El rincón de...
José Manuel Macarro: «Si José Antonio tiene el apoyo de La Sexta hubiera ganado las elecciones en España»
Fue catedrático de la Hispalense de Historia Contemporánea, diputado por Sevilla en Madrid en el grupo parlamentario socialista desde 1982 a 1986
Ha publicado varios libros sobre el papel de Sevilla durante la República y hoy lo requerimos para que nos hable del asalto al Capitolio yanqui
¿Cómo vive un historiador un asalto en directo por televisión al templo de la democracia occidental?
Con congoja y sorpresa. También con una gran preocupación por la salud de la democracia. E incomprensión por la información que nos han dado los medios sobre EE.UU.
¿Nunca tuvo sensación de haber asistido en vivo al principio del declive de la democracia liberal occidental?
No. Me preocupa mucho más el control de la información que está imponiendo la corrección política. Me hago la siguiente pregunta: ¿Según los medios españoles puedo saber si Trump hizo alguna cosa bien?
¿Y cuál es su opinión?
Trump es impresentable pero eso no explica cómo lo han votado setenta y cuatro millones de norteamericanos. ¿Por qué? Y esa pregunta la debe de contestar los medios de comunicación que ejercen el control de la opinión. Lo mismo opino sobre la censura recibida en las redes sociales, que entiendo una puerta abierta a la tiranía.
Muchos analistas políticos y economistas ven claramente la llegada de un nuevo orden ayudado por las alianzas de los llamados benefactores humanitarios y el capitalismo comunista chino. ¿Comparte esa visión?
No, no creo en las teorías del poder en la sombra. Es un recurso para huir del miedo que provoca el caos. Y prefiere imaginar un poder aunque sea maligno desde la sombra.
Los indicativos económicos, empresariales y tecnológicos no están en la sombra. El gran dragón ha despertado y domina en todos esos sectores que le indico.
Esa es la historia de la humanidad. La lucha de poderes en competencia que se van limitando, anulando a sí mismo en el transcurso del tiempo.
¿Usted entiende y traduce lo ocurrido en el Capitolio de Washington como un trasunto entre fachas y progres como, insistentemente, se nos ha querido explicar aquí?
No, eso es un disparate. Tenemos un problema. Los medios de comunicación reelaboran la realidad al seleccionar los hechos e imponen la tiranía de la corrección política.
Señala usted a los medios de comunicación. Pero olvida que las terminales de la política y de los benefactores llegan a los medios y a las redes…
Insisto: la corrección política, más allá de los lobbies políticos, es la negación del pensamiento libre en beneficio de una hipotética armonía universal.
¿Por qué los medios se empeñan en analizar una sociedad tan compleja y diversa como la americana con los parámetros mentales y políticos españoles?
Porque la simpleza del pensamiento elude analizar lo complejo. Prefiere el pensamiento tópico excéntrico.
Me lo puede aclarar…
El pensamiento excéntrico es, por ejemplo, vender la novedad y la denuncia para convertirla en mercancía. Si José Antonio Primo de Rivera hubiera tenido el apoyo de La Sexta como lo ha tenido Podemos, José Antonio habría ganado las elecciones en España.
¿De lo que vio en el Capitolio que fue lo que más le costó creer?
Me pareció una obra teatral muy lejos de Broadway.
Resultó evidente que los manifestantes llegaron al Capitolio sin oposición, con la policía levantando vallas y abriendo puertas. ¿No le resultó chocante?
Totalmente. Fue la coreografía de un asalto al poder teatralizado. La frivolidad absoluta.
En España, la izquierda que ha condenado este asalto, participó activamente, en su día, en rodear el Parlamento de Madrid y el de Andalucía en Sevilla por perder unas elecciones. ¿Por qué la izquierda actual ha perdido la memoria?
Porque la izquierda ha abandonado la Ilustración, se ha convertido en progresista y está transformándose en una caricatura: el progre.
¿La supremacía moral de la izquierda española a dónde la lleva?
Es una supremacía autoinventada, con ribetes religiosos para condenar a las tinieblas exteriores a quien no piense como ella. Son los nuevos inquisidores.
Usted fue catedrático durante muchos años. Y alguna vez le escuché decir que todos lo tontos en política proceden, mayoritariamente, de facultades de letras. ¿Era una boutade o lo piensa sinceramente?
Lo pienso. En el sentido de que el profesor sustituye el conocimiento por una ideologización de los hechos.
Cualquier predicción está sujeta a ser errónea. ¿Cuál es la última suya en la que reconoce haberse equivocado?
(Risas) Creí que Lopetegui iba a ser un petardo. Mea culpa, mea máxima culpa…
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