Fidel Castro, Fernando Collor de Mello y el Rey Juan Carlos en la Expo92 de Sevilla
Fidel Castro, Fernando Collor de Mello y el Rey Juan Carlos en la Expo92 de Sevilla - ABC
MUERE FIDEL CASTRO

El día que Fidel Castro recibió las llaves de Sevilla durante la Expo 92 de manos del alcalde Rojas-Marcos

Ni la portavoz municipal socialista Amparo Rubiales ni Soledad Becerril, entonces primera teniente de alcalde, quisieron asistir al acto del que el alcalde andalucista les avisó apenas media hora antes de su celebración

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La última visita oficial de Fidel Castro a Sevilla se produjo el domingo 26 de julio de 1992, más de 24 años antes de su fallecimiento. Fue una de las jornadas históricas de la Exposición Universal con la presencia de diecisiete jefes de Estado y de Gobierno que visitaron la muestra como culminación de la Cumbre Iberoamericana celebrada aquellos días con Juan Carlos I como anfitrión. El socialista Felipe González llevaba casi diez años gobernando España, Carlos Menem lo hacía en Argentina, Fernando Collor de Mello en Brasil y Carlos Salinas de Gortari en México.

Rojas-Marcos y Castro en el Ayuntamiento de Sevilla
Rojas-Marcos y Castro en el Ayuntamiento de Sevilla - ESTUDIOS REVOLUCIÓN

La estancia de Castro en Sevilla no fue fácil. Felipe González le dijo en una conversación informal que tenía que haber «elecciones libres» en su país y a la salida de su visita al Pabellón de Cuba, al que no se permitió la entrada de ningún periodista de ABC («es una decisión nuestra porque su periódico nos trata muy mal», argumentó uno de los responsables del recinto), varias personas increparon al presidente cubano llamándole «dictador» mientras le reclamaban la libertad de los presos políticos encarcelados por su régimen.

El entonces presidente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba en el exilio, José Ignacio Rasco, refugiado en Miami, fue también expulsado del recinto por los guardaespaldas de Castro. La hija de un preso político, Sebastián Arcos, le pudo gritar: «Fidel, pon en libertad a mi padre».

Horas después de estos incidentes, Fidel Castro recibió en la Casa Consistorial de las manos del entonces alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas-Marcos, en un acto que tampoco estuvo exento de polémica. Gobernaba el Ayuntamiento una coalición del Partido Popular y el Partido Andalucista, y la entonces primera teniente de alcalde Soledad Becerril se negó a asistir al mismo, en protesta por las violaciones de los derechos humanos en la isla caribeña. Tampoco lo hizo la entonces portavoz municipal socialista, Amparo Rubiales, que acusó al andalucista de interferir en la política exterior de España.

Ambas aseguraron que el alcalde les había informado apenas media hora antes de su celebración. Algunos de los presentes en la ceremonia contaron que Castro agradeció el gesto del alcalde andalucista con un «mitin» revolucionario.

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