Calidad y calidez, enseña del hospital de San Juan de Dios de Sevilla

«Lo primero que tenemos que hacer los médicos es escuchar . A veces una dolencia física u orgánica o es consecuencia de falta de afecto, soledad, maltrato físico o psicológico . No era raro que me llegaran pacientes del médico de cabecera con una supuesta afección cardiaca que no era tal sino un problema psicológico o emocional. Es muy fácil hundir a una persona hasta conseguir que se muera de pena », comenta el doctor Petit, que lleva trabajando más de treinta años en el hospital.

Fray Serafín , el fundador del centro, decía que había que atender no sólo los problemas físicos sino también los problemas del alma y por eso creó el teléfono de la esperanza, en el que han colaborado voluntarios de la Orden .

En el momento en que el hospital de San Juan de Dios se convirtió en pionero de la medicina paliativa en Sevilla, el doctor José Enrique Núñez, recientemente fallecido, pronunció una frase que resume seguramente la filosofía de este centro desde su creación: «calidad y calidez con el enfermo».

Lo recuerda un compañero suyo de promoción, el doctor Antonio Petit, que añade que «una cosa no es nada sin la otra». La mayoría de los pacientes que van a la consulta de un médico se quejan de que éste no lo mira y casi no lo escucha y en este hospital han tomado nota. Intentan estar más tiempo con los pacientes , mirar menos lo que pone el ordenador y, sobre todo, escucharlos.

Han comprobado que esta actitud resulta más efectiva que una pastilla. « No hay ningún sedante más eficaz que unas palabras de afecto dichas en el momento oportuno» , afirma Petit.