Judea en el colegio Claret de Sevilla: un gran belén viviente con pequeños personajes

En el belén del último curso de Infantil del colegio sevillano todo es real, María, José y hasta el Niño Jesús

Los niños de infantil del Colegio Claret de Sevilla, en su Belén viviente ABC

R. V.

El colegio Claret de Sevilla se ha convertido esta Navidad en Belén. Sus alumnos han dejado los pupitres para continuar sus tareas de lavanderos, fruteros y pastores. En el patio infantil del centro sevillano se ha recreado una pequeña Judea en la que brillan diminutas estrellas guía, los ángeles anunciadores sustituyen a las campanas y quien abre la puerta tiene una posada.

Un villancico flamenco acompaña a María y José a su llegada a Belén a lomos de un burro. El Mesías está a punto de nacer, pero en aquella noche fría solo le pueden ofrecer un pesebre. Con su venida, se hace la luz en la ciudad y el pueblo empieza a despertar.

Las mujeres que lavan en el río le ofrecen sus ropas clareadas. Las frutas más sabrosas y tiernos panes le llevan los tenderos, los pastores le regalan leche y pieles tras la revelación de que el Niño de Dios ha nacido . Los artesanos moldean modestos juguetitos y desde el lejano Oriente sus Majestades caminan hasta el portal para postrarse ante el Rey de los judíos.

El belén viviente del Colegio Claret que representan cada diciembre los pequeños del último curso de Infantil volvió a llenar de ilusión a niños, docentes y familiares para dar inicio a las vacaciones navideñas. Los alumnos de apenas 5 años encarnan a todos los personajes del pasaje del nacimiento de Jesús. Para toda la comunidad educativa su preparación y celebración supone mucho más que un teatro más de la programación del curso. Durante semanas, crean los decorados, escriben y graban las narraciones, seleccionan la música y ensayan con los entusiastas actores.

Todos se implican para conseguir una Judea de cartón fiel a la de hace dos milenios: la fruta huele, el pan cruje y hasta los animales son de verdad en este Nacimiento que se repite con cada una de las aulas del curso. Jesús llora y duerme, porque también es real. Como real son los nervios de profesores, niños y sus entregados padres y abuelos, y que terminan cuando, con el himno a San Antonio Mª Claret de fondo, los niños lanzan un mensaje de paz y amor.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación