El rincón de...
Sebastián Gallardo Arenas: «En San Lorenzo hasta una cáscara de plátano en el suelo tiene magia fotogénica»
Acaba de ser seleccionado por la multinacional «Getty images» tras pasar un examen de diez instantáneas. La empresa norteamericana, proveedora de imágenes de stocks, cuenta con más de ochenta millones de fotografías disponibles
¿Me puede explicar qué es «Getty images»?
Una empresa de Seattle, EE.UU, dedicada a vender imágenes de todo tipo, comerciales, publicitarias, paisajísticas, deportivas, documentales y editorial. También tienen un banco de vídeos.
¿Y qué hace esa empresa con las fotos de sus fotógrafos?
Ceder los derechos a terceros para su explotación.
A ver si le entiendo. Si yo quiero montar una campaña publicitaria deportiva, por ejemplo, me dirijo a Getty y busco imágenes de su banco que me puedan servir ¿no?
Correcto. Pagas por los derechos y puedes utilizar la foto utilizándolas las veces que necesites en función de la tarifa de pago que hayas realizado.
¿Qué le empujó a presentarse a ese examen?
Lo vi en un programa de especialización fotográfica divulgado por un programa de radio. Me llamó la atención. Y me empujó a probar suerte. Y no me fue nada mal.
Creo que presentó diez fotos de perfil muy urbano ¿no?
Sí. Dos de la ciudad, otras dos de carácter deportivo, dos más de perfiles publicitarios con cámaras fotográficas antiguas. Curiosamente, ninguna de mi especialidad cofrade.
Tengo entendido que envió dos con un par de Playmobil…
Sí, fue un guiño generacional hacia esos legendarios muñecos con los que he jugado media infancia. Ambos son míos, de mis años más infantiles, uno es el típico vaquero montado en el caballo con su pañuelo al cuello.
En cambio, usted pertenece a la abultada pero exquisita nómina de fotógrafos de Semana Santa. ¿Por qué no envió ninguna de las suyas para el examen de acceso a Getty images?
No creo que se ajustara al perfil de lo que pedían. Pero sin embargo, en el banco de imágenes de la empresa sí existen muchas fotografías de semanas santas diversas.
¿Cuántas fotografías pondrá a disposición de la empresa para la que ha comenzado a trabajar?
El máximo posible que me permitan. Antes de ser compradas, las fotos enviadas pasan por una especie de comité de expertos que dictaminan si tiene la calidad y las posibilidades mercantiles. Te puedo decir que en mi archivo personal hay más de diez mil fotografías. Y las que quedan por hacer.
Supongo que en ese lote irán, ahora sí, fotos de Semana Santa…
Exactamente. Quiero que mis fotos lleven el espíritu de Sevilla y ese espíritu yo lo veo muy marcado en fotos cofrades, ferias y romerías.
Imagino que no hay mejor gasolina para alcanzar un objetivo que la ilusión de conseguirlo.
Así es. Esto me va a exigir más como fotógrafo y más como creador buscando nuevas formas de expresión
Quién le iba a decir que aquella cámara que le regaló su padre con 14 años iba a abrirle tantas puertas…
(Risas) Es verdad. Le voy a confesar algo. Con aquella cámara de mi padre realicé mi primer reportaje gráfico. Que fue una excursión escolar de EGB a Aljarafesa con mi colegio de La Algaba «Purísima Concepción».
Creo que su hermano mayor le metió la pasión por la foto.
Él me llevaba de la mano a ver las cofradías y yo observaba como con su cámara disparaba muchos carretes a todo lo que veía en una cofradía, no solo a los pasos. Mi hermano José Manuel me transmitió esa pasión cofrade.
Lo más fotogénico que tiene Sevilla ¿qué es?
La Plaza de San Lorenzo. Mi rincón favorito. Desde cualquier ángulo, desde cualquier puerta, un simple cartel en la pared, una cáscara de plátano en el suelo es bonito en San Lorenzo.
Lo hemos visto en redes reivindicando lo analógico. ¿Le satisface más que la foto digital?
Sin lugar a duda. La analógica es pura magia. Enfocas, disparas y se supone que la has conseguido. Pero no vas a saberlo hasta que, en el laboratorio, la ves flotando sobre fluidos químicos, apareciendo poco a poco. Pura magia.
En Sevilla hay una cantidad de magníficos fotógrafos que da que pensar. ¿Por qué tantos y tan buenos?
Porque tenemos un espíritu de superación personal que no lo encuentras en otro sitio.
Imagino que eso encenderá muchas envidias entre vosotros…
En absoluto. Es pura superación personal y compañerismo a raudales. Al menos así lo veo yo.
Quizás más de uno de esos fotógrafos llevaron a la práctica el consejo que le dio a usted el maestro de maestros, Martín Cartaya.
Don Jesús, un respeto, me dijo una vez que para ser fotógrafo tenía que fotografiar lo que yo sintiera. Y eso hago desde aquel día…
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