El rincón de...

«La esclavitud hizo a las mujeres negras infértiles por razones físicas y psíquicas»

Eduardo Corona Pérez ha leído recientemente su tesis doctoral sobre el esclavismo en la Sevilla del quinientos y el seiscientos. Además del cum laude, el tribunal lo felicitó por la utilización de un lenguaje aséptico, alejado de sentimentalismos y presentismos históricos

Eduardo Corona Pérez ABC

Félix Machuca

¿Por qué nos escandalizamos de que Sevilla fuera esclavista?

Es un tema tradicionalmente poco atendido por la historiografía y, consecuentemente, se ha traducido en un asunto desconocido para el gran público. Se piensa que la esclavitud existió lejos de Sevilla.

Quizás uno de los muchos ecos que nos llegan de aquella ciudad pluriétnica sean apellidos actuales como Moreno, Prieto, Pardo…

Así es. Quizás también se desconoce por muchos de los que llevan esos apellidos que proceden de ascendencia africana. Por ejemplo, Prieto procede de «preto», que significa negro.

¿De dónde venían aquellos esclavos?

Venían de Arguí, Cabo Verde, los ríos de Guinea, Santo Tomé y, posteriormente, Angola.

Sobre un plano de la ciudad del quinientos ¿qué barrios me señalaría como barrios de esclavos?

Santa Cruz, San Nicolás, Santa María la Blanca, San Bartolomé, San Andrés…Las proporciones de esclavos en estas parroquias van del quince al veinte por ciento. En Santa Cruz llegó en la década de 1560 al treinta por ciento de los nacidos.

¿Eran barrios o guetos?

Yo no hablaría de guetos en esta época. Hay barrios con más esclavos que otros. Pero no se daban las condiciones de un gueto como en Harlem. Estaban absolutamente inmersos en la vida social de la ciudad.

Imagino que no se refiere usted a que eran invitados de las fiestas de los caballeros veinticuatro…

(Risas) No, me refiero a que te los encontrabas en las calles, en las fuentes, en los mercados, en el río, en el matadero…

El negocio debió ser muy lucrativo porque detrás de las licencias para acceder a la trata hubo gente de toda nación y condición…

Así es. La trata estaba en manos, en origen, de africanos y participaban portugueses y también las grandes familias judeo conversas andaluzas. Sin olvidar a genoveses, burgaleses, vascos, valencianos y catalanes.

¿Cuándo y por qué hay más esclavos en Sevilla?

En la década de 1560 y se debió a la explosión demográfica de la ciudad favorecido por circunstancias económicas. La ciudad multiplicó por tres sus habitantes en cincuenta años. Durante esta década hubo ocho mil esclavos.

El propietario invertía en «oro negro humano», un bien mueble.

Efectivamente, un esclavo es una inversión. He documentado casos de esclavos que trabajan para sus amos en esparterías, albañilería, aguadores, candeleros, curtidurías, zapaterías…

Aunque les estaba permitido casarse entre ellos, los propietarios trataban de impedirlo.

Doña María de Pedrosa, vecina de la plaza Atambor, tuvo un esclavo que se llamaba Juan de Espinosa, negro. Impidió que se casara contraviniendo la legislación. Al parecer un esclavo casado era menos productivo. Intervino la Iglesia y el negro se casó.

Su trabajo doctoral se detiene en aspectos no muy tratados hasta el momento. ¿Cómo fue la natalidad entre la población esclava?

Muy reducida. La tasa de fecundidad es de 1’15 hijos por madre. Y lo explican muchos factores: desde físicos a sicológicos.

¿Y la mortalidad infantil?

Altísima. Superior a la del resto de la población. Prácticamente, la mitad de los niños esclavos recién nacidos, morían en los primeros días de vida.

Usted sostiene que las mujeres dejaban de ser fértiles por culpa de la esclavitud y sus circunstancias…

Solo documento hijos en el cuatro por ciento de las esclavas importadas y estas pierden capacidad reproductiva conforme más tiempo pasan en Sevilla.

O sea, fue frecuente la depresión y la enfermedad mental.

La bibliografía de obstetricia y la psicología del embarazo actuales proponen que estas enfermedades pueden traducirse en autolesiones y prácticas abortivas en el caso de las madres y prematuridad y bajo peso al nacer en los recién nacidos.

Y el síndrome de Ulises estaría perfectamente justificado.

Domínguez Ortiz, hace cincuenta años, ya nos los avanzó describiendo el desarraigo de esas personas que son arrancadas de su tierra de forma violenta.

Si 1565 marca el techo de más población esclava en Sevilla, ¿cuándo la ciudad empieza a perder color y a blanquearse?

La independencia de Portugal interrumpe el tráfico negrero hacia la Península y como la población esclava no es capaz de renovarse biológicamente por las razones antes citadas, el esclavismo tiende a minimizarse.

Aquella sociedad fue esclavista. ¿Pero también fue racista?

El racismo como tal es un fenómeno contemporáneo. La diferencia entre un libre y un esclavo venía dada por su condición jurídica.

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