El rincón de...

Lola Rodríguez Montero: «‘2001: una odisea del espacio’ la pudo escribir un Homero del siglo XX»

Es una de las bachilleres que se han levantado en el Instituto Néstor Almendros contra la desaparición del griego y el latín de los planes de estudios. Asegura que ambas asignaturas nos conectan con los fundamentos de nuestra civilización

Lola Rodríguez Montero junto a la Catedral de Sevilla Vanessa Gómez

Félix Machuca

¿Está registrada en Tik Tok, en Instagram o su mundo está encerrado en una Grecia y una Roma que ya no existen?

Sí, el interés de la cultura no es encerrarme en ella sino enriquecerme de ella. Está claro que tengo mis redes sociales, Tik Tok, Instagram… como cualquiera de mis amigos.

Las redes que conectan hoy al mundo son una consecuencia directa de la vanguardia tecnológica. ¿Las humanidades qué han aportado a ese gran paso de la humanidad?

Bueno, se me ocurre que las redes sociales simbolizan la democratización de internet, y si hablamos de participación y democracia está claro de quién es la aportación original: de los griegos.

Quizás, la razón primera del reseteo de las humanidades en educación, sea el utilitarismo. Un ingeniero es más rentable que un filósofo ¿no?

Económicamente sí, un ingeniero aportará algo físico pero un filósofo aportará conocimiento que será clave para la toma de decisiones que sobrepasan lo meramente técnico y trasciende a los dilemas humanos.

Trato de decir que ser ingeniero da más prestigio social y dinero que un maestro de clásicas.

Por supuesto, para la sociedad un ingeniero es alguien inteligente que ha estudiado una carrera acorde a ella y un maestro de clásicas algo inútil. Cargamos con ese estigma con humor pero sin complejos.

Carl Sagan se empeñó en que las sondas Voyager que vagan por el espacio llevaran un disco de oro con música clásica y distintas hablas del mundo. Toda una tarjeta de presentación…

Carl Sagan fue una persona culta y muy inteligente, y supo ver que si en algo nos distinguimos como especie a proteger es por nuestro arte y nuestra cultura. Supongo que nos ‘salvará’ más la visión de la Capilla Sixtina que el mejor de los algoritmos matemáticos.

Entre la «Odisea», de Homero, y «2001: una odisea del espacio», ¿hay muchos puntos comunes?

Según yo lo veo, la película de Arthur C. Clark es un viaje de la especie humana desde su edad oscura del conocimiento hasta la conquista del espacio con todas sus dificultades. Bien la pudo escribir un Homero del siglo XX.

Es curioso, pero Leonardo fue un maravilloso punto de encuentro entre las Humanidades y la Ciencia. Lo mismo pintaba la Gioconda que investigaba sobre principios aeronáuticos…

La verdad es que resulta muy poco habitual hoy ese tipo de genios renacentistas. Ahora nos condenan a una especialización temprana y empobrecedora que sesga cualquier personalidad de múltiples talentos.

Una de las frases que más habrá escuchado cuando se debate el tema de la actualidad del griego y el latín es «para qué sirve eso». ¿Usted que les responde?

Hemos olvidado que la función primordial del conocimiento debe ser el conocimiento mismo. No creo que haya que añadir mucho más.

Su hermano mayor, con veintidós años, es un emergente astrofísico que trabaja ahora en Inglaterra. ¿Le gustaría que sus hijos fueran como él o como usted?

Me gustaría que mis hijos fueran como él porque además de astrofísico es tan amante de los clásicos y la cultura como yo. A eso llamo yo una formación integral. Son personas menos manipulables.

Usted es melliza con un varón. Él es pura ciencia. Y usted más humanista. ¿Ha pensado sobre eso?

No es la primera vez que me lo preguntan, no creo que sea el género el que determine los gustos y personalidad de alguien.

¿Dónde ve usted más equilibrio, armonía y talento: en el panteón de Agripa o en los números primos?

En el Panteón de Agripa sin dudarlo, es una perfecta síntesis de armonía e inteligencia constructiva. Como dijo Miguel Ángel «un diseño angélico y no humano».

¿Usted seguiría una bandera que reivindicara menos algoritmos y más personas?

Sin dudarlo. Si un problema tiene nuestra sociedad, desde mi punto de vista, es que está deshumanizada y ultratecnificada, y eso nos convierte en seres fácilmente manipulables ¿A quién le conviene esto?

¿Qué le entra por el cuerpo cuando oye que el griego y el latín son lenguas muertas cuando, realmente, ahora estamos hablando latín?

A nosotros nos han enseñado, y mi abuelo lo repite cada vez que me cita a Cicerón con su sorna habitual, que no hay nada más vivo que lo que nos trasmitimos de generación en generación.

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