CAFÉ DE REDACCCIÓn
Los discapacitados toman el poder de sus decisiones vitales de la mano de los notarios
La Ley de Protección Jurídica de la Discapacidad, que entró en vigor en septiembre del año pasado, elimina el procedimiento de incapacitación, el binomio «enfermedad-pérdida de capacidad»
El propósito del nuevo texto normativo es que nadie decida por la persona discapacitado, ofreciéndole un abanico de «apoyos» para conformar su voluntad
Los notarios señalan que «el ciudadano salió ganando» con la jurisdicción voluntaria pese a las críticas iniciales
El mundo de la discapacidad ha ganado una nueva batalla para hacerse visible. La Ley de Protección de la Discapacidad , en vigor desde septiembre de 2021, es la última victoria para colocar «en el centro a la persona por su dignidad» a la hora de tomar sus decisiones. «Nadie decide por ti porque capacidad tenemos todos , lo que hay que buscar es los mecanismos para que los puedas expresar y que la atención se adapte a tu voluntad, tu deseo y tu preferencia, formando un consentimiento válido ».
Así lo ponen sobre la mesa Manuel Seda, Carmen Vela y Salvador Torres, los tres notarios del Colegio Notarial de Andalucía que protagonizan el segundo encuentro del ciclo 'Cafés de Redacción' que organiza ABC de Sevilla . La ley, por la que se reforma la legislación civil y procesal para sustituir la incapacidad judicial de las personas con discapacidad por un sistema de apoyos individualizados para que tomen sus propias decisiones de forma libre e informada, viene a plasmar en el ordenamiento normativo español los principios de la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, promulgado en 2006.
« El procedimiento de incapacitación desaparece porque es contrario al espíritu de la ley . El binomio enfermedad-pérdida de capacidad desaparece», manifiesta Carmen Vela, directora de la Academia Sevillana del Notariado. « Hay que remover los obstáculos que presenta una enfermedad para favorecer la formación adecuada y correcta de la voluntad de las personas para la toma de sus decisiones, teniendo en cuenta su trayectoria vital».
El objetivo de la ley, que ha convertido a los notarios en verdaderos protagonistas del proceso de decisión de una persona con discapacidad, es preocuparse «por lo que quiere el sujeto y darle los cauces adecuados para que pueda expresarlo de forma válida», según Vela. Para eso, la nueva normativa deja atrás la rigidez del sistema de protección anterior por la flexibilidad que ahora se gana para adaptarse a cada persona.
Igualdad y dignidad
Manuel Seda, notario sevillano y vicedecano del Colegio Notarial de Andalucía , recuerda que la figura del fedatario público siempre está presente en los actos trascendentes de la vida de las personas (compraventa de una vivienda, matrimonio, separación, testamentos, etc.). Sobre la ley remarca dos ideas fundamentales: la proclamación de la igualdad del discapacitado y la dignidad personal. «Es incompatible con la dignidad personal que se sustituya su voluntad por la de la persona que lo representa» .
Y estas dos ideas las plasma el legislador en la desaparición del proceso de incapacitación y la sustitución por medidas de apoyo. Éstas, en primer lugar, son voluntarias, el propio discapacitado, ante notario, decide qué instrumento de apoyo es el mejor para formar y expresar su voluntad. De forma subsidiaria aparecen las medidas legales , adoptadas con intervención de un fiscal y un juez: curatela, reconocimiento de guarda de hecho o el defensor judicial.
« El discapaz tiene una voluntad y hay que intentar que se exprese , no sustituirla. De ahí que se hable de medidas de apoyo para formar dicha voluntad teniendo en cuenta sus intereses», según el notario de Granada Salvador Torres . exdecano del Colegio Notarial de Andalucía . Para expresar esa voluntad se recurrirá a medios técnicos como simulación de voz por ordenador, amplificación auditiva o visual, etc. El último recurso debe ser el escenario judicial, antes hay que abogar por no suplir la voluntad de la persona discapacitada.
Los tres participantes en este debate mandan un mensaje de tranquilidad a las familias. « No desaparecen las situaciones de incapacitación ya consolidadas , pero se revisarán a la vista de la nueva ley». Igualmente, la demanda inicial para poner en marcha el proceso de incapacitación se sustituye por un escrito, lo que cambia el significado «agresivo» de tener que demandar a tu hijo o familiar.
Las medidas de apoyo que adopte la persona discapaz para conformar su voluntad y expresar su consentimiento ante cualquier decisión vital (desde sacar dinero de un cajero hasta el expediente matrimonial) es puntual y puede cambiar en función de las circunstancias.
La aplicación de la ley
Desde el Colegio Notarial de Andalucía son conscientes de que la ley necesita un rodaje «de muchos años» para su aplicación porque no sólo afecta a notarios, acostumbrados a asesorar a las personas, sino a jueces, fiscales, al empleado de banco, al funcionario del Ayuntamiento que le cobra un impuesto o a la persona que le atiende en un centro de salud. « Es un cambio de mentalidad que requiere tiempo y pedagogía », para lo que es fundamental la labor de entidades sociales y fundaciones del sector.
Pero, ¿cuánto cambia el papel del notario? La ley, según el vicedecano del Colegio Notarial de Andalucía, reconoce al notario como autoridad con una trayectoria de años protegiendo la discapacidad con escasos instrumentos. Ahora «nos dotan de más medios y más responsabilidades», aunque muchos aspectos de la norma los despachos notariales ya los aplicaba.
« Ahora te relacionas con la persona discapacitada y antes con su representante ». Es el principal cambio para Salvador Torres, idea que comparte Manuel Seda, mientras Carmen Vela resalta el «contacto directo» como base de la aplicación de la ley. «Va en el ADN del notario el asesoramiento, ahora a la parte más débil y necesitada de protección». «Es más trabajo y más responsabilidad, pero el notario ahora es un actor imprescindible».
Sobre la figura del apoyo, Vela admite que es un concepto indeterminado, donde cabe todo, «desde medios técnicos hasta personas como facilitadores», véase el ejemplo del notario. «Son todas las medidas que contribuyan al proceso de formación y expresión de la voluntad, deseo y preferencia de la persona». Pero «sin desplazar a la persona, que es el actor principal» . «No es sólo una ayuda, sino un instrumento (personal o técnico) del que echar mano en cada situación», precisan.
La flexibilidad que refleja la ley hace que los operadores o instituciones que intervienen en este proceso también sean flexibles en su aplicación. « Tenemos que dejarnos enseñar por los discapacitados, que nos digan lo que quieren y lo que necesitan. Son los dueños de su destino», según Torres. Un mismo problema mental no tiene que tener idéntica medida de apoyo, sino que aspirar a hacer «un traje a medida» de la persona. Los protagonistas de este segundo encuentro 'Cafés de Redacción' coinciden en que cuando es imposible la formación y expresión de la voluntad del sujeto, hay que acudir a las medidas judiciales.
Para Salvador Torres, esta ley ayuda a «desacralizar» la imagen del notario . «El ciudadano ve la cercanía del notario» y elimina ideas preconcebidas.
