Las familias de La Manada «desconcertadas» con una pena que creen «injustificada»

Los cinco miembros de La Manada se enteraron por la televisión de la sentencia que los condena a nueve años de prisión por abuso sexual. Según explicó a ABC, el abogado de cuatro de los jóvenes sevillanos, el letrado Agustín Martínez, los jóvenes, que se encuentran todos ellos en prisión , conocieron el fallo condenatorio de la Audiencia de Navarra «por televisión» ya que el letrado aún no había podido contactar con sus clientes en los primeros momentos.

Pese a ello el abogado aseguró que las familia de los cinco, José Angel Prenda, Angel Boza Florido, Antonio Manuel Guerrero, Alfonso Jesús Cabezuelo y Jesús Escudero, se encuentran «desconcertadas» tras conocer la condena a nueve años de prisión que les ha impuesto la Audiencia de Navarra. Un fallo que creen que es «absolutamente injustificado» .

Se trata de unas familias que viven en el barrio sevillano de Parque Amate cerca de Los Pajaritos, uno de los distritos más deprimidos de la capital hispalense y que también figura entre los barrios más pobres de España. Las familias residen en esa zona y cada uno tiene una profesión distinta. El padre de Prenda fue panadero, el de Alfonso tiene un taller de mecánica, el de Antonio trabaja en el sector de la aeronáutica, el progenitor de Ángel está jubilado.

«¿Cómo van a estar contentas?, son nueve años» , explicó el abogado cuando fue preguntado por el hecho de que la condena haya sido por abuso y no por agresión. De hecho el letrado insistió en que se trata de una sentencia que no considera ajustada a derecho y que piensa recurrir. En cualquier caso las familias no han querido, de momento, hacer declaraciones pese a las insistentes llamadas de teléfono que están recibiendo.

El letrado, que tuvo que permanecer durante algún tiempo tras conocer el fallo en el interior del edificio judicial en Pamplona porque las concentraciones que se produjeron en la puerta le impedían el paso, ha anunciado que tiene la intención de recurrir el fallo.

Aunque el abogado ha dicho respetar las numerosas críticas a la sentencia que se están produciendo y que «hay que acatar las sentencias» , ya ha anunciado que piensa pedir de forma inmediata la puesta en libertad de sus clientes porque cuando lo solicitó en anteriores ocasiones «el elemento distorsionador para la puesta en libertad era el hecho de que la pena era de 25 años y había riesgo de fuga».