ENTREVISTA

«Intentaron que me hiciera del Sevilla cuando llegué aquí, pero yo ya era del Betis, como mi padre»

Hugo Galera Davidson, que presidió el club durante varios años, dice que en su familia «no hay nadie que no sea bético»

Hugo Galera Davidson Rocío Ruz

Jesús Álvarez

Hugo Galera Davidson (Tenerife, 1938) ha desarrollado casi toda su vida profesional en Sevilla, aunque se formó en Granada, Madrid, Boston y Londres. Catedrático de Anatomía Patológica , especialidad de la que está considerado uno de los grandes expertos en España, recibió en 2009 el premio Santiago Ramón y Cajal de la Sociedad Española de Anatomía Patológica .

Galera presidió la Real Academia de Medicina de Sevilla y el Real Betis Balompié , club del que sigue siendo uno de sus mayores accionistas. «Sigo comprando todas las acciones que se me ponen a tiro», confiesa en esta entrevista.

En el reciente homenaje que le tributaron sus colegas en la Real Academia de Medicina, dijo el doctor Enrique Murillo que usted es «un gran negociador con una gran capacidad de análisis». ¿Pudo poner en práctica todas esas habilidades cuando fue presidente del Betis?

Yo fui presidente del Betis sin saber por qué, casi por casualidad. Echaron al anterior y me pidieron a mí que aceptara el cargo. Supongo que lo hicieron porque era una persona conocida en la ciudad y porque era bético. Yo cogí el Betis en quiebra , c on tres mil millones de pesetas de deuda. Había que convertirlo en poco tiempo en sociedad anónima y fue un trabajo inmenso. Gestionar aquello y salir airoso aquello era muy difícil. Lo hice relativamente bien porque el Betis sobrevivió y no acabó como entonces el Cádiz.

Dijo en varias entrevistas de aquella época que su gran fallo fue dejar entrar a Lopera en su Junta Directiva.

Ése fue mi pequeño fracaso como presidente del Betis y el de toda la Junta Directiva de aquella época. A todas las cosas que hice les puse mucho entusiasmo y no cogí nada que luego planeara abandonar. Desgraciadamente, la vida te convence de que el entusiasmo excesivo no es posible mantenerlo porque todas la inicitivas que uno tome tienen inevitablemente interrupciones o su final. Tú crees que van a continuar siempre y eso es un error. En el caso del Betis yo pensé que podría llegar a hacer las cosas que deseaba y no fue posible. La realidad te hace aterrizar.

¿De dónde le viene su beticismo?

De mi padre. Él abandonó Sevilla siendo bético . En mi familia todo el mundo es bético. Hay catorce carnés, que recuerde.

Dijo antes cuál era su peor recuerdo o actuación como presidente del Betis. ¿Y el mejor?

El ascenso a Primera.

¿Sigue comprando acciones del Betis?

Todas las que se me ponen a tiro. Soy el tercer o cuarto mayor accionista del Betis. Es la distracción deportiva de mi vida. No he tenido afición a otros espectáculos.

¿No le dijeron nunca que una persona que triunfa en Sevilla suele tirar más al Sevilla que al Betis, el equipo del «manquepierda»?

Yo respeto mucho al Sevilla. Cuando yo llegué a la ciudad era un joven catedrático de Medicina y no había muchos en España de mi edad ni de mi especialidad. Al poco tiempo dirigía el hospital del Cáncer y supongo que era un cargo importante . Tal vez por eso, al llegar a Sevilla, intentaron captarme algunos amigos y conocidos que eran del Sevilla. Yo por educación les decía que lo estudiaría, pero no había nada que estudiar.

Un «hueso»

Dicen muchos de sus alumnos de la Facultad de Medicina que usted era un «hueso».

No recuerdo que fuera un hueso ni costara tanto aprobar conmigo. Lo que si es verdad que jamás he ido a dar una clase a la Facultad sin estar extremadamente preparado . Me asombran los profesores que van a las clases con sus alumnos a decir lo que se les ocurra o con un «power point». Yo siempre procuré enlazar muy bien las cosas y dar clases que ilustraran a los alumnos, desde el principio al final.

¿Es creyente?

Soy un creyente con limitaciones. La religión no puede explicar algunas cosas.

¿La ciencia y la fe son compatibles?

Para muchos científicos no, pero para mí sí.

¿Qué es lo peor de cumplir años?

El deterioro físico . Y el mental. Ya no produzco como antes, ni escribo como antes y pienso también que lo que escribo ya no le interesa a nadie. Creo que ya no comunico como comunicaba antes. Me he dado cuenta de que todos los días de mi vida siempre han sido un despertar esperanzador. Pero han pasado los años y me encuentro con que ya tengo muchas restricciones para esto.

¿Tiene miedo a la muerte?

Hace cierto tiempo me entristecía muchísimo saber que iba a morir. Ya no . Entiendo que la muerte es algo natural que tendré que aceptar tranquilamente.

¿Ha sido feliz en su vida?

He sido muy feliz. No sé si fue Dios o la naturaleza, pero la vida se ha portado muy bien conmigo. Dios me dio una esposa magnífica, cinco hijos muy buenos y doce nietos a los que quiero con locura.

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