Sus Majestades de Oriente traen a Sevilla una lluvia de sol y caramelos

Los primeros rayos de la mañana ya anunciaban una tarde de caramelo. Desde temprano comenzaba el movimiento en el entorno del Rectorado de la Hispalense , que por un día se convierte en el Palacio de Oriente donde cada año se coronan a Melchor, Gaspar y Baltasar. Y apenas pasado el mediodía las puertas de la sede universitaria se abrían para recibir a los primeros beduinos. Con los nervios hay quien ni ha comido. «Llevo el zurrón lleno, pero esto no se toca que es para los niños de Sevilla», decía un veterano en la cabalgata de Reyes Magos que hoy recorre las calles de la ciudad.

Caramelos, gusanitos, golosinas y algún que otro juguete rebosan las alforjas de los personajes más queridos del cortejo, que ha salido con puntualidad británica de la antigua fábrica de tabacos. Las carrozas han aguardado en el perímetro interior del recinto, donde los participantes, grandes y pequeños, ya ataviados con los trajes, las han contemplado de cerca, ya completas, con todos los detalles que hacen de este día el más mágico del año.

Entre ellas estaba la del Rey Baltasar , que este año ha contado con una magnífica compañía. Niños y adultos con discapacidad han sido sus pajes en esta aventura. La organización también ha hecho protagonista a ABC de Sevilla por su noventa aniversario con una carroza conmemorativa, cuyos integrantes iban caracterizados con vestidos de época.

Y mientras se ultimaban los últimos preparativos, ya cuando el público comenzaba a abarrotar la entrada, hacían acto de presencia Sus Majestades de Oriente , todavía sin la corona. Melchor, Gaspar y Ba ltasar, han sido recibidos por las autoridades y miembros del Ateneo de Sevilla, que es la institución que organiza desde hace más de un siglo la tradicional cabalgata.

Conducidos hasta el balcón principal de este Palacio de Oriente, los Reyes Magos han sido coronados, dando así inicio a la fiesta de los caramelos. Las 33 carrozas han salido puntuales y en el orden correcto por la puerta principal que da a la avenida del Cid para poner rumbo hacia la Ronda Histórica, pasando junto al Prado.

Los vivas y la emoción de los más pequeños han inundado el recorrido, seguido por centenares de sevillanos que han aprovechado las buenas temperaturas y la coincidencia con el sábado para disfrutar de la cabalgata. El atardecer ha cogido a las primeras carrozas del cortejo una vez superada la Resolana, donde han adentrado en las calles más angostas. Justo ahí, las luces de colores han tomado el relevo del sol para ponerle la guinda al día más bonito del año.