Carteles que anuncian la primera reubicación del cotillón prohibido este martes
Carteles que anuncian la primera reubicación del cotillón prohibido este martes - ABC

La Policía detecta el segundo cotillón que carece de licencia para esta Nochevieja

Al promotor de la fiesta, prevista en un cortijo entre Pino Montano y San Jerónimo, ya le han notificado que no tiene permiso para que se celebre el evento

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El Ayuntamiento de Sevilla ha informado este miércoles, en la víspera de la Nochevieja, que le han notificado al promotor de un cotillón, previsto en un cortijo entre Pino Montano y San Jerónimo, que no tiene permiso para la celebración del evento. En caso de seguir hacia delante con la fiesta, se expone a que la Policía Local la clausure.

Se trata del segundo cotillón previsto en la capital donde se han detectado irregularidades. Los organizadores de otra fiesta, que se iba a desarrollar en la finca La Encarnación, también en Pino Montano, han trasladado «in extremis» el evento al Complejo Oasis, en la antigua discoteca Sevilla Mía.

Si bien, unas fotos difundidas por el canal oficial de twitter del servicio de emergencias de Sevilla confirmaban que en un primer momento, tras confirmarse que carecían de permisos para organizar la fiesta, la dirección del evento había anunciado a través de cartelería que se trasladaban a otra finca rural en Alcalá de Guadaira.

Ya se habían vendido 2.000 entradas.

Este periódico ha intentado conocer el emplazamiento exacto de esta segunda fiesta sin permiso para alertar a los clientes que ya han comprado una entrada y ofrecer así un servicio público. Pero el Ayuntamiento no ha facilitado esa información. Tan sólo ha indicado que «se trata de una fiesta prevista en un cortijo ubicado en la zona norte de la ciudad que no cuenta con la preceptiva licencia para actividad ocasional que, de acuerdo con la Ordenanza Reguladora de Obras y Actividades, se requiere para llevarla a cabo».

Fuentes consultadas por este periódico han confirmado que el promotor, que había alquilado las instalaciones, ha alegado que no tenía conocimiento de que el cortijo, donde se han celebrado otros eventos similares, no tuviera la licencia perceptiva.

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