Garaje Pretel deja el Paseo de Colón al acabar su contrato de renta antigua

El fin de la renta antigua el próximo 31 de diciembre provocará el cierre o traslado de muchos negocios, entre ellos Garaje Pretel, que tras más de casi 60 años abandonará sus instalaciones en el Paseo de Colón al no poder hacer frente al nuevo alquiler de 4.000 euros mensuales que pide la propiedad del local de 400 metros cuadrados, según declaró a ABC Antonio Cabañas, consejero delegado de la sociedad. El local, con 15 metros de fachada al Paseo de Colón, ha sido garaje y taller desde que en 1957 Antonio Pretel lo alquiló a la familia Fernández-Palacios. En 1992, Antonio Cabañas compró la sociedad Garaje Pretel, subrogándose en el contrato de renta antigua, por el que paga actualmente casi 800 euros al mes.

«Nos vamos del local porque no podemos pagar una renta de 4.000 euros más IVA al mes vendiendo neumáticos», manifestó Antonio Cabañas, fundador de Neumáticos Cabañas hace 44 años, con cinco talleres en Sevilla y 14 empleados. «Nos vamos a la calle Adriano 30 a un local de 350 metros cuadrados que compramos en 1996, dos años después de que saliera la Ley Boyer, porque sabíamos que esto iba a suceder. Los siete empleados que tenemos en el Paseo de Colón trabajarán en Adriano», declaró el gerente de Garaje Pretel, Javier Cabañas.

El propietario del local –la Comunidad de Bienes Paseo de Colón 10– lo ha puesto en alquiler, con posibilidad de dividirlo en tres locales de 100, 130 y 170 metros cuadrados cada uno, según indicó Joaquín Fernández-Palacios, uno de los integrantes de esa sociedad. «A los antiguos inquilinos les ofrecimos la posibilidad de alquilar el local a 10 euros el metro cuadrado y mes. El problema es que quizá este sitio no sea el más idóneo para ese negocio», declaró Fernández-Palacios. La propiedad está pidiendo a los nuevos interesados una renta de 20 euros por metro cuadrados negociable «porque los bares de copas del Paseo de Colón están pagando 24 euros por metro cuadrado y mes».

Bar de tapas o restaurante

El local admite usos terciarios, según la propiedad, aunque no podrá acoger un bar de copas «porque el Ayuntamiento ha declarado Zona Saturada de Ruidos desde la calle Adriano hasta el Cristina, a pesar de que es un tramo en el que no hay apenas bares. Sí admite la posibilidad de ser un bar de tapas o un restaurante».