A la espera de que Tráfico regule los patinetes, Sevilla decide poner orden en los carriles bici

«Hoverboards», «segways» y patinetes eléctricos comparten con las bicis esos carriles y además invaden las aceras

Patinetes eléctricos y «segways» por las calles de Sevilla Raúl Doblado

Pedro Ybarra Bores

El Ayuntamiento de Sevilla ha decidido poner coto a los desmanes que se están produciendo en la ciudad al compartir el carril bici los patinetes eléctricos, las bicicletas, los «hoverboards» o los «segways», vehículos que también han invadido las aceras. Por eso, abrirá un proceso de participación ciudadana con su correspondiente consulta pública para modificar la Ordenanza Municipal de Circulación e incluir la regulación de los vehículos de movilidad personal con motor eléctrico de baja potencia».

«L a actual ordenanza fue aprobada en el año 2014 y, desde entonces, ha proliferado una amplia variedad de vehículos de movilidad personal que requieren regulación específica para compatibilizar su uso con peatones, ciclistas y vehículos convencionales», argumentó el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera .

El Ayuntamiento clasifica estos aparatos como «un vehículo de dos, tres o más ruedas, accionado por un motor eléctrico de potencia de tracción igual o inferior a 0,25 kw ancho igual o inferior a 0,80 metros y un peso en vacío máximo de 120 kilos», al tiempo que establece que «mientras no exista una regulación u homologación a nivel superior, deben ser autorizados por la Dirección General de Movilidad (del Ayuntamiento de Sevilla) para poder circular siendo considerados como ciclos».

En la actualidad, los patinetes deben estar limitados por la ordenanza municipal , por lo que deben circular por el mismo espacio que las bicis a una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora o en espacios abiertos con prioridad para el peatón, y «nunca se autoriza por calzada», afirman las mismas fuentes. Hasta ahora, la Dirección General de Tráfico ha permitido a los ayuntamientos regular este tipo de vehículos de movilidad personal y las limitaciones a la circulación en las vías urbanas, dependiendo, de la velocidad máxima por construcción, masa, capacidad, servicio u otros criterios que se consideren relevantes. Esta instrucción faculta al Ayuntamiento para concretar una regulación adaptada específicamente a la ciudad de Sevilla, proceso que también han iniciado otras grandes capitales españolas tras la decisión de la DGT.

Para modificar la ordenanza, como primer paso se abre un proceso de participación e información pública al objeto de dar audiencia a todos los ciudadanos afectados y recabar su opinión sobre los vehículos de movilidad personal, sus conductores, su régimen de circulación y régimen sancionador. Asimismo, se recabará la opinión de organizaciones y asociaciones.

«Nuestro objetivo es poder contar con la ordenanza modificada en este primer trimestre del año para dar cobertura a un amplio tipo de vehículos, que van desde bicicletas de pedaleo asistido hasta los segways turísticos, pasando por los hoverboards o los habituales patinetes eléctricos con o sin sillín», detalló Cabrera.

Las sugerencias se trasladarán a través de la plataforma «Decide Sevilla». Además, se ofreció participar a asociaciones ciclistas, como «A Contramano» , la organización empresarial sevillana CES , Ampes (Asociación para la Movilidad Personal Ecológica en Sevilla), la asociación «Sevilla se mueve» , organizaciones de consumidores, la Red Ciudades que Caminan y la Oficina de la Bicicleta.

Desde «A Contramano» valoran «muy positivamente el hecho de que se abra la posibilidad a que los colectivos interesados participemos en la normativa que se vaya a crear en torno a esos vehículos, y por otra parte nuestra postura ya les ha sido trasladada desde hace tiempo y es pública, ya que nuestras propuestas están publicadas a través de nuestros comunicados y nuestra web. Estamos a expensas de que se hagan públicos los detalles de esa nueva normativa y opinar», afirman.

Trayectos entre municipios

La regularización plantea también otras dudas: ¿qué ocurrirá con los trayectos entre municipios cuya normativa no fuera coincidente? La última palabra parece que la tendrá la Dirección General de Tráfico (DGT) , que trabaja para establecer una regulación mínima sobre los patinetes eléctricos que contemplaría la prohibición de circular por la acera —en su defecto se aprovecharían los carriles bici—, de prohibir el uso de auriculares, así como limitar su velocidad a 25 kilómetros por hora .

La actriz y directora de teatro Araceli de Areba utiliza el patinete desde el pasado mes de diciembre y considera que «es un medio muy práctico. Con seguridad y por el carril bici todo va bien. La convivencia es buena y no noto ninguna animadversión por parte de ningún tipo de usuario en la vía. Lo peor que tiene este tipo de vehículos es que te puedes quedar sin batería. Deberá regularse y tendremos que adaptarnos, porque tampoco hay espacios donde poder dejarlo cuando llegas a un destino».

Para José Luis Navarro , gerente de «Recambios Alamillo», una empresa que vende estos vehículos eléctricos, a la espera de normativa «esta campaña de Navidad se han vendido un 15% menos de patinetes eléctricos que durante las navidades del año pasado. Entre otras cosas debido a que cuando llega la hora el cliente se echa para atrás ante las dudas que surgen para su uso ante la futura regulación». Además, las alarmas han saltado desde que una mujer de unos 90 años murió en agosto en Esplugues de Llobregat tras ser atropellada por un patinete. En octubre se produjo el primer accidente con un camión. En Sevilla el asunto no ha llegado a tal extremo, debido también a que tiene más de 200 kilómetros de carril bici en funcionamiento.

La instrucción de Tráfico de 2018 lo que hizo fue considerarlos a todos los efectos «vehículos» para despejar dudas sobre si eran o no juguetes, por lo que se les aplica toda la normativa (Ley de Seguridad Vial, Reglamento de Circulación, etc.), al mismo nivel que una bicicleta.

El delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera , reconoció ya hace unos meses la preocupación que existía en el gobierno municipal por la proliferación de patinetes eléctricos sobre los que no existe una regulación específica. En concreto se refería entonces a aquellos aparatos en los que no se controlaba ni la masa ni la potencia y apostaba por ir «a una mayor regulación», aunque consideraba que «debe ser un asunto de regulación estatal, a través del Reglamento General de Circulación, ya que es un problema general en España», apuntaba entonces.

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