Política

El Ayuntamiento de Sevilla homenajea a Del Valle con un libro que perfila su figura política y personal

La presentación de 'Cita con Manuel del Valle' reúne a Monteseirín, Zoido, Rojas-Marcos, Borbolla o Guerra para reconocer la labor del que fuera regidor, fallecido hace un año

Un momento de la presentación del libro de Manuel del Valle Raúl Doblado

E. B.

Tres exalcaldes de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, Alfredo Sánchez Monteseirín y Alejandro Rojas-Marcos, un expresidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, y el que fuera vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra han acompañado este lunes al actual regidor hispalense, Juan Espadas, en la presentación del libro 'Cita con Manuel del Valle' , otro de los homenajes del Ayuntamiento sevillano al que fuera también alcalde de la capital andaluza, fallecido hace un año, el 26 de marzo de 2020, en pleno confinamiento y estado de alarma por la primera ola de coronavirus. En el acto, celebrado en el Salón Colón, ha estado presente la familia de Del Valle, que ha agradecido todos los reconocimientos que se están realizando.

«Su fallecimiento nos dejó un vacío inmenso -ha expuesto Espadas- y la amargura de no poder rendir un homenaje en aquel momento como el que merecía un hombre al que todos recuerdan por su talante tranquilo , un hombre que con sus palabras y su sensatez nos ha marcado a muchas personas, además de su brillante trayectoria pública. En pleno confinamiento no pudimos tener esa despedida a la altura que merecía Del Valle, pero el trabajo diseñado por la comisión que se organizó para rendirle homenaje nos está sirviendo para resarcirnos». En ese sentido, el alcalde ha dado las gracias a los componentes de esa comisión, entre los que está el propio Rodríguez de la Borbolla, así como a los miembros del Alcázar -donde Del Valle fue alcaide- que han participado y a los profesionales del Archivo Municipal y la Casa Consistorial.

Ha recordado Espadas que ya se pudo hacer un primer homenaje en el Alcázar, que «era el lugar adecuado por las distancias y el espacio con el que contábamos cuando fue posible hacerlo. Además, tenía una connotación especial porque fue su último destino, el de alcaide del Alcázar, que le agradaba mucho». «Hoy cumplimos otro de los objetivos que nos habíamos marcado -ha añadido-, que es celebrar un homenaje en esta casa, en su casa, en el Ayuntamiento. Y hacerlo para presentar la publicación que deja testimonio de aquel primer homenaje en el Alcázar y, sobre todo, de personas que compartieron experiencias con Del Valle para perfilar el alcance de su figura política, de su personalidad y el legado que ha dejado en la ciudad por su sensatez y su coherencia».

Rojas-Marcos, Zoido y Sánchez Monteseirín, junto a Beltrán Pérez Raúl Doblado

El libro, 'Cita con Manuel del Valle', recoge los testimonios de cincuenta personas de muy diversos ámbitos que han sumado sus recuerdos y experiencias para confrontar y conformar un retrato del que fuera alcalde. Se hace con distintos enfoques, desde el Del Valle alcalde, que recuerdan Rodríguez de la Borbolla, Bernardo Bueno, Francisco Moreno o Guillermo Gutiérrez; hasta el apartado de la transformación de la ciudad impulsada por Del Valle, que retratan las palabras de otros regidores como Soledad Becerril, Juan Ignacio Zoido, Alfredo Sánchez Monteseirín o Alejandro Rojas-Marcos, o periodistas que como Antonio Burgos, Tomás Balbontín o Francisco Correal; o su lado más personal, perfilado con los testimonios del cardenal Amigo Vallejo, exdirigentes como Luis Yáñez o la periodista Marta Carrasco; y también su trayectoria política, que en esta obra dibujan Alfonso Guerra, Amparo Rubiales, Enriqueta Vila, Francisco Giménez Alemán o el periodista Javier Rubio. «Es un homenaje y una publicación que todos queremos tener y conservar», ha subrayado Espadas.

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra , por su parte, ha destacado que «muchos de los que exponen sus testimonios en este libro son amigos del colegio de Manolo del Valle, lo que habla por sí mismo del espíritu y de su talante, porque no es fácil conservar a tanta gente al lado, y menos en la política, que habitualmente hace más enemigos que amigos. O incluso amigos en el periodismo, donde la confianza y la desconfianza entre ambos sectores ponen muy difícil mantener una relación. O de la Iglesia. O de los grupos de la oposición de su etapa como alcalde... Todos le elogian, todos. Y es lógico». «Le nombran con la contención -ha agregado Guerra- de hablar de quien intelectualmente no acepta la alabanza hagiográfica pero sin poder ocultar la piel erizada de emociones cuando escriben de él. Tantas que no está claro si somos nosotros los que llamamos a Manolo o es él quien nos llama para celebrar que no se desvanece su presencia en nuestros corazones y en nuestra memoria».

Guerra ha recopilado los calificativos de Del Valle de la publicación, destacando su carácter «sensato, sereno, serio, pasional, amistoso, humano, callado, tolerante, respetuoso, inconformista, hábil, inteligente, culto, tenaz, guasón, pacificador, crítico, astuto, curioso, comprometido, bueno, honesto, conciliador, irónico, dialogante, demócrata, honrado, fiable, lúcido, eficaz, responsable y brillante». «Tenía una gran firmeza contra la hipocresía, que no soportaba, y sabía decía que no sin mover un músculo», ha sentenciado Guerra tras poner el acento en sus logros como alcalde, ante la «trascendente transformación de la ciudad para que triunfara con la Exposición Universal del 92, con el derrumbe del muro que ocultaba el gran río, y todo ello sin ruido».

Un «organizador de equipos»

Ha cerrado el acto Manuel del Valle, hijo del exalcalde , quien ha mostrado su agradecimiento en nombre de toda la familia a todos quienes han participado en los actos por su progenitor, quien «siempre decía que era una de sus cualidades, aunque no era dado de hablar de ello, era organizador de equipos». Ha indicado que en junio de 1983 tomó posesión como alcalde en su primera legislatura en este mismo Salón Colón y ha agradecido especialmente a Espadas su impulso al homenaje y el hecho de que le hiciera a Del Valle «su último regalo» como alcaide del Alcázar.

Ha destacado el hijo del homenajeado las muestras de afecto recibidas en un momento en el que «las despedidas a nuestros seres queridos no se pueden hacer como se quiere ante una situación de pandemia en la que aún no se ve la punta del iceberg». «Mi padre era una persona sencilla, seria, con sentido del trabajo y responsabilidad, conciliadora y con dotes de integración. Mi padre estaría muy orgulloso y agradecido de una ciudad a la que quería a su manera», ha recalcado.

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