«En octubre, con el Domund, Sevilla se vuelve misionera»
El próximo domingo, día 22 de octubre, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Propagación de la Fe
«Sé valiente. La misión te espera» es el lema elegido para el Domund 2017, nombre con el que se conoce en España la Jornada Mundial de las Misiones , que se celebra cada año en la Iglesia universal para rezar por la misión y ofrecer la oportunidad de llevar a cabo un gesto solidario de ayuda material con el que se atienden las necesidades de los 1.113 territorios de misión.
El objetivo del Domund es hacer visible la dimensión universal de la misión de la Iglesia y mover el corazón de todos para compartir la fe y la caridad con las Iglesias más pobres gracias a los donativos.
Misioneros sevillanos
Como dijo el Papa Francisco, la Iglesia «es misionera por naturaleza. Si no lo fuera no sería la Iglesia de Cristo. Sería sólo una asociación entre muchas otras».
El Domund es una ocasión privilegiada para volver la mirada con gratitud a cerca de 13.000 misioneros españoles que se encuentran en los territorios de misión, de los que unos 200 son misioneros sevillanos , religiosos y diocesanos. Casi el 70% de los misioneros españoles se encuentran en el continente americano, seguido de Europa y África (con algo más del 12% cada uno), Asia con el 6% y Oceanía en último lugar con casi el 0,40%. Por estado canónico más del 50% son religiosas, religiosos (34%), sacerdotes (7,6%), laicos (7,3%) y obispos (1%).
El número con más misioneros españoles sería Perú , con 845, seguido por Venezuela (816) y Argentina (555). Los territorios de misión son los lugares donde el Evangelio ha llegado más recientemente y por tanto, la Iglesia todavía está consolidando, y constituyen el 37% de la Iglesia Universal.
Las necesidades son ingentes, teniendo en cuenta que el 47% de la humanidad y el 21% de los católicos viven en estos territorios. En total de las 2.998 diócesis en el mundo, 1.113 son territorios de misión.
En el año 2016 las colectas realizadas y canalizadas por las 130 Obras Misionales Pontificias (OMP) del mundo distribuidas a través del Fondo Universal de Solidaridad de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe supusieron casi 90 millones de euros, de ellos más de doce fueron aportados por nuestro país. Se atendieron más de 4.000 proyectos misioneros por todo el mundo, 658 sostenidos por España, llegando a 176 diócesis de 37 países en cuatro conti- nentes.
De los 658 proyectos, 172 fueron destinados a gastos ordinarios de las diócesis, 92 a catequistas, 293 a construcción y reforma de edificios, 11 a la compra de vehículos y medios de locomoción, 25 a equipamientos de locales parroquiales, 16 a comunicación y 49 a pastoral.
De Sevilla a Roma
En el caso del Domund, «el dinero de la colecta va directamente a Madrid, y desde allí a Roma, y es el Papa con su equipo quien lo distribuye», según afirma Eduardo Martín Clemens , delegado episcopal de Misiones y director diocesano de las OMP.
Como escribe monseñor Asenjo en su carta pastoral del próximo domingo, «el Concilio Vaticano II nos encareció que la misión es un compromiso de todo bautizado y de cada comunidad cristiana. No es algo marginal en la vida de la Iglesia, sino algo que pertenece a su esencia más profunda».
La Archidiócesis de Sevilla celebrará ese día de tres maneras distintas: dedicando vigilias de oración por las misiones, ofreciendo la Misa del domingo por la evangelización de los pueblos (en la que también se leen los mensajes del Papa y el arzobispo), y llevando a cabo la colecta preceptiva pontificia.
«La fotografía corresponde al Norte de Perú con una de las familias que quedaron sin hogar tras las inundaciones. Se da el caso de ser una familia no católica y que sin embargo todos los días rezan el rosario porque se lo enseñaron unos misioneros a sus antepasados», comenta el elegado episcopal de Misiones. Eduardo Martín Clemens considera «muy necesario en este momento la e vangelización integral y explícita pues una trabajo misionero que pospone el anuncio explícito a los proyectos sociales queda mutilado y así mismo ignorar lo social y el compromiso temporal es no conocer el Evangelio en integridad", dice.
«El misionero no es un héroe sino un hombre de fe que, porque es valiente, corre el vértigo de dar el salto y salir de sus comodidades para evangelizar donde Cristo está mas dolorido», añade.
