EL RINCÓN DE...

Alfonso Álvarez Ossorio: «La intermediación pirática hoy genera dinero; en el mundo antiguo, prestigio»

Profesor e investigador, desde que firmó su tesis sobre la piratería en la edad antigua, no ha dejado de trabajar e investigar sobre un fenómeno que, por culpa de la cinematografía, se redujo siempre al Caribe

El profesor e investigador Alfonso Álvarez Ossorio Rocío Ruz

J. Félix Machuca

Etimológicamente pirata viene de un término griego que significa emprendedor… Curioso.

La raíz es la palabra griega ‘peirao’, que significa emprender una acción, arriesgarse. Un verbo que define a la persona que osa o se atreve a hacer algo que otras no son capaces de hacer.

Esa osadía a hacer lo que otros no hacen para conseguir dinero, prestigio y poder tiene una connotación muy actual en algunas actividades, ¿no cree?

(Risas) La raíz de arriesgarse en los límites de lo legal no se circunscribe solo al término empresarial. Va más allá y ocurrió entonces y ocurre ahora.

Fuera de círculos académicos es posible que no se conozca que Platón, César y alguna que otra relevante figura de la época fueron cautivos de los piratas.

Ellos son los más conocidos. Pero hubo pretores romanos, aristócratas y dignatarios que fueron víctimas de los piratas. De César se cuenta que cuando conoció el precio del rescate que pidieron por él, exigió que lo multiplicaran por cinco. Logró ser rescatado y acabó ejecutando él mismo a los piratas como les había prometido.

El caso es que, como ocurre hoy con los piratas somalíes, los de entonces exigían grandes sumas por la liberación de los secuestrados.

Era un negocio. El secuestro y el rescate eran negocio. Y en los negocios hay gente que gana y que pierde. Hoy en día la intermediación europea con los piratas somalíes ha dado mucho dinero, en el mundo antiguo los hubo que ganaron prestigio.

Creo que la figura de los trinitarios tiene sus antecedentes en aquellos tiempos.

Sí, pero con connotaciones menos loables. No les movía la piedad como a los trinitarios. Les movía el prestigio. Después de un secuestro, hay gente que negociaba y ponía su dinero para comprar la libertad del cautivo. Sus móviles casi nunca eran filantrópicos.

¿Puede ser más concreto?

El liberador conseguía de la ciudad de origen de los secuestrados algo muy importante: que le debieran un favor. Y los favores se pagan.

¿No se arbitró nunca una política mediterránea para combatirla como ha ocurrido con la piratería somalí en la actualidad?

Sí, sí. Hubo varios momentos. Uno el de Pompeyo en época republicana. Y el segundo, el de Augusto, ya en nuestra era, cuando establece una marina de guerra permanente para luchar contra la piratería.

Se ha llegado a especular con una posible hermandad pirática de signo mafioso en la época.

Hubo una connivencia de intereses comunes. Pero hablar de una internacional pirática o una isla Tortuga es distorsionar la situación.

Pero no es incierto que muchas de las poblaciones costeras acogían a los piratas como verdaderos liberadores de la voraz fiscalidad del poder.

De hecho el pirata necesita la costa. Los piratas se consideran bandidos sociales, al estilo de Robin Hood. No olvide que el botín se reparte por igual entre todos los miembros de la comunidad.

El caso es que el Estrecho fue una de las zonas rojas de la piratería del mundo clásico. Y que los piratas estaban afincados en las dos orillas.

Tendemos a pesar de que solo había piratas en el norte de África. Pero hubo piratas muy activos en ambas orillas. En la nuestra fue muy famoso el lusitano Púnico.

De la lucha contra la piratería nos quedan rastros visibles como son las torres de Aníbal de nuestro litoral. ¿La guardia civil costera de la época estuvo muy exigida?

Mucho. Y curiosamente marcaron rutas y redes que, en la actualidad, son las mismas que utilizan las bandas de narcotráfico y la trata de personas.

¿Las zonas más castigadas por la piratería en la actual costa andaluza cuáles fueron?

Las inmediatas al Estrecho. Tenemos constancia de hechos violentos en las cercanías de Tarifa y Algeciras. Hubo una batalla naval, con motivo de la guerra de Sertorio, que contaba con el apoyo de los piratas, frente al bando conservador romano.

Las incursiones de los mauri en época de Marco Aurelio depredando Itálica y Antequera, ¿se pueden considerar piráticas?

Sí. Tanto Itálica como la producción de plata de la zona, con las dos incursiones piráticas, se ven duramente afectadas.

¿Tuvo algo que ver la piratería con la política?

Juega un poder fundamental en las transformaciones de Roma. Augusto justificó su propio poder por haber limpiado el mar de piratas. Cicerón tacha a Catilina de pirata varias veces.

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