Elecciones municipales Sevilla 2019
Las municipales se convierten en una reválida para el PP en Sevilla
Tras los malos resultados en las autonómicas y las generales, los populares necesitan levantar cabeza en la cita electoral de mayo
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Hace sólo cuatro años, en las elecciones municipales de 2015 , el PSOE se impuso con claridad, con el 37 por ciento de los votos , y el PP quedó en segundo lugar con el 23,9 por ciento de los sufragios. A una distancia sideral se situaron IU, con el 12,9 por ciento de los votos; el PA, con el 5,33 por ciento; Ciudadanos, con el 5,31 por ciento; y Participa Sevilla, con el 3,3 por ciento. El resto de los partidos obtuvieron menos del 1 por ciento de los votos.
Era la fotografía fija del bipartidismo en la provincia , en la que los socialistas gobernaban en las principales ayuntamientos y los populares intentaban hacerse fuertes en varios núcleos urbanos, incluyendo la capital, donde se impuso por un estrecho margen de 3.000 votos.
Cuatro años después, sólo 48 meses después, la fotografía parece del siglo pasado. Algunos partidos ya no existen, han aparecido otros y, sobre todo, los equilibrios se han alterado de forma abrumadora. La doble cita electoral de diciembre (autonómicas) y abril (generales) dibuja un escenario en el que el PSOE sigue siendo el partido predominante : en las autonómicas bajó al 29,98 por ciento, pero en las generales calcó el 37 por ciento que obtuvo en las municipales de 2015.
El PP se ha desplomado con estrépito. En las autonómicas fue la cuarta fuerza política con el 16,5 por ciento de los votos, y en las generales ha repetido posición con un porcentaje de apoyo inferior, el 14,5 por ciento. Entre los socialistas y los populares se han ubicado Ciudadanos y Podemos. En las autonómicas los podemitas de Adelante Andalucía fueron segunda fuerza política en Sevilla (18,8 por ciento) y Ciudadanos tercera (17,7 por ciento). En las generales ha ocurrido al revés, la formación de Albert Rivera ha sido segunda (16,6 por ciento) y Podemos tercera (15,9 por ciento). Además ha aparecido Vox, quinta fuerza en la provincia, que se quedó en las autonómicas a casi seis puntos del PP (10,7 por ciento de los votos) y en las generales mucho más cerca, a poco más de dos puntos (12,2 por ciento del total).
En estos cuatro años el PP se ha deteriorado por la mala dinámica nacional -con los procesos por corrupción que acabaron costando el Gobierno a Rajoy- y provincial, con una fuerte división interna a raiz del congreso de 2017, que eligió a Virginia Pérez como presidenta por un puñado de votos. El desmoronamiento del bipartidismo y el auge de nuevas formaciones ha terminado de colocar a los populares en una situación extrema. Tras dos elecciones con pésimos resultados, el PP afronta las municipales como una reválida para intentar recuperar relevancia y situarse no ya como en el lejano 2011, cuando arrasó en la capital y quedó a menos de dos puntos del PSOE en la provincia, sino al menos como segunda o tercera fuerza política.
Para ello confía en la singularidad del voto en las elecciones municipales, en las que la estructura provincial juega un factor decisivo. «Lo lógico es que en las municipales el efecto Vox sea menor. Se presentan en pocos municipios y en muchos casos con candidatos que ni siquieran viven en la localidad. Y Ciudadanos ya tuvo problemas hace cuatro años para completar listas; le sigue faltando músculo orgánico y tienen problemas internos», apuntaba ayer un dirigente popular. Ciudadanos ha presentado listas en más de sesenta municipios y Vox en 27. El PP no ganó el pasado domingo en ninguno de los 106 municipios de la provincia (el PSOE ganó en 104 y Podemos en dos), y se colocó como quinta fuerza política, por detrás de Vox, en grandes núcleos urbanos como Dos Hermanas o Alcalá de Guadaira. Los populares confían en el tirón de sus alcaldes para mantener bajo su gobierno sus buques insignia en la provincia -Carmona, Tomares, Mairena del alcor y Lora del Río- y luego cruzar los dedos por si las cosas salen bien en Sevilla capital.
Fortaleza de Espadas
En la capital el PP aguantó el naufragio del domingo mejor que en el resto de la provincia. Quedó a una gran distancia del PSOE, más de quince puntos, pero se mantuvo como segunda fuerza política por delante de Ciudadanos y Podemos, aunque por un margen muy exiguo, alrededor de un punto. Vox queda algo más rezagado, tres puntos por debajo, pero penetra con fuerza en algunas de las zonas más desfavorecidas de la ciudad, sobre todo por su oposición a la entrada de inmigrantes.
¿Qué puede ocurrir? Según los resultados de las generales, el triunfo de Espadas sería incontestable y tendría margen para pactar tanto con Ciudadanos como con Podemos, pero los populares confían en su estructura en los distritos, diseñada para las elecciones municipales antes que para otros comicios. Asimismo, consideran que la labor que ha desarrollado el candidato, Beltrán Pérez, en los últimos meses debe actuar como una lluvia fina que recupere apoyos en el electorado. Por último, confían en que parte de la militancia aproveche la convocatoria municipal para volver a confiar en el PP tras el «castigo» de las generales.
La dirección provincial del PP necesita mantener las escasas alcaldías que gestiona en la provincia y obtener un resultado digno en la capital. Tras dos elecciones en menos de seis meses con malos resultados, un nuevo fracaso situaría a la actual dirección del partido en una situación muy complicada. El 14,5 por ciento de los votos obtenido el domingo en Sevilla es el porcentaje más bajo del PP en todas las provincias andaluzas. El PP sevillano afronta en tres semanas no unas elecciones, sino una reválida.
