Crimen machista de Sevilla: La asfixió y después trasladó en carretilla su cuerpo hasta el río Guadalquivir

Faltaban por aclarar algunas cuestiones importantes sobre el crimen machista que ha vuelto a azotar conciencias en la capital hispalense. El primero que se registra este año en la provincia. Su autor, Alfredo G. C., ha sido enviado este viernes a prisión provisional sin fianza. Ante la Policía confesó la autoría del crimen pero ante la juez instructora del nº 3 de Violencia sobre la Mujer guardó silencio. Es el turno de desplegar estrategias de defensa.

La Policía ha confirmado este viernes algunos aspectos que aún no habían trascendido como la forma en la que el detenido acabó con la vida de la víctima. Según detalla en un comunicado, en la madrugada del 25 de abril se produce una fuerte discusión durante una fiesta en el piso de Alfredo y Virginia. En el transcurso de la pelea, él la asfixia . «No fue hasta la noche del mismo día 25, cuando el arrestado en solitario y utilizando una carretilla , sacó el cadáver de la finada, trasladándolo envuelto en unas bolsas de plástico hasta una zona de cañaverales». Antes de trasladar el cuerpo, fue tirando en contenedores próximos pertenencias y enseres de la víctima. Ya estaba preparando una coartada que no era otra que hacer creer que Virginia se había marchado de manera voluntaria, llevándose con ella algunas cosas.

Y eso fue lo que le contó a los agentes cuando días después, la hermana de la fallecida presentó la denuncia por desaparición y los agentes se entrevistaron con él. También interrogaron a otras personas que participaron en la fiesta y se mostraron poco colaboradoras a dar información. Esa actitud y el hecho de que la fallecida llevara más de 15 años en España y siempre había sido muy responsable con su trabajo, lo que hizo sospechar a los agentes del Grupo de Homicidios que Virginia no se había marchado de manera voluntaria. Algunos de las personas que estuvieron con ella aquella última noche era su asesino y todo apuntaba a su expareja, al que ya había denunciado por malos tratos y había sido condenado.

Los investigadores pronto pudieron averiguar que el detenido había sacado 7.000 euros de la cuenta bancaria de la víctima, de los que dos meses después se le han intervenido poco más de 5.000 euros. Un indicio contundente que los llevaba hasta el autor de los hechos. Alfredo había pensado que así la Policía daría por hecho que Virginia se marchó llevándose sus ahorros. Pero sucedió todo lo contrario.