Universidad

Los aparejadores de Sevilla rozan el pleno empleo por el repunte inmobiliario

Los egresados de Ingeniería de la Edificación encuentran trabajo al terminar la Universidad; el repunte de la construcción eleva la demanda

El director de la ETSIE, Valeriano Lucas y el presidente del colegio de Aparejadores, Javier Gómez Ramallo Rocío Ruz

Mercedes Benítez

Encontrar un empleo nada más salir de la universidad no es algo frecuente. Y firmar un contrato laboral horas después de presentar el proyecto de final de carrera suena utópico. Está pasando en Sevilla en una profesión, los arquitectos técnicos, antiguamente denominados «aparejadores», que salen de la Universidad con empleo.

Una encuesta realizada en 2018 por la Universidad de Sevilla sobre la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación revela que el 100 por cien de los egresados en 2016 tenía empleo y que había cero por ciento de paro. La estadística refleja además que, tras la crisis que dejó a la profesión en una mala situación, la recuperación ha sido progresiva. Un año antes, en 2015 el 71 por ciento de los egresados tenía empleo y en 2014 el 67 por ciento. El estudio, del profesor emérito de la Universidad de Sevilla Antonio Ramírez de Arellano desvelaba que la curva de ocupación de los egresados atraviesa el umbral del pleno empleo.

El director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación de la US, Valeriano Lucas, confirma el «auge extraordinario» y que hay una gran demanda de la profesión. Las razones son varia s. En primer lugar, el repunte en la construcción . Hay promociones inmobiliarias en la ciudad y alrededores. Y eso provoca una gran demanda. Hay empresas que se ponen en contacto con la Universidad buscando estudiantes y en el Colegio de Aparejadores (con 2.100 profesionales, de los que 1.100 están en ejercicio) también.

Además esa demanda viene motivada porque, según el presidente del Colegio de Aparejadores de Sevilla, Javier Gómez Ramallo, es una carrera «muy amplia» con una formación muy completa que permite muchas posibilidades:desde dirigir el proceso constructivo a seguridad, proyectos técnicos, materiales o gestión económica.

«El que sale de la escuela de Sevilla tiene capacidad para enfrentarse a un proyecto sencillo como adaptar el portal de una zona residencial o un proyecto comoPalmas Altas», defiende el presidente del colegio. El director de la escuela añade que la titulación se ha reformado y se adapta a los nuevos métodos y nuevas tecnologías.

Otra de las razones hay que buscarlas en que es una carrera con pocos egresados cada año . El director de la ETSIE, Valeriano Lucas , afirma que hay 60 egresados cada curso y que en los últimos años quedan plazas libres. Ofertan casi 200 plazas pero la escuela no se llena. Hay más oferta que demanda. Por ello no hay notas de corte como en otros grados. Y eso que, según Lucas se están recuperando tras la crisis. «La gente dejó de estudiar porque no se construía, pero ahora cada año se vienen más», dice el director.

Alexandra Guardeño, aparejadora Abc

Un ejemplo es Alexandra Guardeño, de 31 años, que en septiembre defendió el proyecto de final de carrera. La misma tarde hizo una entrevista laboral y la contrataron ese mismo día. «No me dio tiempo ni a descansar, fue estupendo», explica esta arquitecto técnico que empezó de becaria antes de terminar. Había hecho prácticas. Primero en una constructora y luego en un estudio de arquitectura hasta terminar los estudios. Ahora tiene un contrato de 25 horas a la semana y cobra 17.000 euros al año , aunque pronto ampliará horario y ganará más. Está en una empresa de ingeniería industrial que se dedica a la automatización de maquinaria. «La mayoría de mis compañeros han encontrado trabajo pronto.Algunos se han quedado donde hicieron las prácticas o en otros sitos, pero todos encuentran empleo en Sevilla, aunque algunos prefieren marcharse.«Tengo una amiga que ha tardado tres semanas», explica, recordando que la carrera ofrece «un gran abanico de posibilidades». Hace años tenían problemas para encontrar empleo. Sobre todo, durante la crisis.«Ahora hay más posibilidades», dice.

Antonio Javier Quintero, aparejador ABC

Antonio Javier Quintero del Valle, de 24 años terminó en mayo de 2018.Antes había empezado las prácticas. El trabajo de fin de grado lo entregó en diciembre de 2017, ya trabajando. No lo ha dejado en ningún momento y ahora es jefe de obra y director de ejecución en una nave industrial en Bollullos y una promoción de viviendas en Triana. Trabaja ocho horas al día y cobra entre 1.400 y 1.500 euros al mes, aunque el próximo año su salario subirá. «No he dejado de trabajar desde que salí. Antes estaba la cosa peor, pero ahora hay bastante construcción y la demanda es mayor.Somos tan pocos aparejadores que el empleo es del cien por cien», explica.

David Navarro, aparejador Abc

David Navarro, de 28 años, y que terminó en julio de 2018, se colocó en tres meses. Nada más compensar el máster de Prevención de Riesgos Laborales también en la ETSIE, hizo una entrevista y lo llamaron. Ahora está de prácticas y acabando el máster . Pero le han prometido un contrato al acabar. «La verdad es que el sector está mejorando y que es un buen momento», dice. Los datos le dan la razón.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación