El nuevo ecógrafo del hospital de Valme de Sevilla detecta lesiones minúsculas

La moderna técnica de fusión de imágenes reduce también complicaciones

Juan Antonio Luque García realizando un estudio con el ecógrafo adquirido ABC

Amalia F.Lérida

El hospital de Valme dispone de un nuevo ecógrafo de última generación que ha sido adquirido por el SAS en colaboración con Fondos Feder y una inversión de 65.763 euros.

Tiene como novedad la incorporación de una innovadora técnica en la sanidad pública sevillana: la fusión de imágenes . Instalado en la unidad de gestión clínica de Radiodiagnóstico, dirigida por Rafael Aznar, está dotado con cinco sondas e incluye una de carácter intracavitario para procedimientos intervencionistas.

Su alta resolución permite realizar numerosos estudios para diversas especialidades médicas. Desde ecografías convencionales, a valoraciones hepáticas a través de elastrografías, doppler o, ecografías más complejas con contraste.

Las técnicas de imagen seccional convencionales (ecografía, tac o resonancia magnética) tienen un papel muy importante en el diagnóstico no invasivo y, especialmente, en la planificación de estrategias terapéuticas para tumores. Este ecógrafo está habilitado para llevar a cabo dichas actuaciones terapéuticas con una mayor eficacia y seguridad a través de la combinación de imágenes. Además, está preparado para fusionar imágenes de distintas técnicas diagnósticas, lo cual favorece una mayor calidad que permite detectar lesiones minúsculas.

Puede fusionar imágenes de radiografías, resonancias y tac que a través de un sistema de GPS lo faculta para localizar las lesiones y llevar a cabo procedimientos intervencionistas con mayor precisión y seguridad.

De modo que, lo que antes se hacía a ciegas, ahora ya se puede hacer de forma ecoguiada. Es el caso de punciones, biopsias o ablación de tumores. Entre los beneficios de la aplicación del ecógrafo con la técnica de fusión de imágenes destaca la reducción del tiempo de ejecución de la prueba diagnóstica al disponer de una mejor visualización de las imágenes .

Ello redunda en una reducción del número de punciones, de la aplicación de anestesia y reducción del dolor, minimización de complicaciones e incremento de la comodidad y del paciente. A ello hay que sumar el incremento de la seguridad del paciente al evitar, a través de los ultrasonidos, la exposición a radiaciones ionizantes. Del funcionamiento de este nuevo equipamiento tecnológico podrán beneficiarse más de 8.000 pacientes. Entre las diferentes aplicaciones de esta nueva tecnología, están previstas las punciones para biopsia de próstata. El cáncer de próstata es el más frecuente entre los hombres.

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