Dos guardias civiles, claves en la incautación de droga en la comitiva del presidente de Brasil

La profesionalidad de los agentes fue determinante para no pasar por alto el equipaje de unos pasajeros que formaban parte del equipo de Bolsonaro

Los medios tomaron imágenes del coche que condujo al militar a los juzgados de El Prado EP

Silvia Tubio

La profesionalidad de dos guardias civiles destinados al aeropuerto de Sevilla está detrás de una de las aprehensiones más relevantes de droga que se han realizado en el aeródromo hispalense en su historia. No sólo por la cantidad, 39 kilos de cocaína con un nivel de pureza alto; sino también por la persona que transportaba la mercancía. La persona que ejercía de mula –así se denominan a los que llevan los estupefacientes consigo para introducirlos en un país– era un miembro de la comitiva que acompañaba al presidente brasileño Jair Bolsonaro en un viaje oficial. Esta persona, que fue detenida el pasado martes, es un sargento del Grupo Especial de Transporte de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).

La noticia, adelantada por el diario O Estado de S. Paulo en la madrugada de ayer, fue confirmada por el propio mandatario a través de su cuenta de twitter. El Ministerio de Defensa de Brasil también emitió un comunicado en el que censuraba los hechos cometidos por uno de sus miembros.

ABC se puso en contacto con la Guardia Civil, que confirmaba a primera hora de ayer que había un operativo abierto . El militar llevaba en su equipaje 39 kilos de cocaína repartidos en 37 tabletas. La detención se produjo cuando parte de la comitiva presidencial, que viajaba en dirección a Japón, hizo escala en Sevilla.

Tras pasar la noche en los calabozos del cuartel de Montequinto, el sargento detenido era conducido por los agentes de la Benemérita a los juzgados del Prado. El juez del Instrucción 11 de Sevilla, que se encontraba en funciones de guardia, decretaba su ingreso en prisión provisional sin posibilidad de fianza por un delito contra la salud pública, según confirmaron fuentes del TSJA.

El juez de guardia envió al militar, de 38 años, a la cárcel sin posibilidad de fianza

El presidente detallaba en su breve comunicado lanzado en redes sociales que había dado la orden de ofrecer toda la colaboración a la policía española y que en caso de que se confirmara su implicación en el tráfico de estupefacientes, espera que el militar sea condenado conforme establece la ley. También subrayaba en su comentario en twitter que las Fuerzas Armadas brasileñas las conforman 300.000 hombres y mujeres íntegros.

El sargento detenido formaba parte de la tripulación de reserva que acompañaba al presidente. La detención produjo, según los medios brasileños, un cambio en el itinerario que tenía previsto el avión presidencial que partió de Brasilia y acabó haciendo escala en Lisboa, en lugar de la capital hispalense, para continuar hacia Osaka, donde este fin de semana se celebra una cumbre del G20.

La tripulación de reserva viajaba en otro avión, un Embraer 190, que partió de Brasilia y que llegó a las dos de la tarde del martes al aeropuerto de San Pablo, según las mismas fuentes policiales consultadas por ABC. El sargento de la fuerza aérea militar brasileña viajaba «de avanzadilla» junto a dos miembros más que componían el equipo de reemplazo. La Guardia Civil detectó la droga cuando el equipaje fue sometido a los controles habituales en el aeródromo de San Pablo.

Vuelos calientes

Aquí jugó un papel muy importante la profesionalidad de dos guardias civiles que dieron con la droga. La maleta fue detectada en el arco de seguridad por donde pasan todos los pasajeros. La tripulación de reserva que viajaba en un vuelo distinto no estaba bajo la protección diplomática que sí tienen los mandatarios y el equipo que los acompañan en el mismo avión. Además procedían de un vuelo caliente, como se conoce a las rutas que llegan de puntos claves para el narcotráfico como Brasil , Venezuela o República Dominicana. Sobre estas conexiones, los cuerpos policiales prestan especial atención y son muy meticulosos en las inspecciones a maletas y pasajeros.

Fuentes consultadas por ABC detallan que los dos agentes responsables de la aprehensión no tuvieron en cuenta que el detenido y sus compañeros de tripulación formaban parte de la comitiva del presidente brasileño y actuaron siguiendo el protocolo que se establece para los vuelos calientes. Así dieron con la droga, que iba repartida en una treintena de planchas en el interior de una maleta. La cantidad intervenida es una de las más elevadas que se han requisado en el aeródromo sevillano.

Se sospecha que el sargento viajó con el convencimiento de que al formar parte del equipo presidencial, aunque fuera en calidad de suplente, no pasaría por los filtros habituales y que sería más fácil introducir la droga. La Guardia Civil no tiene certeza de cuál era el destino final de la droga; si bien no descarta que pudiera ser España, el país europeo con más demanda de esta sustancia estupefaciente. Sí se cree que los narcotraficantes sobornaron al sargento para que accediera a hacerle el trabajo a cambio de dinero.

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