Contraespionaje

Cazadores de espías en la Junta de Andalucía y empresas sevillanas

Cada día se demandan más los barridos electrónicos para detectar dispositivos de escucha

Material para hacer los barridos electrónicos ABC

Amalia F. Lérida

Hoy día, debido al avance de la tecnología, la proliferación de tiendas de espionaje y el abaratamiento de los productos, cualquier persona puede convertirse en espía. Basta con adentrarse en internet para encontrar micrófonos ocultos y grabadoras desde 20 a 2.000 euros de venta libre con gran autonomía y calidad.

De modo que el espionaje está servido y, por tanto, el contraespionaje se hace cada día más necesario y las empresas cazadoras de espías se ponen manos a la obra.

Consiste en la detección de dispositivos de escucha tales como micrófonos ocultos, minigrabadoras de audio, pinchazos telefónicos en red y Voip, interceptación wifi y balizas GPS, mediante los últimos equipos de detección existentes en el mercado.

Para la realización de los barridos electrónicos, según informa a ABC, Javier Conde, gerente y técnico de NHS, «se utilizan equipamiento tecnológicamente muy avanzados como analizadores de espectro Oscor, analizador telefónico Talan DPA-7000, detectores de transmisores digitales de campo cercano, detectores de uniones no lineales Orion y multitud de otros equipos y antenas de precisión cuyo valor aproximado es de 100.000 euros».

«Tanto es así —sigue— , que somos capaces de identificar tarjetas sim, grabadoras de tamaño muy reducido capaces de almacenar información y enviarla vía wifi en 5 segundos y otras con tres meses de autonomía del tamaño de una moneda de euro, micrófonos activos que emiten constantemente y otros pasivos o dormidos que entran en funcionamiento según la conveniencia, dispositivos de captación de todo el tráfico de la red interna de una empresa y análisis de vulnerabilidades». Las empresas del sector tienen personal propio y nunca subcontrata a técnicos de otras empresas ni becarios manteniendo así la máxima confidencialidad respecto al cliente, debido a que es un tema extremadamente sensible «ya que habitualmente acudimos a viviendas y despachos de empresarios y políticos de gran relevancia».

Dice Conde que estos servicios son muy demandados a día de hoy por «empresas de todo tipo, partidos políticos e instituciones , se realizan dependiendo del cliente en una única ocasión ante la fuga de información o difusión de conversaciones o preventivamente 2 ó3 veces al año, incluso mensualmente previo a reuniones de dirección muy importantes que por su naturaleza deben protegerse».

Asegura que cualquier empresa sin importar el sector en el que se desenvuelva puede ser víctima de espionaje por parte de empleados, socios o competencia, ya que «las reuniones importantes en consejos de dirección e instituciones a día de hoy se suelen realizar a puerta cerrada sin teléfonos móviles».

Micrófonos que se instalan ocultos para espiar ABC

En el sector político y de las instituciones públicas es un servicio que suscita mucho interés y «se desarrolla de manera constante sin importar el color del partido, e specialmente cuando cambian los mandatos de Gobierno, consejerías así como en alcaldías de ciudades grandes e, incluso, pueblos pequeños, protegiéndose así de las escuchas que pudieran haber dejado los predecesores».

En estos casos se suelen encontrar desde sofisticados sistemas de transmisión de audio mediante el cable eléctrico y telefónico hasta dependencias que controlan los atacantes, micrófonos ocultos dentro de los teléfonos o manos libres que transmiten cuando el teléfono está colgado, dispositivos instalados en mobiliario y pared que posteriormente han pintado o decorado para su camuflaje, pero también a veces simples grabadoras para nada sofisticadas pegadas debajo las mesas o armarios», relata Javier Conde.

También se realizan en las dependencias de los partidos dentro de edificios institucionales.

Según cuenta Javier Conde, aproximadamente en 1 de cada 10 barridos se encuentran micrófonos, grabadoras o evidencias de instalaciones pretéritas. En Sevilla NHS ha trabajado con empresas del sector industrial, logístico y energético en diversas ocasiones. También protege a algunas empresas sevillanas con intereses estratégicos y que participan en proyectos y concursos internacionales que, en ocasiones, son víctima de espionaje y robo de información.

En 2018 los clientes de empresas Ibex 35 representaron un 25% del total, las medianas y grandes empresas, un 30%; la Adminstración pública y el sector político, un 30% ( un 5% más que en 2017); las pequeñas y medianas empresas , un 13%; y, los particulares, un 2%.

NHS Contramedidas está especializada en la realización de servicios T.S.C.M. (Technical Surveillance Counter Measures, en inglés) que son los denominados «barridos electrónicos».

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