Provincia

Los afectados por la crisis del agua en Sevilla estallan: «Volveremos a coger agua de las fuentes»

Algunos hosteleros se preguntan cómo «se paga un canon y tantos impuestos en el recibo del agua para pasar por esta situación, no es justo»

Vecinos de Paradas esperan en cola, con varias garrafas de plástico, su turno para recibir agua del camión cisterna Carmen González

Carmen González / Jesús Díaz

Si se cambian los cántaros por las garrafas de plástico y las fuentes por los camiones cisterna , la estampa que se está viviendo en las últimas horas en quince pueblos de Sevilla parece rescatada de fotografías en blanco y negro de muchas décadas atrás. Aunque algunos de estos 180.000 sevillanos afectados por las restricciones en el consumo del agua potable no ve tan lejos una vuelta atrás: « Ya verás como acabamos, volveremos a coger agua de las fuentes ».

Suena a broma pero la situación no lo es tal, a las restricciones de movilidad y medidas puestas en marcha por el coronavirus en todo el territorio nacional, ahora en quince pueblos sevillanos tienen que sumar la prohibición de beber agua del grifo y su uso para cocinar . El benceno, en niveles no permitidos, ha hecho acto de presencia en el agua de la red de abastecimiento pública.

Por unos días, el Covid-19 pasa a un segundo plano en Marchena, La Luisiana, Écija, Lantejuela, La Campana, Herrera, Marinaleda, Cañada Rosal, El Rubio, Osuna, Fuentes de Andalucía, Paradas, La Puebla de Cazalla, Arahal y Morón de la Frontera, los quince pueblos que integran el Consorcio de Aguas Plan Écija , foco del problema.

Desde primera hora de la mañana de este lunes, en pleno puente de la Inmaculada, marcado por la prohibición de salir de las fronteras de cada pueblo, colas en los supermercados , algunos de ellos desabastecidos, y en los camiones cisternas.

«Después del miedo que tenemos, ahora el agua»

« Después del miedo que tenemos (por el coronavirus), ahora el agua », dice Manuela en la puerta de un supermercado de Arahal, al que acudía con su carro bien temprano porque el día anterior tuvo que beber agua del grifo para tomarse las pastillas , «no tenía otra».

Palets de agua embotellada para un supermercado en Arahal C.G.

La propietaria de este mismo supermercado, Magosa Covirán, lleva desde el día anterior recibiendo encargos por teléfono y sin saber si el camión de agua pedido ayer, cuando saltó la noticia, estaría en el establecimiento a primera hora.

Al mismo llegaban clientes que venían de la zona comercial de Arahal, en la carretera de Villamartín, donde se encuentran situadas las grandes superficies. « No hay agua en ningún supermercado de esa zona, vengo de allí y he visto que estaban descargando un camión aquí», apunta un cliente que acababa de llegar a este supermercado familiar situado en la calle Carretera de Morón.

Los propietarios tienen otro negocio en Marchena y el jueves vivieron la misma situación, colas para comprar agua desde primera hora de la tarde, aunque no han llegado a quedarse desabastecidos.

Camión cisterna ubicado junto al silo municipal de Herrera Carmen González

Los camiones cisternas estaban desplegados ya por los pueblos. En Arahal hay dos, situados en zonas distantes del casco urbano, barrio de El Ruedo y La Venta. Llegaron a última hora del domingo para abastecer a los vecinos que hacían cola desde que se anunció en las redes sociales . Esta mañana no paraba el flujo, sobre todo de personas mayores con una o dos botellas .

Toque de queda

Varios bromearon sobre los recuerdos que les traía acudir por agua al camión cisterna, «ya verás como acabamos, volveremos a coger agua de las fuentes», decía. Incluso preguntaban si para coger el agua, que era artículo de primera necesidad, podían saltarse el toque de queda . A la confusión por las medidas del coronavirus se une ahora las dudas por la crisis del agua en Sevilla.

En el vecino pueblo de Paradas el camión cisterna está ubicado dentro de la Caseta Municipal , en el recinto ferial, hasta donde acudían los vecinos para llenar de agua sus recipientes. El mismo lugar eligieron en El Rubio donde informaban a primera hora de la mañana que estaría disponible hasta las 17.30 horas.

¿Va a durar mucho?

La pregunta más escuchada por los trabajadores del Consorcio de Écija, la empresa suministradora de agua en estos quince municipios, era: «¿esta situación va a durar mucho? ». La respuesta era la misma: «el miércoles seguramente todo vuelve a la normalidad» . Así lo ha planteado este mismo lunes el consejero de Salud, Jesús Aguirre. Era la primera vez que alguien de la Junta se pronunciaba al respecto. Confía en que en tres días vuelva la normalidad.

En Herrera, ya en la Sierra Sur sevillana , el camión estaba junto al silo, en una de las vías de salida del pueblo, pero a lo largo de la mañana lo desplazarían a una zona más céntrica. Las tiendas permanecían cerradas en este pueblo, no hay constancia de colas en ningún establecimiento.

En La Puebla de Cazalla también anunciaban para este lunes la presencia del camión. Y al igual que hizo el Ayuntamiento de Arahal, comunicaron en las redes el reparto de agua a los usuarios de ayuda a domicilio, residencia de ancianos y personas con discapacidad que no puedan desplazarse. El reparto estaba organizado por las delegaciones de Servicios Sociales y participa en el caso de La Puebla, Protección Civil y la Policía Local.

En Marchena, el pueblo, junto a la Luisiana, que sufre las restricciones desde el pasado jueves , los más experimentados, la situación en las primeras horas tras el anuncio rozo la histeria. Ya está más tranquila.

Venta San Pedro, en Marchena ABC

Como con el Covid-19, entre los más afectados por estas restricciones los bares y la industria. Alguna empresa del sector de la alimentación tuvo que parar su producción el pasado viernes ante la imposibilidad de usar el agua. La suerte ha sido que este problema ha llegado en días festivos. Si el miércoles no hay disponibilidad total para consumir el agua de la red pedirán un camión cisterna para la fábrica .

En los bares es otro cantar. A las distancias de seguridad, los geles hidroalcohólicos, las mascarillas, la exhaustiva limpieza, ahora añaden el problema del agua . »Es lo que faltaba en Marchena» comenta Antonio García, propietario de la Venta San Pedro, fundada en 1961, y las puertas que se abren más temprano en el pueblo para el café. Gasta tres garrafas de ocho litros al día para la máquina del café.

De «nefasta» califica la situación Enrique Luque, dueño del restaurante Casa Carrillo, quien a pesar de todos los filtros y precauciones con las que ya contaba en su establecimiento, ha tenido que aumentar el pedido semanal de agua embotellada e incorporar garrafas de cinco litros para los cafés del desayuno.

El sector de la hostelería

El respiro lo sienten en el bolsillo porque por suerte el agua embotellada no es un producto caro. Manuel Antonio García, propietario del único hotel que hay en la localidad, GM Hotel, consume más de 20 litros de agua en café al día . Una gotita más que sumar a «un año de risa» para el sector y sin querer mirar el primer trimestre del 2021.

En la panadería El Chispa, Isaac Jiménez, admite que las restricciones al consumo humano del agua le está afectando bastante. Todos los días tiene que comprar cien litros de agua. Curiosamente ninguno acude a los camiones cisternas. Prefieren adquirir el agua embotellada .

Los mismos litros se usan en Artesanos Corpas para elaborar los ricos dulces que venden en Marchena, Arahal y La Puebla de Cazalla, tres de los quince pueblos afectados. Abraham Santiago, que afronta el 2020 con resignación y esperanza, recuerda que las primeras horas el jueves fueron «una locura» por el desconocimiento que había sobre el asunto. Tuvieron que actuar con agilidad para no parar la producción en pleno puente, días de más consumo, y dejar parados a más de doce trabajadores.

En la mañana de este lunes también ha habido lugar para exigir. Los vecinos piden que se depuren responsabilidades por la tardanza del aviso y las críticas a la gestión del problema se suceden en las redes sociales ante los tres días de incertidumbre.

En los perfiles de las redes sociales de los ayuntamientos están cayendo la mayor parte de estas críticas. Los vecinos no entienden cómo es posible que después de que se prohibiera beber agua de la red en Marchena y La Luisiana, los dos primeros pueblos afectados, no se tomaran ya las primeras medidas al respecto.

Apunta a la presidencia del Consorcio

Parte de los alcaldes han lanzado comunicados en las redes explicando la situación. Jorge Muriel, regidor de Herrera , dice que anunció a sus vecinos la prohibición de beber agua de la red antes incluso que enviaran la resolución de Salud.

«Los alcaldes no somos técnicos, la responsabilidad de esta gestión recae sobre la presidencia del Consorcio (la alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar) y el personal técnico que trabaja allí. Los alcaldes sólo estamos para decidir inversiones», explica en referencia a la petición de responsabilidades por parte de los ciudadanos. Aún así reconoce que la situación «ha sido muy complicada» .

Muriel dice que en el acta de la junta general convocada por el Consorcio, hizo constar su petición urgente de los resultados de las analíticas en reiteradas ocasiones. «El sábado a última hora me llegó el primer análisis y era positivo, pero no es válido hasta que no llega el de contraste, esto fue el domingo y salí disparado para contarlo en los medios de comunicación que ya estaban convocados», cuenta.

Bar Los Galgos en Paradas Carmen González

Esto fue dos horas antes de que la Junta de Andalucía publicara la resolución. « Los alcaldes tenemos que basarnos en datos para advertir a la población , no podemos prohibir su consumo sin ellos», asegura el alcalde herrereño pero reconoce que el Consorcio tuvo que actuar antes .

«Un verdadero caos»

En Paradas la situación ha sido similar, el esperado anuncio también ha desatado críticas. José Manuel González es el propietario del Restaurante Los Galgos. Esta mañana tenía puestas en fila en el mostrador parte de las botellas de agua que había comprado a primera hora en un cash de la localidad. « Esto ha sido un verdadero caos », asegura. Y no entiende cómo «pagamos un canon y tantos impuestos en el recibo del agua para pasar por esta situación, no es justo».

En la mayoría de los pueblos afectados, los vecinos se enteraron el domingo por la tarde de que el agua de la red no era potable. Fue un anuncio que se esperaba desde que el jueves la Junta resolviera que no se podía beber de la red de suministro en Marchena y La Luisiana y, un día después, de la de Écija.

Antes de la decisión de la Junta, la impaciencia de los vecinos ya era un clamor ayer por la tarde en las redes sociales con mensajes que dejaron a la Covid-19 de lado o la convertían en una parte más de esta historia de desafortunados designios del año 2020.

Para entonces, parte de los vecinos de estas localidades había sido previsora y el día antes compraba agua embotellada en los supermercados. En Arahal ya el sábado llegaron a verse colas en la zona comercial. Pero otra parte protestaba en las redes ante una situación que llevaban viendo venir tres días sin que las autoridades la confirmaran. « Cómo es posible que en Marchena el agua no sea potable y en Arahal sí , cuando sale del mismo depósito, Montepalacio». Ese era uno de los comentarios más frecuentes.

Las críticas vecinales, tras el anuncio de la Junta, se habían convertido en un clamor exigiendo «responsabilidades», incluso «dimisiones» porque esta información se tenía desde el viernes y las autoridades habían esperado hasta primera hora de la tarde del domingo para comunicarlo, «con las tiendas cerradas y mucha gente sin agua , incluido mayores».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación