Los semáforos de Sevilla cuestan cuatro veces menos que hace diez años

Las medidas que los responsables públicos de Sevilla han ido adoptando en los últimos años para ahorro energético y de costes de consumo empiezan a dar frutos verdaderamente relevantes en algunos ámbitos.

Uno de ellos, de funcionamiento intenso y permanente aunque pase generalmente desapercibido a los ojos de los ciudadanos, es el del consumo eléctrico de los semáforos de la ciudad , del que el Ayuntamiento acaba de elaborar un detallado estudio para valorar la eficiencia energética. En dicho informe del Área de Movilidad, al que ABC ha tenido acceso y que engloba los diez últimos ejercicios ya con los registros completos de 2018, se concluye que actualmente el coste del consumo eléctrico de estos dispositivos reguladores de la circulación es cuatro veces menor que hace un decenio, en 2009. Un dato auténticamente revelador del acierto en el camino adoptado.

En concreto, en el estudio se señala que en el año 2009 , el acumulado de coste de consumo eléctrico de los semáforos fue de 809.137 euros , mientras que la cifra con la que se ha cerrado 2018 ha sido de 207.377 euros , esas cuatro veces menos mencionadas. Todo ello se ha logrado gracias a la adopción de varias medidas desde el año 2013. En julio de ese año, de hecho, se realizó un estudio y análisis en profundidad del consumo y gasto eléctrico que dio como resultado que había que actuar en cuatro apartados: cambio de tarifa; cambio de contadores; revisión de los conceptos que facturaban indebidamente; y adaptación de la potencia contratada.

En ese informe ya se preveía un ahorro de 232.000 euros al año y además se indicaba que había que reclamarle a la compañía suministradora 149.500 euros que habían facturado indebidamente.

La media del gasto de los cuatro años anteriores a aquel análisis elaborado por el Ayuntamiento (2009-2012), en los que aún no se habían tomado ninguna medida, fue de 845.700 euros. La disminución del gasto desde 2013, cuando empezaron a tomarse medidas de ahorro como sustitución de lámparas incandescentes por luces tipo «led» (desde 2013), cambio de tarifa (desde 2014) y adecuación de potencia (desde 2016), respecto a la media de los años anteriores ha sido más que destacable.

Con respecto a esa media de la fase anterior, en 2013 ya se produjo un ahorro de 298.100 euros (pues el consumo fue de 547.600 euros); en 2014 ese ahorro fue ya de 481.580 euros, prácticamente el doble; en 2016 se gastaban ya desde las arcas municipales 547.600 euros menos que la media de la etapa anterior; en 2016 la cifra registrada en los informes de Movilidad fue 642.100 euros menor que la media; en 2017 el ahorro se situó en 651.000 euros y el año pasado se ahorraron 638.300 euros , pues el coste del consumo fue de esos 207.377 euros.