Fantasmas en el cortijo palaciego

Extrañas apariciones en un cortijo abandonado en Los Palacios y Villafranca

José Manuel García Bautista

Una persona puede adentrarse en lo misterioso, extraño y paranormal cuando decide descubrir los misterios de viejos edificios sobre los que dicen que pesa una extraña maldición. Una de estas «casas encantadas» se encuentra en la provincia de Sevilla y resulta particularmente inquietante.

Nos desplazamos a una vieja hacienda sevillana en el término de Los Palacios y Villafranca. En este lugar nos encontramos con testimonios y relatos que aseguran haber visto a una espectro a la que le gusta pasear por la noche cuando hay total calma . Las instalaciones denotan el paso del tiempo, tal vez por qué vivieron etapas mejores o tal vez por un brillo que no volverá a tener.

Nuestro testigo nos conduce, dejando atrás la valla, hacia el polvoriento camino que da acceso a la casa. Allí comienza a relatarnos su historia: «no sabría por dónde comenzar. Hace ya cosa de tres meses estaba metiendo el tractor en la cochera porque tenía que mirarle los niveles y hacerle algún arreglillo y, no sé cómo, el tiempo me pasó volando. Estaba metido en mis cosas, entretenido con la reparación y al salir vi a alguien que caminaba hacia la casa . Me sorprendió, pues la cancela está cerrada y visitas no hay sin avisar. Dejé un trapo con el que me estaba limpiando la grasa y fui hacia allá, serían eso de las nueve y media de la noche» recordaba.

Testimonio de terror

«Al entrar pasas el arco y das al patio. Allí no vi a nadie, pero estaba seguro de que alguien había. Esperé un rato, di cuatro voces a ver quién era y, entonces, vi como en la parte de arriba se paseaba una mujer. Iba con un vestido como de película antigua , caminaba muy tranquilamente con pelo suelto y rizado. No me preguntes cómo pero supe que aquella persona no era de este mundo, no sabría explicarlo».

El testigo nos sigue relatando: «me entró un escalofrío por todo el cuerpo y lo único que quise es salir de allí lo antes posible. Al llegar a casa estaba mi mujer con mi suegro ¡como llevaría la cara que me preguntaran si me había pasado algo! Al principio les dije que no, pero luego, como insistían, les conté lo que había pasado. Entonces mi suegro me dijo que, desde hace años, se habla que la antigua señora se aparecía en el cortijo. Al parecer, no murió en ese lugar pero tenía mucho afecto por el mismo . Ella pasaba muchas temporadas allí y fue donde murió su hijo pequeño. Cuando ella falleció se le comenzó a ver vagando por la casa. Eso es lo que cuenta mi suegro de tiempos de cuando él era joven y su padre se lo contaba».

El motivo de la llamada del testigo era porque, desde el día que vio a la espectro, le pasaban cosas muy raras. El cortijo estaba cerrado y, algunas noches, se veían luces encendidas , se escuchaban pisadas o se oían llantos. «A veces parecía que alguien cantaba una nana, amén del frío ese tan raro que lo atraviesa todo…». Así comienza una investigación que nos iba a llevar varias noches de escucha, análisis y sorpresas.

Investigación paranormal en el cortijo

En pleno mes de diciembre, con una temperatura de 9ºC, caía la medianoche y comenzamos la realización de varias sesiones de psicofonías: «¿Hay alguien aquí», «¿Cómo te llamas?», «¿Conoces este lugar?», «¿Podemos ayudarte».

La sorpresa fue la gran cantidad de respuestas que se obtuvieron. Respondió una voz femenina que dijo claramente: «Sí», «Lola», «Mi casa» o «Ayudadme». Todo era coherente con las preguntas formuladas y que hablaban, a las claras, de un fenómeno inteligente sin yo, con ello, querer decir que unas psicofonías implique un fenómeno paranormal, pero indicios hay de lo inexplicable del mismo.

Se captaron, con los medidores, caídas importantes de temperatura y, también los EMF (campos magnéticos) alterados en una zona en la que se habían descrito las apariciones de la «señora» dentro del cortijo.

Más impresionante fue cuando uno de nuestros acompañantes, Luis, en plena sesión de aislamiento afirmó haber sentido como alguien, lo llamó por su nombre y vio pasar la silueta de una mujer que vestía con vestido de época del principios del siglo pasado y de porte distinguido. Puede que sólo fuera la sugestión, el miedo, pero puede que fuera también la materialización del fantasma que dicen que se aparece en este lugar .

La vieja hacienda de Los Palacios (que omitimos el nombre), un lugar donde mora, por toda la eternidad, el alma atormentada de una mujer que no encuentra en la muerte aquello que encontró en la vida. Si la ve no se asuste, está perdida y necesita ayuda.

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