo la agresión). Esta observación, solo puede ser llevada a cabo por los técnicos municipales veterinarios, quienes determinarán si se realiza en las instalaciones del Zoosanitario o, a petición del propietario, y bajo la aceptación de unas obligaciones, en el propio domicilio del propietario.

Durante este tiempo, los técnicos municipales veterinarios analizaran signos clínicos compatibles con la presencia de rabia. Transcurrido este periodo, y no habiéndose observado presencia de rabia, el animal recibe el alta y regresa con su propietario.

No se sacrifica al animal

«Es decir, el perro vuelve con su propietario, salvo que este haya decidido no volverse a hacer cargo del animal . En este último caso, se deja en el Zoosanitario y entra en el programa de adopción de animales. No se sacrifica el animal, que permanece en las instalaciones hasta que es adoptado. La adopción en el caso de las razas potencialmente peligrosas sólo cabe realizarse con personas que tengan la autorización preceptiva por parte de la Junta de Andalucía», señalan fuentes municipales.

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