«Hasta los huevos», la tapa-protesta de la pandemia que triunfa en Sevilla

Es la tapa-protesta de la pandemia del coronavirus. Sencilla, nutritiva y de buen sabor reivindicativo con una guarnición de guasa a la sevillana . ¿Quién quiere? Para probarla solo hay que dirigirse al sur de la ciudad, serpentear por su callejero de avenidas europeístas y dar con un bar-kiosco, con su terraza, veladores y distancia de seguridad, que ha ideado esta singular campaña para reivindicar la penosa situación del sector de la hostelería con la inesperada crisis sanitaria del Covid-19.

En Los Bermejales están literalmente «hasta los huevos». Y aseguran que lo van a estar «hasta que quiten las restricciones a la hostelería» . Es la presentación que antecede en la pizarra al ya famoso plato «Estamos hasta los huevos»: una tapa de huevo frito con patatas que está arrasando este puente de diciembre en el barrio.

José Luis Acuña, propietario del «Kiosco La Vespa» , explica cómo se le ocurrió esta ingeniosa idea hace unas semanas. «Estaba viendo la televisión y los continuos anuncios de limitación horaria a los bares. Primero, que a las diez y media de la noche; y luego que si a las seis de la tarde. Muchos lo pensamos y lo comentábamos con amigos, compañeros y en grupos de Whatsapp: «Estamos hasta los huevos». Y así surgió todo. Se trata de una expresión muy nuestra , que plasma a la perfección por lo que estamos pasando los hosteleros».

Nacía así este plato de la era Covid-19 por sólo un euro. «Es sencillo, gusta mucho a todos y con un buen lema para atraer al público. De paso, animamos a la gente, especialmente a los vecinos, a afrontar este tiempo difícil con humor y alegría ».

La respuesta ha sido bastante buena. Tanto que en unos días se ha convertido en un plato indispensable en la carta de este establecimiento que regenta José Luis desde hace seis años. La sartén no descansa, y, entre tanto freír y freír huevos, en la cocina están comenzando a decir aquello de que ellos también «están hasta los huevos». Desde que comenzó la campaña, hace unas semanas, llevan más de 700 huevos fritos, con una media de 40 diarios.

«Está funcionando muy bien. No nos esperábamos esta buena acogida. Vienen, se piden un huevo frito y por un euro se van comidos. Se pueden pedir a cualquier hora del día. De hecho, hemos empezado a abrir también para los desayunos para no volver a mandar al Erte a los trabajadores», concluye José Luis Acuña. El bar se localiza en la avenida de Alemania esquina con Paseo de Europa y abre sus puertas de lunes a domingo dentro del horario permitido con las normas sanitarias actuales.