La Campana reivindica su legado histórico en el cine y la literatura

En La Campana estuvieron sentadas Bo Dereck o Gina Lollobrigida y sirvió de escenario para películas como «Currito de la Cruz» o debutó Antonio Machín. Son algunos argumentos que esgrime la confitería para solicitar hoy que sea incluida en el catálogo general de Patrimonio Histórico Andaluz.

El emblemático establecimiento, al que el Ayuntamiento de Sevilla obligó el pasado abril a retirar todos los veladores, presentará hoy en la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura un escrito en el que solicita ser inscrito en ese catálogo para así poder ser tratada por el Ayuntamiento de forma excepcional.

Según el escrito, el principal argumento es el carácter histórico del establecimiento así como las técnicas artesanales que aún utilizan para elaborar sus dulces.

Así se recuerda que la confitería fue fundada en el 1885 por Antonio Hernández Merino y que luego pasó a sus hijos y nietos hasta llegar a la cuarta generación, la actual, constituida por José Antonio Hernández Muñoz y Borja Hernández Medina.

Además La Campana fue proveedora de la Casa Real en tiempos de Alfonso XIII y el establecimiento «Hernal», acrónimo de Hernánez Nalda, situado en la Plaza Nueva esquina con la calle Tetuán, fue donde debutó el cantante Antonio Machín en Sevilla.

Igualmente se explica que en la versión muda de la película «Currito de la Cruz» se recoge como el torero, tras triunfar en la Maestranza, lo celebra con sus amigos y seguidores merendando pasteles en La Campana. Y en la novela de Arturo Pérez Reverte «La piel del tambor» se representan varios personajes en la terraza de veladores. También se recuerda que por esa terraza han pado «celebridades del mundo del teatro y del cine» como Arturo Fernández, Pedro Osinaga, Bo Dereck o Gina Lollobrigida, entre otros.

Son «antecedentes históricos» de un establecimiento que, según esgrimen, «ha sabido conservar una imagen permanente que ha casado perfectamente con el entorno en el que está ubicado, contribuyendo a su calidad paisajística». De hecho, se hace referencia al uniforme empleado por los trabajadores y la forma tradicional en la que se ejerce la actividad que, según argumentan, «deberá contribuir a la consecución de una especial protección pro su valor etnológico». Por ello insiste en que «no se entiende La Campana sin este establecimiento que es buscado y visitado por propios y visitantes».

Además insiste en que ha sabido crear, desarrollar y mantener un sistema productivo genuino que se basa en «recetas cententarias» siguiendo el mismo sistema artesanal de producción que en sus principios. El obrador realiza de manera artesanal casi toda su pastelería como merengues, milhojas, tocinos de cielo, inglesitos, cervantinas... O que los productos están fuertemente arraigados a las costumbres populares sevillanas: torrijas y pestiños en Cuaresma y Semana Santa, cocas de San Juan el 23 de junio, huesos de santo y panellets en noviembre, mantecados, tarteras, cortadillos, alfajores.. en Navidad y roscos de Reyes.