El estudio de ADN, única fórmula para frenar los robos de galgos en Sevilla y Cádiz

Además de prevenir robos, los galgueros intentan exculparse de los casos de abandonos

Imagen de archivo del Campeonato de España de Galgos en Campo ABC

Jesús Bayort

La pasión desatada por los galgueros va muchos más allá de una simple afición. Muchos ven en ellos un vector económico que, en la mayoría de los casos, genera un mercado clandestino de perros robados para su venta o reproducción.

Las mafias que operan con el robo y posterior venta de estos canes son popularmente conocidas. El presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño , señala que son éstos los principales culpables del abandono de galgos. «Los robos se producen principalmente en las provincias de Cádiz y Sevilla . Una vez que los perros no les sirven para su reproducción ni para competir –algo cada vez más difícil– los abandonan, evidenciando en muchos casos signos de maltrato».

Únicamente en la web www.milanuncios.com hay más de 1.500 ofertas de venta y reproducción de éstos. Para evitar posibles fraudes, las diferentes federaciones de cazadores han venido implementando posibles medidas antirobo como el tatuaje en la oreja o el control de ADN, que es la que mejores resultados está proporcionando a los propietarios.

Desde que en el año 2005 se creara un banco de ADN para poder rastrear el origen de todos los galgos, ya hay tomadas casi 15.000 muestras, por lo que en el año 2013, con un número considerable para poder controlarlos, la Federación Española de Galgos impuso que todos los perros federados para la competición debían tener su ADNregistrado para arrojar datos de su prodecendia ante posibles dudas.

Si un perro robado fue registrado con anterioridad al robo, jamás podrá volver a competir él ni ningún descendiente suyo. En los campeonatos oficiales, una vez llegada la fase final, se cotejan las muestras de ADN con las existentes en el banco de la Universidad Complutense de Madrid , con quien la federación tiene contratados los servicios de archivo y mantenimiento del banco de ADN.

«Los robos, gracias a medidas como el banco de ADN, parece que van a menos. Aun así, las fincas o casas donde tenemos a nuestros perros parecen búnkeres», señala Amador Rodríguez , vocal de la Federación Andaluza de Galgos.

«El caso Chapapote»

La final del campeonato de España de galgos de 2016 se vio salpicada al cotejar las muestras de uno de los finalistas, que supuestamente era descendiente del perro « Chapapote », que estuvo robado entre los años 2008 y 2013. La Guardia Civil detuvo a 29 personas por este robo, asegurando que cobraban hasta 1.000 euros por cada cubrición y que podía tener hasta 840 cachorros .

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