Hospital de Valme

Hospital de Valme: cuatro abortos y todos sus ahorros para llegar a ser madre a los 37 años

Toñi Sánchez, de 37 años, da a luz al primer niño nacido por reproducción asistida en el Hospital de Valme. Ella y su pareja habían perdido la esperanza tras intentarlo dos veces en una clínica privada

Toñi Sánchez, con su pequeño Álvaro minutos después de nacer en el Hospital de Valme HUV

Jesús Álvarez

Toñi Sánchez , lebrijana de 37 años, sostiene a Álvaro en brazos. Tiene 22 días pero ella lleva soñando con él muchos años. Ha estado más de seis tratando de quedarse embarazada y de llevar ese embarazo a buen puerto. Las primeras cuatro veces no lo logró y perdió las esperanzas. «Ni siquiera quise comentarle a mis amigos porque no quería suscitar pena ni lástima, como en las cuatro anteriores», cuenta a ABC.

Dos de sus cuatro abortos se produjeron tras dos inseminaciones que le hicieron en una clínica privada. Fueron seis años de sinsabores y decepciones en los que ella y Juan Luis Fuentes , su pareja, se gastaron todos sus ahorros. «Cada inyección de hormonas costaba 400 euros y necesité muchas», recuerda. Cuando la cuenta corriente se quedó a cero, decidieron acudir a la sanidad pública. L a lista de espera superaba los dos años, si su caso era aceptado, e iniciaron el proceso sin muchas expectativas. Corría noviembre de 2015.

En octubre del pasado año, casi tres años después, la llamaron del Hospital de Valme, que acababa de abrir su nueva unidad de reproducción asistida, la segunda de Sevilla tras la del Virgen del Rocío. «Ya casi me había olvidado», cuenta Toñi. De los dos ovocitos que fecundaron en el laboratorio, uno progresó satisfactoriamente y el pasado 26 de agosto, a las treinta y nueve semanas de gestación, nació Álvaro, el primer bebé concebido a través de fertilización «in vitro» en el centro ubicado en Bellavista. Pesó 3.225 kilogramos y midió 51 centímetros. Eran las doce y media de la mañana y a esa hora lucía un sol radiante en Sevilla y la temperatura fuera del hospital superaba los 30 grados.

Además de problemas de fertilidad, la madre presentaba una enfermedad reumatológica crónica cuya terapia tuvo que compatibilizarse tanto con el tratamiento reproductivo como con el curso del embarazo. Para ello, los servicios de Ginecología y Reumatología del Hospital Universitario de Valme trabajaron coordinadamente para superar todos los problemas que causaron cuatro abortos en los cuatro embarazos anteriores.

La jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Valme, Rosa Ostos , cuenta orgullosa a ABC que «es nuestro primer niño pero vendrán muchos más gracias a la puesta en marcha de esta unidad. Creo que todos nos sentimos un poco titas de Álvaro» . Dice «titas» porque en este servicio, que cuenta con tres ginecólogos, un anestesiólogo, tres embriólogos, tres técnicos especialistas de laboratorio, cuatro enfermeras, dos auxiliares de enfermería, un administrativo, un celador y una limpiadora, casi todas son mujeres; y dice que «vendrán muchos más» porque ya hay dieciocho bebés en camino. Si todos esos embarazos progresan, la familia que el hospital de Valme ha inaugurado con Álvaro hace pocos días desde una probeta de su flamante laboratorio, se convertirá muy pronto en numerosa.

Parte del equipo de la Unidad de Reproducción Asistida de Valme, con Álvaro HUV

Según María Pilar Tirado, la ginecóloga que asistió en el parto a su madre, «el caso de Toñi fue un caso complejo y de alto riesgo, aunque todo salió perfecto». Los que están por llegar no presentan, a priori, tantas complicaciones, dice Elena Mantrana , la responsable de la Unidad de Reproducción Humana Asistida.

La reforma del hospital, especialmente del Área de Ginecología , hace decir a la madre de Álvaro que « esto parece más el hotel de lujo de Valme que un hospital público »; una visita por todas sus dependencias, incluidos el quirófano y el laboratorio donde Álvaro dio su primer paso a la vida, lo confirman. Cuenta con los equipos técnicos más avanzados y con unos profesionales muy motivados y sensibilizados con el problema de la infertilidad.

Toñi Sánchez , que ha pasado por la sanidad privada, de la que no tiene ninguna queja («nos trataron muy bien pero no tienen tantos medios»), dice que « como la sanidad pública no hay nada». Y añade: «En Valme nos hemos sentido tratados con mucha humanidad, como si fuéramos una familia. Nunca nos había pasado y más agradecidos no podemos estar». Tiene palabras de reconocimiento para todo el equipo que dirige Rosa Ostos y para todos los profesionales de las áreas de Ginecología y Reumatología.

La madre de Álvaro es consciente de la cuantiosa inversión que el hospital sevillano ha realizado en ella, pagada con los impuestos de todos los andaluces. «Me han tenido siempre controlada haciéndome análisis en todo momento y sé que le hemos salido muy caros a la sanidad pública. No sé si ellos estarán contentos conmigos -bromea-, pero yo creo que ha merecido la pena », dice mirando a su hijo, cuya salud es perfecta, envidiable, cuando aún no ha cumplido un mes de vida.

Rosa Ostos y Elena Mantrana con Toñi Sánchez y Juan Luis Fuentes, los padres de Álvaro HUV

Uno por mil

Granada fue la primera provincia andaluza, seguida de Málaga, en incorporar dentro del sistema sanitario público la reproducción asistida. Posteriormente, se fue completando en el resto de provincias con un hospital de referencia en cada una de ellas. En el caso de Sevilla, lo fue el Virgen del Rocío hasta que Valme se sumó en septiembre de 2018. Las listas de espera de hasta tres años que tenían que soportar las parejas que deseaban ser padres y no podían conseguirlo por medios naturales se ha reducido desde entonces a los tres meses, algo que permitirá a muchas mujeres tener su oportunidad de ser madres, el sueño cumplido de Toñi. En Sevilla se ha incrementado mucho la demanda de estos procedimientos en los últimos años hasta una por cada mil habitantes, según datos facilitados a ABC por el Servicio Andaluz de Salud.

La nueva unidad de Valme ha realizado hasta ahora 153 ciclos de fertilización «in vitro» (FIV) con una tasa de embarazo del 34 por ciento, similar a las registradas en la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).

Rosa Ostos, máxima responsable de Ginecología y fundadora, junto con todo su equipo, de la nueva unidad de Reproducción Asistida, espera el segundo niño FIV para octubre. El sueño de otros padres se hará pronto realidad.

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