Hospital Virgen del Rocío

La madre de la trasplantada fallecida en Sevilla: «Mi hija se moría y pensaban que tenía ansiedad»

Ángeles López cree que el contagio del herpes simple que causó su muerte pudo evitarse y se pregunta cuántos casos habrá como éste

«Los médicos reconocen que hay un período de 72 horas en las que no se sabe lo que puede haber sido trasmitido a un trasplantado»

Ángeles López junto a su hija fallecida tras el trasplante, por el puente de los Remedios ABC
María Jesús Pereira

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El pasado mes de julio murieron tres personas trasplantadas en el Hospital Virgen del Rocío . El contagio del virus del herpes simple que portaba el donante de los órganos que recibieron está detrás de al menos dos de esas muertes, según admite el centro sanitario. Uno de los fallecidos era Ana, una joven de 22 años a la que se le trasplantó un riñón en ese hospital el 30 de junio de 2018. Diez días después falleció por hepatitis fulminante provocada por el herpes simple que le fue transmitido por el riñón que recibió. Con pocas horas de diferencia murió también por las mismas causas un menor de 15 años que también había recibido un órgano del mismo donante.

Ángeles López, la madre de Ana, pide que se aclaren las circunstancias para saber si se cumplieron los protocolos de trasplantes y los procedimientos en el tratamiento médico postquirúrgico. En caso de que haya irregularidades, exige que se depuren responsabilidades. En una entrevista concedida a ABC, Ángeles relata cómo todo se confabuló para que su hija muriera a pesar de que llevaba una vida normalizada antes de trasplantarse.

Vida normalizada

«Mi hija no estaba dializada, hacía vida normal hasta que fue trasplantada. Estudiaba en la Universidad, hacía deporte, realizaba trabajos esporádicos... De hecho, la semana antes de operarse se había graduado en Educación Infantil y el 17 de septiembre comenzaba sus clases en la Facultad de Magisterio . Sus dos riñones funcionaban pero tenía una poliquistosis renal que podía generar en el futuro en la pérdida de esos órganos», subraya la madre, que acudió al Defensor del Paciente, una asociación que ha puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía.

«El trasplante se llevó a cabo con éxito», aclara Ángeles López, quien ahora estudia con su abogado, Carlos Sardinero, si inicia acciones legales. «Antes de la intervención se le realizó a mi hija una serología, una prueba para detectar la presencia en el organismo de distintos virus, entre ellos el de herpes simple», destaca la madre.

El día 3 de Julio, cuatro días después del trasplante, se obtienen los resultados de la serología practicada a la joven. «En ellos -dice- se comprueba que Ana es negativa al virus del herpes simple, dato que ya era sabido por el equipo médico que la atendía con anterioridad al trasplante por otras serologías realizadas en meses anteriores».

¿Pudo evitarse el contagio?

Ahora los familiares de la joven de 22 años advierten que «los médicos reconocen que entre la realización de test serológicos a  receptores y donantes y el conocimiento del resultado de los mismos, transcurren entre 48 y 72 horas. Como los órganos tienen un tiempo de vida limitado para ser injertados, no se puede esperar a los resultados serológicos antes de realizar la intervención. Por tanto, ha y una "ventana" de entre 48 y 72 horas en la que no se sabe lo qué puede haber sido transmitido al trasplantado».

Ángeles indica que «a pesar de todo lo anterior no se adoptó ninguna medida profiláctica (como aplicarle una carga antiviral) que pudiera evitar el contagio por este virus al estar mi hija inmunodeprimida».

«Una vez realizada la autopsia de Ana, se estableció que la causa del fallecimiento fue una hepatitis fulminante producida por el virus del herpes simple. Teniendo en cuenta que más del 70% de la población es portadora de ese virus, es muy probable que el donante también lo fuera, aún no teniendo clínica evidente. Por ello comuniqué el caso al Defensor del paciente y a nuestro abogado para depurar responsabilidades», anuncia la madre.

Empeoró al salir de la UCI

«El segundo día del trasplante, mi hija salió de la UCI. Yo notaba que su evolución y la de otros trasplantados era muy diferente. Mientras que ella no podía ni incorporarse en la cama, los demás podían hacerlo y caminar a los pocos días de la operación. Tenía 130 pulsaciones por minuto y dolor incisivo en la boca del estómago, a pesar de ello decían que todo era producto del "encamamiento" o incluso pensaban que podría tratarse de un cuadro ansioso por lo que le suministraron ansiolíticos. En las analíticas que le hicieron esos días en ningún caso se estudiaron las enzimas hepáticas, que hubieran dado una pista de lo que estaba ocurriendo. Sólo se buscó la posible presencia de alguna bacteria», denuncian los familiares.

El empeoramiento del estado de su hija fue vertiginoso, con un desenlace fatal. «La última vez que Ana estuvo consciente me miró, me dijo "mamá, me muero", cerró los ojos y ya no volvió a abrirlos porque su cuerpo colapsó. Tras esto le hicieron una resonancia con contraste, lo que suponía perder el riñón recibido, después le insertaron un catéter shaldon para someterla a una diálisis, es aquí cuando me informaron que había que enviarla urgente a la UCI. Empeoraba pero no sabían qué estaba pasando, así que la intervinieron de urgencia y le quitaron a la desesperada el riñón trasplantado, pero ya era demasiado tarde porque estaba desangrándose interiormente. Salió con vida del quirófano pero murió poco después».

El herpes simple causó la muerte

Un día después del fallecimiento de la joven, el 11 de julio, «nos llamaron del hospital Virgen del Rocío para comunicarnos que tenían serias sospechas de que la causa del fallecimiento de Ana podría ser una infección transmitida por el órgano trasplantado». Las alertas saltaron para la familia, que pensó inmediatamente que podrían haber otros afectados por ese contagio: los otros receptores de órganos del mismo donante.

«Nos pusimos en contacto con el Hospital Virgen del Rocío a finales de agosto y pedimos entrevistarnos con la dirección. Nos dieron la cita para el 7 de septiembre, nos transmitieron su pésame, nos confirmaron que murió por el contagio del virus del herpes simple y nos dijeron que era el único caso que tenían en 50 años pero que a raíz de lo sucedido se harían protocolos nuevos de trasplantes. Al mismo tiempo, reconocen que ha habido 10 casos a nivel mundial».

¿Hay otros casos desconocidos?

Con esos antecedentes, la madre de la joven no entiende cómo no se cambió el protocolo de trasplantes antes para evitar otros contagios. «Yo considero que son suficientes casos para haberlos tenido en cuenta en todos aquellos pacientes negativos al virus del herpes simple. Me pregunto si habrá habido más casos como éste, ya que en este hospital no suministran antivirales por norma».

«Desde que murió mi hija no hemos hecho otra cosa que investigar cuáles son los protocolos de trasplantes. A instancias nuestras tuvimos una reunión con la ONT, donde ratificaron lo mismo que nos habían dicho en el hospital Virgen del Rocío. Desde entonces nunca más tuvimos noticias», critica Ángeles López.

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