INFRAESTRUCTURAS

La puesta a punto del puente de las Delicias, una obra contrarreloj

Una treintena de operarios trabajan en dos turnos para las labores de mantenimiento que concluirán en la noche del 2 de septiembre

Uno de los técnicos, junto al sistema hidráulico del puente de las Delicias Juan Flores

Elena Martos

Dos turnos trabajan a destajo, mañana y noche, los siete días de la semana en los pilotes del puente de las Delicias . Estas labores de mantenimiento, que han obligado a cortar el tráfico en el sentido de entrada a Sevilla, son fundamentales para que el acceso deje de sufrir los sucesivos fallos mecánicos. Es la primera puesta a punto de esta envergadura que se hace desde su inauguración en 1990 y de ello se encarga una UTE formada por las empresas Api Movilidad , Imesapi y Ecocivil Electromur .

ABC visita los trabajos que se realizan en la parte interna del puente, donde la actividad bulle. El aspecto desolado de la superficie contrasta con lo que se vive apenas unos metros más abajo, junto al paso ferroviario, que es lo único que no se tocará en esta revisión profunda. Raúl Díaz , coordinador de la obra, es el que se ofrece como guía entre el andamiaje que se ha instalado en la cámara que queda bajo el carril cerrado al tránsito. Justo allí se guardan los contrapesos de las hojas cuando se abren, un espacio reducido que no permite el uso de grúas ni maquinaria voluminosa. «Trabajamos con andamios y poleas porque aquí no hay otra manera de operar», explica este ingeniero, que fue también el encargado de controlar los trabajos de mantenimiento del puente Carranza de Cádiz hace apenas un par de años.

Similitudes entre ambas operativas dice que hay que pocas, pues «cada puente es distinto. Solo hay un puente Carranza en el mundo y solo hay un puente de las Delicias. Todo lo que hacemos aquí se ha diseñado y es específico para este encargo ».

Desde que arrancó la primera fase el pasado octubre han pasado por los bajos del paso móvil más de 200 personas . Hoy continúa una treintena de operarios de varias empresas realizando las labores de sustitución, colocación de piezas y soldadura. Aclara Díaz que ha encontrado una especial complejidad en la faena porque «la obra no estaba preparada para este tipo de mantenimiento». Allí todo encaja al milímetro y ha sido necesario levantar el tablero con gatos hidráulicos para trabajar. El firme está elevado unos dos centímetros al inicio y alcanza un desnivel de quince en la zona central. Ese bordillo y la necesidad de quitar el cerrojo que une las dos hojas cuando está cerrado es lo que ha forzado a realizar el larguísimo corte de tráfico.

Raúl Díaz, coordinador de las obras del puente J. Flores

«Sabemos lo que supone este acceso para la ciudad, por eso tenemos la fecha del 2 de septiembre grabada a fuego », admite Díaz, convencido de que si no han terminado los trabajos, tendrán que continuar bajo el tráfico. En esta última fase se está renovando parte de la mecánica con nuevos cerrojos y rodamientos. Ya se han cambiado también los sistemas electrónicos y se han sustituidos las instalaciones hidráulicas con nuevas bombas. El ingeniero recalca que «todo lo que se ha metido —en lo referente a los sistemas electrónicos— es de altísima gama. El Rolls Royce de los puentes móviles». En teoría, todo ese esfuerzo terminará con el rosario de averías , los fallos y la lentitud de movimientos que ha venido arrastrando el enlace en los últimos años, afectando tanto al tránsito rodado como al naval.

Y no es que no tuviera la mejor tecnología cuando se construyó, es que «por su tablero pasan a diario 100.000 vehículos , cinco veces más de los que cruzan el Carranza, y que se abre una media de entre 250 y 300 veces al año. «Con esa actividad era necesario una actuación profunda».

El equipo de trabajo ha comenzado por uno de los pilotes y en las próximas semanas comenzará a trabajar en el otro, lo que provocará una reordenación de las vallas en el exterior. Según explica el encargado de las obras, « habrá que cortar el carril que ahora está en uso y liberar el otro ». Sin embargo se mantendrá el mismo sentido del tráfico para que siempre sea de salida hacia la SE-30.

También advierte de que una vez concluidas las obras habrá que hacer cortes puntuales para las comprobaciones durante ese periodo de rodaje. Será durante los días posteriores a su puesta a punto, pero «no hay que alarmarse, porque se programarán para que afecten lo menos posible, preferiblemente por la noche y tendrán un corta duración».

El coste de esta intervención ha sido de 2,4 millones de euros, que traducido a pesetas son casi 400 millones, una quinta parte de lo que en su día cobraron Dragados y Construcciones S.A. por levantarlo en 1990. La junta del Puerto de Sevilla y el Ayuntamiento financiaron aquel desembolso, hoy lo hace en solitario la Autoridad Portuaria.

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