Universidad

Fuga de talentos: la mitad de los ingenieros sevillanos se marcha fuera

El éxodo va a más: la mayoría se queda en España y el 20 por ciento a otros países; sin sueldos más altos, seguirán marchándose

Alfonso Gañán, Jaime Rodríguez Abascal y Francisco Rodríguez Rubio Juan Flores

Mercedes Benítez

La mitad de los ingenieros que salen de la Universidad de Sevilla, de la Escuela Técnica Superior de la isla de la Cartuja se marcha fuera de la ciudad . Ya sea para quedarse en España o para irse al extranjero. Aunque no existan estadísticas oficiales pese a que la Junta de Andalucía está elaborando actualmente un mapa de la empleabilidad de las titulaciones universitarias, el dato lo corroboran tanto el nuevo director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, Francisco Rodríguez Rubio, como su antecesor en el cargo, Jaime Domínguez Abascal , y el catedrático de Mecánica de Fluidos, Alfonso Gañán Calvo. Todos ellos insisten en que alrededor del cincuenta por ciento de los egresados de su escuela se marchan de la ciudad.

Cada año terminan el grado unos 600 alumnos, mientras que el ciclo completo, con máster incluido, lo terminan más de 300 anualmente. Aunque la mayoría que sale de Sevilla se queda en España, unos en otras ciudades andaluzas y otros en Madrid, hay cerca de un veinte por ciento que se marcha a buscar oportunidades al extranjero .

Son datos que fluctúan pero, en cualquier caso, Alfonso Gañán pone un ejemplo reciente, de la promoción que acabó sus estudios en el año 2017 más del 70 por ciento se ha marchado fuera de la ciudad.

Y hay otro dato que deja muy clara que esa fuga de talentos es real: la asociación de egresados de la Escuela de Ingenieros (en un principio sólo de Industriales y a las que se sumaron Telecomunicaciones, Areonáuticos y Caminos cuando estas carreras comenzaron a estuve en Sevilla) tiene ya además de la central en la escuela sevillana, una sede en París y ahora están poniendo en marcha otra en Londres. Todo porque, según corrobora su presidente, Francisco Campos , hay mucho movimiento de ingenieros sevillanos trabajando por el mundo y les gusta estar conectados entre ellos pese a que cada uno esté trabajando en un lugar distinto.

La escuela sevillana, un referente entre los centros que imparten ingenierías, da a sus alumnos una gran preparación y sus estudiantes están entre los mejores formados de Europa. « Los ingenieros de Alemania son más técnicos, pero la formación que damos aquí es homologable con el resto» , dice Domínguez Abascal, insistiendo en que los que salen de la escuela sevillana están «en el top mundial» y luego muchos de ellos se van a trabajar a grandes empresas automovilísticas.

Mejor valorados

¿Por qué lo hacen? Evidentemente la principal razón de esa huida es económica. Porque hay más trabajo fuera y porque su formación está mucho mejor valorada y además ganan salarios mucho más altos nada más dejar las aulas hispalenses. En Sevilla un ingeniero de menos de 30 años puede ganar como mucho 30.000 euros . Fuera de España puede superar el doble de salario a esa misma edad. Y de ahí en adelante. En Estados Unidos, por ejemplo, un ingeniero con un año de experiencia puede rondar los 70.000 dólares anuales .

Por eso, esa fuga de talentos es una tendencia que además va a más. Cada vez se marchan fuera muchos más y lo hacen antes. Muchos empiezan a salir a mitad de carrera con becas Erasmus y otros programas de movilidad internacional. Unos se quedan ya fuera en esa misma etapa. Y otros lo hacen cuando acaban la carrera . Al finalizar el grado, durante el máster

Algunos se quedan en España, en ciudades que ofrecen más oportunidades laborales como Madrid o Barcelona, pero cada vez son más los que están repartidos por el mundo. En Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Alemania y otros países. Porque mientras en Sevilla apenas unas pocas empresas como Airbus, Abengoa, Ayesa, Renault y algunas más demandan ingenieros, en otros destinos, según confiesan algunos ingenieros sevillanos de menos de 30 años con los que ha hablado ABC, les sale la primera entrevista laboral el día que presentan su trabajo fin de máster.

Mercado laboral

Es una situación muy diferente de la que se produce en Sevilla donde el mercado laboral no puede absorber los 600 que salen del grado y los más de 300 que lo hacen de alguno de los máster que se ofrecen en las aulas sevillanas. Seguramente por eso, los mejores expedientes académicos , los números uno de cada promoción de los últimos años se han marchado de la ciudad nada más terminar.

El director de la escuela, Francisco Rodríguez, lo tiene claro: «El problema es la bajada de los sueldos» . Y que las empresas sevillanas «quieren ingenieros buenos, bonitos y baratos» . Se refiere a que las empresas sevillanas piden que los ingenieros que van a contratar tengan una buena formación, que hablen inglés e incluso algo de alemán y que tengan competencias para dirigir equipos.

Pese a todas esas exigencias, luego les pagan apenas 1.000 euros y, a veces, les encargan una labor «de comercial». Es decir, que los ponen a hacer un trabajo muy inferior a la formación que esos ingenieros, la mayoría de los cuales han estudiado seis años, han adquirido. «Para quedarse en Sevilla muchos tienen que renunciar a parte de lo que saben» , admite el catedrático Gañán, uno de los que sigue en la ciudad y es todo un referente en cuanto a patentes se refiere. A ese problema se une el poco tejido empresarial de la ciudad, y que tampoco hay demasiada oferta para quedarse en la Universidad de Sevilla a la que ahora también se suma la Loyola Andalucía, en la que han encontrado trabajo algunos.

Por eso en la Escuela de Ingenieros también les llama la atención que en Sevilla se hable tanto del turismo y no de la industrialización y de la ingeniería. Y también que existan en Andalucía diez escuelas de ingenierías. Dos en Sevilla (la US y la Loyola) y una en cada una de las siete capitales y otra en Algeciras. «A este paso habrá una en cada pueblo», bromean.

Emprendimiento

Además, muestran su preocupación por el hecho de que estos ingenieros tan preparados se marchen. «Le estamos pagando la formación a todos los países europeos», reconoce el director de la escuela, Francisco Rodríguez, que expresa su «inquietud» por esa situación y propone como vía de escape para evitar que muchos se marchen el trabajo como autónomos y la creación de empresas propias. Por eso anima a los jóvenes a tener más iniciativa y orientarse hacia el emprendimiento .

De hecho, en la escuela hay una asignatura dedicada a fomentarlo. Sin embargo, todos admiten que el problema es que no se ha vuelto a los niveles de antes de la crisis y que mientras no suban los sueldos, así seguirán. Y para los que se quedan y deciden montar su empresa faltan ayudas institucionales frente a otros países donde conceden muchas subvenciones a los empresarios. Con todo son muchos los ingenieros que se van y pocos vuelven. Toda una fuga de talentos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación