Las cigüeñas blancas: vigías de Sevilla

La marmota Phil se vio la sombra, o eso dicen los expertos. Una señal que para los norteamericanos significa que la primavera está a la vuelta de la esquina. En la Península Ibérica, el despertar del célebre roedor de Punxsutawney (Pensilvania) lo encarna la cigüeña blanca, que vuelve fiel a su cita coincidiendo con la efemérides del 3 de febrero: «Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves». En Sevilla ya han sido avistadas en las improvisadas atalayas que proporciona la ciudad (campanarios, tejados, árboles...), donde estos días se afanan en construir sus laboriosos y pesados nidos (algunos de hasta dos toneladas). De este modo, se puede decir que la primavera, tras un atípico invierno, tardará poco en llegar.

Lo saben bien los vecinos de la barriada de San Bernardo, que desde hace semanas les acompaña el característico crotoreo que las cigüeñas emiten al chocar rápidamente la parte superior del pico con la inferior. En las chimeneas de la Fábrica de Artillería, estas vigías blancas de la capital incubarán en el mes de marzo (y durante 30 días) los nuevos pollos que otros inviernos volarán desde África a Sevilla. Aquí estarán hasta julio, cuando emigrarán de nuevo al continente vecino, aunque cada vez es más frecuente que permanezcan en nuestro territorio.

El último censo de cigüeñas blancas realizado en España contabilizó unas 30.000 parejas. De éstas, casi 1.400 fueron registradas en la provincia de Sevilla. Sin embargo, según SEO/Birdlife, la población aumenta en la Península cada año, por lo que esa cifra anotada en Sevilla es hoy, sin duda, superior.

En este sentido, la provincia alberga uno de los paraísos para la cigüeña blanca: la Reserva Natural Dehesa de Abajo, en La Puebla del Río. Allí conviven más de 340 especies de aves diferentes y acoge la colonia de cigüeña blanca más importante criando en árbol de toda Europa. Así, junto a los arrozales, en algunos de los portentosos eucaliptos que existen, un lugar seguro que las aleja de los depredadores, se pueden llegar a contar hasta 25 nidos que alojan a 150 ejemplares. La cigüeña blanca (Ciconia ciconia) mide entre 100 y 200 centímetros, y sus alas pueden llegar a tener una envergadura de 2,15 metros. Se alimenta de insectos y pequeños vertebrados, como roedores. No obstante, cada vez más recurren a los vertederos para comer.

Pese a que en Sevilla SEO/Birdlife no tiene registrados ataques a estos nidos, desde la organización medioambiental recuerdan la prohibición de destruirlos o de retirarlos de forma indebida. «La abundancia de comida ha provocado que un número creciente de ejemplares opte por permanecer en nuestro país durante los meses más fríos. La época reproductora es un periodo fundamental para la conservación de las especies protegidas, como la cigüeña, y así queda reflejado en la normativa», explica el técnico de SEO/Birdlife Nicolás López.

Por todo esto, si ve una de estas obras de auténtica ingeniería, construidos con materiales de toda índole (incluso plásticos), recuerde que en su interior habitan los polluelos que el día de mañana coronarán las torres de la ciudad, dejando, como las cámaras de ABC han captado, este bonito espectáculo.