La Catedral instala un sistema de monitorización ambiental
La urna del Santo Rey o el trascoro serán algunos de los 23 puntos bajo control
La urna del rey San Fernando , instalada en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, contará con un sensor que registrará minuto a minuto las condiciones de humedad y temperatura del interior del féretro del monarca. Pero no será el único bien mueble o inmueble catedralicio sujeto a control medioambiental. La nueva vitrina que custodia el Pendón del Santo Rey , una de las piezas más antiguas del patrimonio textil de la Catedral (siglo XIII), también dispone ya de otro programa de monitorización de factores ambientales, al igual que numerosos retablos y capillas del templo metropolitano. En total, los conservadores de la Catedral de Sevilla han instalado hasta 23 nuevos puntos de control distribuidos a lo largo y ancho de la seo tanto en espacios abiertos (el trascoro, muros, capillas) como en el interior de vitrinas.
Para ello, la Catedral se ha dotado de un completo sistema de control de las condiciones medioambientales que ha sido desarrollado por la empresa TSA , dedicada a la conservación preventiva del patrimonio cultural. «Es una prueba más de que la Catedral se preocupa por su patrimonio», subraya Ana Isabel Gamero, conservadora de Bienes Muebles de la iglesia de Santa María de la Sede.
El completo sistema inalámbrico de registro permite medir segundo a segundo la temperatura, la humedad del aire y su movimiento, las condiciones de iluminación, el contenido de humedad en los muros y otros parámetros ambientales que influyen conjunta y directamente en la posible degradación de los materiales. Estas mediciones servirán para conocer desde cualquier lugar y en cualquier momento las condiciones ambientales en muy diversos puntos del interior de la Catedral y también su contraste con el exterior.
Mediciones continuas
El ingente patrimonio que alberga la Catedral sevillana requiere del mantenimiento de unas particulares condiciones ambientales –fundamentalmente, de la temperatura y la humedad relativa– para la correcta conservación del edificio y la de sus valiosísimos contenidos. «Por ello, es fundamental realizar continuas mediciones de estos parámetros a lo largo del tiempo» , resalta Gamero.
Gracias a estas mediciones se obtendrán datos en continuo que permitirán aportar información muy valiosa para las tareas diarias de conservación de la Catedral . De este modo, la monitorización ambiental y el estudio posterior de los datos registrados se convertirán en una herramienta básica de conservación preventiva que servirá de apoyo a las decisiones de gestión del templo.
Además, el sistema instalado es muy versátil y permitirá en el futuro la incorporación de nuevos sensores de muy variado tipo que podrán medir otros muy diversos parámetros, incluyendo incluso el conteo de personas .
«Podremos comparar datos de las condiciones ambientales que se registren en un determinado espacio a lo largo del año o, por ejemplo, con motivo de la apertura de una puerta para el acceso de los fieles, y también podremos seguir indagando en los problemas de humedad que padece el muro norte», explica la conservadora de bienes muebles.
Para el control de las condiciones de humedad relativa y temperatura, la Catedral contaba con unos aparatos «que se han quedado obsoletos» . «Lo que hemos hecho con la instalación de este moderno sistema –apunta Ana Isabel Gamero– es actualizar el control de las condiciones ambientales de la Catedral, lo que sin duda contribuirá a la mejora de la continua actividad de conservación» que se lleva a cabo en el interior de esta gran montaña hueca.
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