SEVILLA
Una conexión desde Sevilla a la Antártida para conocer la misión de apoyo científico del Ejército
El Acuario acoge un acto con gran asistencia de niños para difundir la labor de los militares en la base española Gabriel de Castilla en la isla Decepción a más de 12.300 kilómetros de la capital
El Acuario de Sevilla , a más de 12.300 kilómetros de la isla Decepción en el Polo Sur , ha acogido este sábado un acto para dar a conocer la labor del Ejército de Tierra en la base española Gabriel de Castilla en la Antártida , pudiendo demostrar al público asistente, en su mayoría niños, la importante misión de apoyo a los científicos que realizan en la zona durante sus numerosas campañas. Los asistentes han podido dialogar con tres militares de misión en la base por vídeoconferencia, quienes se han sometido a un curioso interrogatorio por parte de los más pequeños.
Actualmente, el Ejército de Tierra tiene desplegado en la base a 13 hombres y mujeres que conforman la XXXIII Campaña Antártica . Militares expertos en montaña, comunicaciones, motores, alimentación o sanidad con la firme misión de prestar apoyo personal y logístico a la comunidad científica española que desarrolla distintos proyectos en la zona durante el verano antártico , que coincide con el invierno en el Hemisferio Norte. Llegan a soportar durante los cuatro meses de misión temporaturas entre cero grados y menos 29 grados . Hoy «hacía calor, tenían dos o tres grados».
La base española Gabriel de Castilla , que lleva el nombre del primer hombre que vio la Antártida en 1603 , es una de las dos desplegadas por España en el Polo Sur junto a la base Juan Carlos I. En total existen alrededor de 60 bases en esta zona polar, pertenecientes a casi una treintena de países. Argentina es el estado que más tiene.
El comandante del Ejército de Tierra Eduardo Macías , responsable de comunicaciones en la XXIX Campaña Antártica desarrollada entre 2015 y 2016, ha sido el encargado de explicar a los más pequeños y a sus familiares el papel de los militares en la Antártida, «un continente para la investigación, un continente de todos» .
Entre los objetivos del Ejército de Tierra durante los cuatro meses de misión están mantener la presencia física de España en la Antártida y mantener la base con medios y personal, pues durante el invierno se abandona por el clima extremo que se vive allí. A la vuelta hay que hacer labores de mantenimiento de todo el equipo, materiales y del campamento. Otro de los fines es colaborar con los científicos que desarrollan su actividad en la base.
Pero este tiempo allí le sirve a los militares para realizar proyectos y experimentos con materiales y procedimientos en situaciones muy adversas que luego pueden desplegar en otras misiones como Afganistán e Irak.
Una base en un volcán
Tras formar parte de un programa de preparación durante un año, la XXXIII Campaña Antártica llegó en diciembre y volverá a Madrid el 4 de abril. De la misma forman parte el capitán Manuel Landáburu , que es responsable de comunicaciones, y la sargento primero Vanesa Alcón , auxiliar de comunicaciones. Ambos sevillanos. Ella, además, casada con un antiguo miembro de la Campaña Antártica.
Ellos dos junto al profesor Alejandro Moreno, investigador de la Universidad de Granada y que participa en el proyecto «Seguimiento de la actividad sísmica en la isla Decepción y el Estrecho de Bransfiel», han sido los participantes en la conexión con la base por vídeoconferencia.
Después de dialogar con los niños y todos los asistentes a este acto de difusión de la labor del Ejército de Tierra, los dos militares y el investigador han salido al exterior de la base y han permitido a todo el público conocer cómo es la Antártida y, concretamente, la isla Decepción , que es la parte de arriba de un volcán, por lo que la arena que pisan los militares y los científicos es negra y empedrada. «Tienes la misma sensación que al pisar la luna», ha confesado uno de ellos. La última vez que el volcán entró en erupción fue en 1967.
La de este sábado en el Acuario ha sido la primera conexión del Ejército este año 2020 con la base Gabriel de Castilla, que ya ha acogido 32 Campañas anteriores y se ha convertido en una referencia para la comunidad científica y las otras bases por el estricto cumplimiento de los objetivos y por no haber sufrido en este tiempo ni muertos ni heridos de gravedad.
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